Las altas temperaturas durante el verano pueden traer graves consecuencias en las mascotas del hogar, quienes al igual que los humanos padecen el calor extremo. Para evitar inconvenientes, es importante seguir los consejos de los especialistas y prestar atención a las necesidades del animal.
Según el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires (CVPBA), es fundamental proporcionarles sombra, ubicarlos en lugares ventilados, brindarles agua limpia y fresca, limpiar los bebederos y alimentarlos durante las horas más frescas para minimizar el impacto en los animales de las altas temperaturas, ya que durante los períodos de altas temperaturas se pueden provocar un golpe de calor en los animales.
“La sensación de calor que experimenta un animal no depende sólo de la temperatura ambiente, sino de la denominada temperatura efectiva. Esta, a su vez, resulta de la interacción de varios factores, especialmente la temperatura ambiente, la humedad relativa, la ventilación y la radiación solar”, señalaron desde el CVPBA.
Además, precisaron que hay que prever ciertas situaciones para mitigar el efecto del calor sobre los animales, sobre todo cuando la temperatura ambiente supera los 25 grados y la humedad alcanza el 50 por ciento durante períodos de tiempo prolongados.
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Un perro se baña en una fuente en Roma durante una ola de calor con temperaturas de hasta 37 grados. (Foto AP/Gregorio Borgia)
En el caso de los perros, al no tener glándulas sudoríparas repartidas por el cuerpo, únicamente logran regular su temperatura corporal mediante los jadeos y eliminan el sudor a través de las almohadillas de sus patas cuando están en contacto con superficies frías, proceso que se caracteriza por ser bastante lento. Por otro lado, los gatos lo hacen a través del lamido corporal.
Para perros y gatos, un golpe de calor se produce por un aumento de la temperatura corporal de forma abrupta (temperatura normal 38-39.5, y puede alcanzar los 43°). Esto conlleva deshidratación, aceleración del ritmo cardiaco, signos respiratorios y jadeo excesivo.
En tanto, sus mucosas y encías pueden adquirir un color rosado intenso o morado debido a la falta de oxigenación en sangre. En muchos casos puede llevar a la pérdida de conciencia, sufrir problemas mayores como insuficiencia renal y problemas cardíacos.
Ante cualquiera de estos signos, es necesario visitar de urgencia al veterinario, pero también existen distintos métodos para lograr mantener a los animales frescos y evitar que estas situaciones afecten su bienestar.
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Consejos para proteger a tu mascota del calor
- Peinar: El pelo le sirve al animal para protegerlo del sol, por lo que en caso de cortarlo se dejaría a su piel indefensa y desprotegida ante los efectos del sol, lo que podría propicias posibles quemaduras. Por su parte, peinar o cepillar es la mejor idea, con las altas temperaturas las mascotas irán deshaciéndose del subpelo, ese que suele verse más finito, de esta forma realizar cepillados frecuentes lo ayudará a mantenerse más fresco.
- Hielo: Tanto el agua como la comida se deben ubicar en la sombra. El agua tendrá que permanecer fresca y ser cambiada más veces de lo habitual. Ponerla en la heladera un tiempo o echarle un cubo de hielo puede lograr que esta se mantenga a una temperatura adecuada por más tiempo.
- Jugar: En el mercado existen una gran variedad de juguetes refrescantes que cumplen dos funciones, divertir al animal y aliviar el calor. Desde piletas especiales para las patitas, pelotas que expulsan agua al ser mordidas, huesos que se pueden meter al congelador y luego están listos para ser masticados, y muchos otros.
- Protector solar: Así como es indispensable para humanos, también lo es para perros y gatos, sobre todo aquellos que presentan pieles despigmentadas. En tiendas especializadas para mascotas se encuentran bloqueadores de uso veterinario, pero en caso de no tenerlo a mano, se pueden utilizar protectores para humanos hipoalergénicos.
- Regla de los 5 segundos: El pavimento o cemento puede alcanzar temperaturas entre los 50° y 60° grados cuando hay una temperatura ambiente de 30°. En ese sentido, los paseos se deben hacer siempre en las horas de más bajas temperaturas, en lugares con sombra y pasto. En caso de caminar por el asfalto, el cuidador debe colocar previamente su mano sobre el mismo, si no aguanta más de 5 segundos entonces el animal tampoco lo hará. Evita quemar sus almohadillas, ya que estas son bastante sensibles.