Rusia reunió unos 20 batallones o grupos tácticos en Belgorod, ciudad cercana a la frontera ucraniana y gran centro logístico de retaguardia para el ejército que invadió Ucrania, según la CNN. Pero ahora los papeles estarían invirtiéndose: Rusia al parecer reunió esa cantidad de tropas para prevenir una ofensiva ucraniana sobre Belgorod, luego de haberse debido retirar bajo fuego de la zona norte de la ciudad de Jarkov, a la que los cañones rusos bombardearon durante semanas.
Algo similar ocurre en el frente sur, en la zona de Kherson. Rusia solo se mantiene a la ofensiva en el extremo este de Ucrania, donde pretende apropiarse de algo más de territorio en el Donbas. Además, este sábado proclamó la “liberación total” de Mariupol, al dar por terminados los combates en esta ciudad. Pero el combate en Mariupol ya era residual, en modo alguno un frente de guerra.
“Según nuestro Estado Mayor, los rusos están muy preocupados por nuestra contraofensiva en el norte de la región de Jarkov”, dijo Vadym Denysenko, asesor del ministro del Interior de Ucrania.
A fines de marzo e inicios de abril Rusia debió resignar su ofensiva sobre Kiev y las ciudades de Chernigov y Sumy, todas en el norte de Ucrania, retirándose con grandes bajas. Ahora también debió renunciar a asediar Jarkov, la segunda ciudad de Ucrania con más de 2 millones de habitantes. Y no solo debió salir del radio norte de la ciudad sino que sus tropas también debieron abandonar casi todo el territorio ucraniano hasta la frontera. Del otro lado está Belgodod, gran centro logístico militar y vital para enviar abastecimientos y municiones al interior de Ucrania. Ahora Rusia teme que Ucrania amenace Belgorod, y de ahí que haya concentrado ingentes fuerzas en esta zona: unos 20 de sus valiosos “batallones-grupos tácticos”.
La semana pasada, oficiales ucranianos anunciaron que estaban liberando pueblos en las afueras de Jarkov, al norte de la gran ciudad, no muy alejada de la frontera con Rusia. Sus avances provocaron la expulsión de las fuerzas del Kremlin hacia su propia frontera, al tiempo que suponen la amenaza de cortar las líneas de suministro de Rusia hacia Ucrania y sus fuerzas en el Donbas.
Según el informe diario del portal especializado Institute for the Study of War (ISW), “las fuerzas rusas se están centrando en atrincherarse y reforzar las posiciones defensivas en la zona de Jarkov y a lo largo del eje Sur en preparación paras contraofensivas ucranianas”. En cambio, la “mayoría de las operaciones ofensivas activas (rusas) siguen confinadas en el arco de Izium-Donetsk”, al sureste de Jarkov, y “especialmente en la zona de Popasna-Severodonetsk”, en el extremo Este del frente. Los rusos han confinado sus ambiciones territoriales a esta región. Iniciaron la invasión el 24 de febrero con la pretensión de ocupar toda Ucrania en cuestión de días, pero rápidamente sufrieron derrotas con grandes bajas en hombres y equipos, ambos irreemplazables, lo que ahora obliga a Rusia a reducir considerablemente sus objetivos.
El Estado Mayor ucraniano informó de que las fuerzas rusas están creando líneas defensivas secundarias en el Sur, lo que indica que el ejército ruso en esta zona está preparándose para una importante contraofensiva ucraniana y un conflicto prolongado, reseña el ISW. “Las operaciones ofensivas rusas significativas se limitan a la zona de Severodonetsk”, remarca el ISW. Las tropas rusas han realizado avances marginales al norte, oeste y sur de esta ciudad del extremo este del frente, especialmente en torno a Popasna, para intentar tomar el control de Severodonetsk.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó esta semana que las fuerzas rusas habían llegado a la frontera de la provincia (oblast) de Luhansk. Ucrania lo niega. Las fuerzas rusas están tratando de romper el frente al sur de Izium para tomar partes de la región de Donetsk, pero hubo poco movimiento en el terreno.
Mientras, el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, comunicó al presidente Vladimir Putin “el fin de la operación y la liberación total del complejo (de Azovstal) y de la ciudad de Mariupol”. Las autoridades ucranianas, que habían ordenado a sus soldados deponer las armas para salvar la vida, confían en un intercambio de prisioneros con soldados rusos, aunque las autoridades rebeldes de la región amenazan con juzgarlos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este sábado la ley del Congreso que otorga 40.000 millones de dólares a Ucrania para suministro de armas y apoyo económico. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, agradeció a la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. La Cámara aprobó el proyecto de ley el pasado martes con un amplio apoyo bipartidista, por 368 votos a favor y 57 en contra. Los 57 votos en contra fueron de los republicanos.
El presidente Zelenski advirtió además que solo los medios diplomáticos, y no la vía militar, podrán poner fin a la guerra. El final del conflicto “será diplomático”. La guerra “será sangrienta, habrá combates, pero terminará definitivamente a través de la diplomacia”, dijo en una entrevista al conmemorar los tres años desde que asumió el poder.
Turquía negocia con Suecia y Finlandia
El presidente turco debatió con los líderes de Suecia y Finlandia sobre sus objeciones al ingreso de ambos países nórdicos a la Otán, informó la oficina del mandatario.
Recep Tayyip Erdogan habló con el presidente finlandés Sauli Niinisto y con la primera ministra sueca Magdalena Andersson en llamadas separadas para abordar las preocupaciones de Ankara sobre quienes considera “terroristas” y viven asilados en sus países, dijo un comunicado de la presidencia turca.
Además, Erdogan le pidió a Suecia que retirara las restricciones a la exportación de armas defensivas que impuso a Turquía por la incursión turca en el norte de Siria en 2019. Erdogan también dijo que esperaba que Estocolmo tomara “medidas concretas y serias’’ contra el Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) y otros grupos que Turquía considera “terroristas”. “Un entendimiento que ignore a las organizaciones terroristas que suponen una amenaza para un aliado dentro de la Otán es incompatible con el espíritu de amistad y alianza’’, dijo el presidente turco a Niinisto.
En otra llamada, el presidente turco también planteó las preocupaciones de Turquía al secretario general de la Otán, Jens Stoltenberg, quien ha dicho que escuchará los planteos de Ankara. El jueves, Niinisto y Andersson visitaron Washington, donde hablaron con el presidente de Estados Unidos Joe Biden sobre sus propuestas de ingreso en la Otán en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
Mientras que otros países de la Otán dan la bienvenida a Finlandia y Suecia, Turquía planteado objeciones, principalmente por la presencia de supuestos terroristas en ambos países y el bloqueo de la venta de armas.
En tanto, la ministra británica de Exteriores, Liz Truss, quiere equipar con armamento moderno “del estándar de la Otán” a Moldavia, vecina de Ucrania amenazada por Rusia. La provisión sería para prevenir un posible ataque por parte de Rusia. En Transnistria, región de Moldavia donde hay presencia militar de Rusia, se han producido extraños atentados, que Moldavia y Europa consideran operaciones de la inteligencia de Rusia para desestabilizar el país y justificar una eventual invasión.
Truss indicó que estos planes occidentales para Modalvia están siendo analizados dentro de la Alianza Atlántica, de modo que, si fueran aceptados, los países miembros podrían facilitar armamento de defensa a la ex república soviética. “Me gustaría ver a Moldavia equipada según los estándares de la Otán. Es una conversación que estamos teniendo con nuestros aliados”, afirmó la ministra de Defensa. Reino Unido tiene respecto de Ucrania una posición mucho más activa que otras potencias europeas, en especial Alemania y Francia.