Decenas de policías armados atacaron ayer la residencia privada del primer ministro de Haití, Ariel Henry, mientras este se encontraba en Argentina donde vino a participar de la cumbre de la Celac (Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).
Para impedir el aterrizaje del avión que lo traerá al país, los manifestantes se dirigieron al aeropuerto Toussaint Louverture de Puerto Príncipe, donde levantaron barricadas y quemaron neumáticos, provocando la paralización del tráfico.
Los efectivos se manifestaron con violencia en la capital haitiana de Puerto Príncipe bloqueando carreteras y disparando armas de fuego al aire para protestar por los asesinatos de colegas a manos de pandillas.
El movimiento de protesta es por la indiferencia de las autoridades frente a la muerte de más de diez agentes a manos de grupos armados durante este mes.
En medio del ataque a la residencia de Henry, ubicada en el sector Delmas 60, en Puerto Príncipe, se registraron daños materiales y se escucharon fuertes disparos, mientras que varios vehículos terminaron con los cristales rotos, según informaron medios locales.
10 asesinatos
Las pandillas han matado al menos a 10 oficiales en la última semana; otro está desaparecido y uno más presenta graves heridas de bala, según la Policía Nacional de Haití.
Un video obtenido por The Associated Press y reconocido por la policía el jueves, probablemente grabado por pandillas, muestra los cuerpos desnudos y ensangrentados de seis oficiales tirados en el suelo, con sus armas sobre el pecho. La pandilla que los mató, conocida como Gan Grif, todavía tiene los cadáveres, dijo la policía.
En 2022, al menos 55 agentes fueron asesinados en el país, en un contexto marcado por el deterioro del clima de seguridad y dominado por los ataques armados, la multiplicación de los secuestros, los robos y las violaciones.
Los asesinatos son solo el más reciente ejemplo de la escalada de violencia en la nación caribeña, que se ha visto afectada por guerras de pandillas y caos político tras el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021. Su sucesor, que no fue electo, ha pedido a la ONU que lidere una intervención militar, pero ningún país está dispuesto a pisar el terreno.
Las muertes enfurecieron a los miembros de Fantom 509, un grupo armado de policías actuales y retirados que ha exigido violentamente mejores condiciones para los agentes.
Decenas de estos hombres recorrieron la ciudad el jueves, muchos de ellos encapuchados, con uniformes de policía, chalecos antibalas, fusiles y armas automáticas. Tomaron autobuses para bloquear carreteras e incendiaron neumáticos en toda la ciudad, dejando una columna de humo por las calles.
Fin del gobierno
Muchos exigieron medidas más duras contra las pandillas y pidieron el fin del actual gobierno de Ariel Henry, que muchos haitianos consideran ilegítimo. En un momento, los manifestantes derribaron una de las puertas fuera de la casa de Henry.
“Si están matando policías, yo como ciudadano, ¿qué debo hacer?’’, gritó un manifestante enmascarado ante una cámara de The Associated Press. “La policía es superada solo por Dios y vamos a apoyarlos’’.
Ante la tensa situación, algunas escuelas enviaron a sus alumnos a casa y la población tiende a abandonar las calles de la capital, donde la presencia policial es sido escasa en los últimos días.
La tensión en el área metropolitana de Puerto Príncipe y sus alrededores fue máxima en la jornada de ayer, cuando se registraron constantes disparos, pocas horas después de que siete policías fueran asesinados por grupos armados en Savien, en el departamento haitiano de Artibonite, elevando a diez el número de agentes muertos de manera violenta en dos semanas.