Los retornos a la titularidad de algunos experimentados no fueron con todas las luces. Por el contrario, se unieron a la confusión generalizada que fue Newell’s, en la dura derrota ante Independiente en Avellaneda. Está claro que el parate por lesión siempre pasa factura y eso ocurrió con los regresos que se dieron en la lepra en la noche del Libertadores de América
Cristian Lema estuvo impreciso en la salida y le costó mucho mostrarse firme en la marca. Se lo notó con falta de ritmo, a pesar de su oficio. Tampoco pudo imponer condiciones de arriba en el área de enfrente, cada vez que fue a buscar la pelota quieta.
En cuanto a Julián Fernández se repitió la ecuación. Fue a todas y marcó con enjundia, pero no siempre llegó a tiempo y le costó ser el patrón del mediocampo. No bajó la intensidad, pero estuvo impreciso como el resto.
Mientras que a Juan Sforza no se lo notó cómodo tras el esguince de tobillo que lo marginó algunos partidos. Llegó un segundo tarde a los rebotes y no pudo poner el pase filtrado en campo enemigo, una de sus principales virtudes.
Y si bien Cristian Ferreira venía ingresando en los segundos tiempos, también le costó horrores ser titular y sostener la intensidad de juego. Nunca se erigió en el armador del equipo leproso.
Otro que retornó y fue relevo es Armando Méndez. El uruguayo dejó atrás una dolencia en la rodilla. Cuando saltó a la cancha a 20 minutos del final se notó que aún debe sumar rodaje para volver a ser el marcador de punta incisivo que supo ser en el Parque.
Así, quedó bien en claro que el alta médica no es el alta futbolística. Y por ello si bien varias lesiones quedaron atrás, para que los jugadores recuperen el ritmo llevará tiempo. Justo lo que no tiene Newell’s ya en la recta final del campeonato, donde se juega a todo o nada por meterse en la próxima Copa Sudamericana.