Rusia retiró a sus tropas de una isla en el Mar Negro donde ha enfrentado incesantes ataque ucranianos, pero mantiene un operativo para tratar de rodear el último bastión de la resistencia en la provincia de Luhansk, en el este del país.
Un soldado ucraniano vigila un sector de la costa de Odesa frente al Mar Negro.
Rusia retiró a sus tropas de una isla en el Mar Negro donde ha enfrentado incesantes ataque ucranianos, pero mantiene un operativo para tratar de rodear el último bastión de la resistencia en la provincia de Luhansk, en el este del país.
El Ministerio de Defensa anunció que sacó a sus efectivos de la Isla de las Serpientes (Zmiyinyy), ante el puerto de Odesa, en lo que describió como un “gesto de buena voluntad” para la salida de granos. La retirada ha demostrado que “la Federación Rusa no estaba obstaculizando los esfuerzos de Naciones Unidas para establecer un corredor humanitario para sacar productos agrícolas de territorio ucraniano”, agregó.
Kiev y Occidente han acusado a Moscú de bloquear los puertos ucranianos para impedir las exportaciones de grano, contribuyendo a la crisi alimentaria global. El Kremlin ha negado las acusaciones y dijo que Ucrania debe retirar las minas marinas para permitir una navegación segura por la zona.
Rusia tomó la isla en los primeros días de la guerra, con la aparente esperanza de utilizarla para controlar la zona y usarla como base para un ataque sobre Odesa. Los ucranianos han atacado continuamente a las fuerzas rusas estacionadas allí.
En el este, el intento de Moscú para arrebatar a Kiev el control de toda la región del Donbás, de mayoría rusófona, se centra en Lysychansk, el último reducto ucraniano en la provincia de Luhansk. Los soldados rusos y sus aliados separatistas controlan el 95% de esa provincia y casi la mitad de la de Donetsk, que forman el corazón industrial del país.
El Estado Mayor ucraniano indicó que las fuerzas del Kremlin estaban bombardeando Lysychansk y combatiendo con los defensores ucranianos en torno a una refinería de petróleo a las afueras de la ciudad.
El gobernador de Luhansk, Serhiy Haidai, dijo que las unidades de reconocimiento rusas trataron de entrar a Lysychansk el miércoles, pero fueron repelidas por las fuerzas ucranianas. Los rusos trataban de bloquear también una carretera empleada para distribuir suministros y rodear la ciudad por completo, agregó.
“Los rusos han llevado a prácticamente todas sus fuerzas para tomar la ciudad”, apuntó Haidai.
En una visita a Turkmenistán ayer, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que sus objetivos en Ucrania no han cambiado. Y apuntó que eran “la liberación del Donbás, la protección de su población y la creación de condiciones que garanticen la seguridad de la propia Rusia”. El mandatario no mencionó sus objetivos originales de “desmilitarizar” y “desnazificar” el país.
Putin negó también que Moscú haya ajustado su estrategia al no haber conseguido tomar Kiev. “Como pueden ver, las tropas se están moviendo y alcanzando las marcas que se les establecieron para una etapa determinada. Todo va según lo previsto”, indicó Putin en una conferencia de prensa.
Por otra parte, este jueves se celebraron los funerales por los 18 fallecidos confirmados en el ataque ruso a un centro comercial de Kremenchuk el lunes. Los equipos seguían buscando entre los escombros a otras 20 personas que siguen desaparecidas.
Los investigadores encontraron partes de ocho cuerpos, señaló la responsable de prensa de los Servicios de Emergencia ucranianos, Svitlana Rybalko, a The Associated Press. No estuvo claro de inmediato si esto significaba que había más víctimas. Varios de los sobrevivientes sufrieron amputaciones.
Tras ese ataque, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, acusó a Rusia de haberse convertido en un estado "terrorista", y el miércoles le reprochó a la OTAN que no respalde o envíe más equipos a su asediada nación.
"La política de puertas abiertas de la OTAN no debería parecerse a los viejos tornos del metro de Kiev, que están abiertos pero se cierran cuando te acercas hasta que pagas", afirmó el presidente, a través de una videoconferencia, ante la cumbre de la Alianza en Madrid. "¿No ha pagado suficiente Ucrania? ¿Acaso nuestra contribución a la defensa de Europa y toda la civilización ha sido insuficiente?’’, desafió.
Además, instó a la OTAN a enviar más sistemas modernos de artillería y otras armas y advirtió a los líderes que o bien proporcionan a Kiev la ayuda que necesitan, o "a ustedes mismos les tocará enfrentar una guerra demorada con Rusia’’.
Por Lucas Ameriso
Por Facundo Borrego