Santiago Peña, el candidato presidencial del Partido Colorado de Paraguay, se impuso con facilidad a sus contendientes. Con 99,82% del voto escrutado, Peña lograba el 42,77% de los votos mientras su principal competidor, Efraín Alegre, al frente de una amplia coalición de liberales, izquierdistas y derechistas, apenas reunía 27,48%. En Paraguay no hay balotaje y se consagra presidente el ganador de la primera vuelta. El partido del dictador Alfredo Stroessner seguirá así dirigiendo los destinos del país.
Había dudas sobre el resultado, porque el "coloradismo" llegó dividido a la elección, con Peña respaldado por el ex presidente Horacio Cartes y rechazado por el actual mandatario, Mario Abdo Benítez. Pero el opositor Efraín Alegre quedó muy por debajo de las expectativas y durante todo el escrutinio estuvo muy lejos del presidente electo.
Alrededor de las 19.30 hora de Paraguay, Peña subió al escenario en la sede central del Partido Colorado en Asunción y agradeció en primer lugar a Horacio Cartes, su padrino político, ausente durante la campaña debido a las acusaciones de corrupción en su contra. "Quiero agradecerle al presidente de la ANR (siglas del nombre oficial del partido colorado) , Horacio Cartes, por esta victoria colorada y paraguaya", afirmó Peña, antes de proseguir con reconocimientos a otros miembros del partido y su familia. Peña fue ministro de Economía de Cartes. Luego Peña no olvidó el tradicional llamado a la unidad nacional. “La tarea que no espera no es para un solo partido, hay que convocar a la unidad y al consenso", declaró. Habrá que ver hasta qué punto hace realidad esa apertura, pero mucho dependerá de la necesidad de alcanzar mayorías en el Congreso, que se renovaba por completo.
El presidente de Paraguay, el también colorado Mario Abdo Benítez, felicitó por Twitter al "pueblo paraguayo" y a Santiago Peña, a quien llamó "presidente electo". "Trabajaremos para iniciar una transición ordenada y transparente, que fortalezca a nuestras instituciones y a la democracia del país", afirmó el actual presidente. Pero Benítez, pese a ser del mismo partido, no participó del acto de la victoria, ni saludó personalmente al vencedor.
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Efraín Alegre fue el gran derrotado de la jornada electoral. Quedó muy lejos, con 28% de votos, de pelearle la presidencia al colorado Peña
Horas antes, con poco más del 50% de las mesas escrutadas, los festejos en la sede de la Asociación Nacional Republicana (ANR) habían comenzado. Es que desde el inicio mismo del escrutinio la ventaja de Peña fue más o menos la misma con la que finalmente se impuso sobre su principal opositor, Efraín Alegre. Este, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), histórico partido opositor al coloradismo, sumó a distintas facciones menores en la coalición Concertación Nacional, desde la derecha a la izquierda del ex presidente Fernando Lugo. Pero quedó muy atrás, en parte por el surgimiento de un tercer competidor, el populista "outsider" Paraguayo "Payo" Cubas, quien lograba un 22,91% de los votos. Una hazaña, máxime en Paraguay, donde los aparatos pesan enormemente en los resultados electorales. El reproche desde la coalición de "Efraín" se dejó escuchar en las redes: ese porcentaje de votos hubiera permitido la victoria sobre el postulante colorado.
https://twitter.com/josemdelpino/status/1652814471855783939
Además de presidente y vicepresidente, el electorado paraguayo eligió mediante el voto electrónico a 45 senadores titulares y 30 suplentes; 80 diputados titulares y 80 suplentes; 17 gobernadores, y 257 miembros titulares y otros 257 miembros suplentes para juntas departamentales.
En el senado, los colorados también llevaban la delantera. Con cerca del 70 por ciento de los votos para el Senado, la Asociación Nacional Republicana proyectaba conquistar entre 25 a 26 bancas sobre 45 en disputa. Tendrá así mayoría en el Senado, dejando atrás el escenario de la actualidad, en donde se ubica como minoría frente a la suma de partidos opositores.
Una masiva afluencia desde primeras horas de la mañana y el cruce de acusaciones de entre el oficialismo y la oposición caracterizaron el arranque de la jornada de votación de las elecciones generales, donde 4,8 millones de ciudadanos estaban llamados a las urnas para elegir presidente de la República, senadores, diputados y gobernadores. La asistencia rozó el 60%, un porcentaje apreciable en Paraguay, donde la alta abstención es una constante. Con el 88% del voto escrutado, habían votado 2.664.412 de electores.
En Argentina, el PRO se manifestó conforme con la amplia victoria colorada. Tanto Patricia Bullrich como el ex presidente Mauricio Macri enviaron sus felicitaciones al presidente electo a través de Twitter.
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Horacio Cartes, ex presidente y titular del Partido Colorado, fue el "padrino" del candidato ganador. En enero EEUU lo denunció por numerosas ilegalidades y le bloqueó fondos.
Había mucha especulación en torno al desempeño del oficialismo a estas elecciones, principalmente por el impacto financiero y moral de los señalamientos de corrupción y las sanciones económicas de Estados Unidos a Horacio Cartes, presidente y mecenas de la ANR.
En enero, EEUU sostuvo que "la carrera política de Cartes se basó y continúa dependiendo de medios corruptos para el éxito" y lo acusó de tener vínculos con miembros de Hezbolá, el grupo terrorista islámico respaldado por Irán. Las sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro implican, entre otras cosas, que el expresidente está impedido de usar el sistema financiero de EE.UU. Además fueron sancionadas cuatro empresas de Cartes y el vicepresidente paraguayo, Hugo Velázquez. Fue un golpe duro para Cartes, quien anunció la disolución de su grupo empresarial, pero desechó las denuncias de EEUU.
En 2022, Paraguay obtuvo una de las peores calificaciones de la región en el Índice de Percepción de la Corrupción y Alegre centró su discurso en atacar a ese punto flaco del coloradismo.
También eran motivo de dudas las intrigas y fracturas en el seno del oficialismo, plasmadas en los gestos de desprecio del presidente saliente, Mario Abdo Benítez, después de su derrota en las feroces internas de diciembre y también este domingo, en la jornada electoral: no se presentó en ningún acto con Peña, evitó mencionarlo en sus declaraciones a la prensa después de emitir su voto e incluso elogió al candidato Cubas en una entrevista.
Las sanciones de EEUU tuvieron un efecto en la campaña, ya que volvió renuente a la banca a conceder créditos a un Partido Colorado, cuyo líder y ordenador de gastos es Cartes. "No pueden utilizar los bancos y eso ha puesto muy nerviosos a los colorados, porque ese dinero se necesita no solo para el candidato a presidente, sino para todas las otras candidaturas. Entonces hay gente que pide que (Cartes) renuncie", dijo a la BBC Fernando Masi, un sociólogo y economista que dirige el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep).
Pero como Peña ganó con gran ventaja, Cartes queda consolidado al frente del Partido Colorado. A pesar de todos los contratiempos, el coloradismo sacó a relucir una vez más su mayor fortaleza: su inmenso aparato partidario, de más de 2,5 millones de afiliados, que consolidó en las siete décadas de hegemonía al frente del país. En Paraguay, la "seccional colorada" es una institución mucho más importante que una sociedad vecinal, una comisaría o una parroquia. Y hay unas 1300 en todo el territorio.