En declaraciones realizadas a la prensa en el departamento de Soriano, el primer mandatario uruguayo se refirió a la detención de un nuevo acusado por el crimen de la adolescente y señaló que hubo “un muy buen trabajo de la Policía”, para lograr la captura, aunque reconoció que “lamentablemente se llevó mucho tiempo en aclarar este tipo de crímenes”.
“Esto genera por lo menos paz en sus familiares y la tranquilidad de que quizás un poco tarde por lo menos se hizo o se está haciendo justicia, veremos que falla finalmente el Poder Judicial en este sentido”, afirmó Lacalle Pou.
Y32XCSWYEOGE3FROOF5K4WZXXU.jpg
Por otro lado, recordó que en 2018 presentó dos proyectos de ley que no prosperaron en ese momento, referidos a la creación de “un registro de violadores y de abusadores, y después elevar la pena a los violadores, casi a la de homicidio”, y dijo que “el banco de ADN en este caso fue importantísimo”.
Por último, expresó que “es preocupante cuando suceden estos temas y deberían tener el castigo contundente por parte de la Justicia, ya que el código penal así lo habilita”.
Leer más >> Uruguay: apresaron al presunto homicida de Lola Chomnalez
Declaración
Leonardo David Sena, de 39 años, el detenido acusado de ser el autor material del crimen, reconoció este viernes haber estado en la escena y que robó dinero de la mochila a la chica, pero se desligó del asesinato.
El hombre de nacionalidad uruguaya de 39 años, detenido cerca de la frontera de ese país con Brasil, fue indagado ayer al día siguiente de ser detenido.
Tras su declaración, Sena fue procesado con prisión preventiva por la Justicia uruguaya, que lo imputó del delito de “homicidio muy especialmente agravado”.
A casi ocho años del crimen, ocurrido a fines de diciembre de 2014, la causa dio un vuelco que parece ser determinante.
Uno de los abogados de los padres de Lola Chomnalez, Juan Williman, aseguró que la investigación “se acerca a la verdad como nunca antes” mientras que la mamá de Lola dijo que “fue muy conmocionante” enterarse de este nuevo arresto.
También resultó sorprendente la trama por la que Sena fue arrestado y cuya punta del ovillo resultó un triple crimen que tuvo como víctimas a tres infantes de Marina ejecutados en un predio naval en el Cerro de Montevideo.
Los asesinatos ocurrieron en la mañana del domingo 31 de mayo de 2020 y tuvieron como víctimas a Juan Manuel Escobar, de 31 años; Alex Guillenea, de 25, y Alan Rodríguez, de 22. Los tres fueron encontrados con un tiro en la cabeza cada uno.
En la investigación de ese hecho se hicieron varias pruebas de ADN a diferentes sospechosos. Al mismo tiempo se las iba cotejando con otras pruebas almacenadas en los archivos de otras causas, de otros asesinatos.
Cuando se hacía uno de esos repasos, surgió que una de las muestras daba un alto nivel de coincidencia con la pieza reservada del caso Lola: unas manchas de sangre que se levantaron de la mochila y de una toalla de la adolescente. A partir de allí se dedujo que uno de los sospechosos del crimen de los marinos estaba en el árbol genealógico del ahora detenido por el homicidio de la joven.
Cuando se investigó más a fondo ese rastro, se llegó a determinar que en ese hilo familiar había un hombre con antecedentes por lesiones y violación. Allí empezó un seguimiento hasta que llegaron a Sena, en la zona del Chuy, límite de Uruguay con Brasil. Se negó a una extracción de sangre, pero de elementos personales, como un cepillo de dientes, se sacó una muestra.
Sena cuenta con antecedentes penales por lesiones en 2003 y violación en 2009.
Según confirmó el diario uruguayo El País, la secuencia genética determinó que Sena era pariente por lado materno del detenido del que se tomó la muestra relacionado al caso de los marinos. La madre de Sena había tenido 11 hijos y lo había dado en adopción a una familia. Los padres adoptivos del hoy procesado son parte de una comunidad religiosa de La Paloma.
En 2014, cuando ocurrió la muerte de Lola, Sena era un vagabundo que pasaba sus días y noches entre La Paloma, Chuy y Castillos. En todos esos lugares vivía de changas. Más acá en el tiempo, ya instalado con una pareja en el Chuy, trabajaba en una panadería.
La fiscal Jessica Pereyra dijo que la muestra de ADN de Sena era un 99,9 coincidente con la relevada en la toalla y DNI de Lola.
Ante el juez Juan Giménez, Sena reconoció que encontró la mochila de Lola en la playa, sacó $ 1.000 y luego se limpió la sangre en una toalla porque se había cortado con un trozo de vidrio de una botella de cerveza.
Sena negó en todo momento la existencia de otra persona en el lugar del homicidio de la joven argentina. Sena quedó detenido y fue procesado, por un delito que lo puede llevar de 15 a 30 años a prisión.
El arresto de Sena fue ratificado este jueves al mediodía por el director de Comunicación del Ministerio Público de Uruguay, Javier Benech, y por los abogados de la familia Chomnalez, Juan Williman y Jorge Barrera.
Ya por la noche, el juez Juan Manuel Jiménez Vera dictó el procesamiento.
En la investigación hay un acusado de "encubrimiento", Ariel Moreira, un cuidacoches apodado "El Cachila", para quien la fiscal Pereira solicitó el mes pasado una condena a 10 años de prisión: aún debe resolver el juez Vera.
En este caso, el procedimiento es escrito ya que el crimen de Lola ocurrió antes de la reforma judicial que instaló en Uruguay los juicios orales.
Por su parte, Diego Chomnalez, padre de la víctima viajó a fines de abril a Montevideo y se reunió con el fiscal de la Corte, Juan Gómez, para interiorizarse de las últimas novedades de la causa y solicitar junto a sus abogados que continuasen con la búsqueda de los otros copartícipes del crimen.