Viernes 20 de Noviembre de 2020
La Santa Sede decidió abrir una investigación, tanto interna como externa, para definir si alguien del estrecho círculo de colaboradores del sumo pontífice está involucrado o si alguien le hackeó la cuenta. Por el momento, la segunda opción es la que tiene más peso en la investigación.
“Veremos cómo se desarrollan las pesquisas internas, en el Vaticano, y externas, en Instagram. Todo indica a una mano externa, pero todavía no hay conclusiones”, indicaron fuentes del Vaticano al diario español La Vanguardia.
Ni lerda ni perezosa, la empresa COY Go -a cargo de las redes de la modelo- publicita el episodio. Presume que la firma “ha recibido la bendición oficial del Papa”. Y la modelo aprovechó para hacer una broma: “Por lo menos iré al cielo”, dijo en Twitter.
A diferencia de sus antecesores, el papa Francisco es muy popular en las redes sociales. En Twitter, su perfil en inglés tiene 18,8 millones de seguidores y el perfil en español otros 18,5 millones. En Instagram, la red donde se registró el extraño episodio, tiene 7,4 millones de seguidores. Son cuentas gestionadas por el departamento de comunicación del Vaticano.
