La flamante primera ministra británica, Liz Truss, aceptó una invitación para visitar Ucrania “próximamente” en conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en el primer contacto con un líder extranjero tras asumir este martes la jefatura del gobierno británico, según se indicó oficialmente.
La continuidad de Truss respecto de la política para con Ucrania también fue expresada en otra charla que la flamante ministra tuvo más tarde con el presiente de Estados Unidos, Joe Biden, con quien acordó una tarea en común para “el fracaso” de Vladimir Putin en su invasión.
“La primera ministra aceptó con mucho gusto la invitación para visitar próximamente Ucrania”, reportó un comunicado publicado en el sitio web del gobierno británico.
Truss también confirmó que Kiev puede contar la ayuda de Londres a largo plazo. “Además, dijo que es sumamente importante que Ucrania logre éxito y Rusia sufra una derrota”, señala la nota, difundida al final del llamado de Zelenski.
Truss eligió al presidente de Ucrania para estrenar su agenda de conversaciones con mandatarios extranjeros, en un claro gesto de apoyo y a la vez de rechazo a Rusia emparentado con el de su antecesor, Boris Johnson.
Johnson viajó a Kiev en varias ocasiones y, desde que Rusia lanzó su ofensiva militar en febrero, fue uno de los principales aliados de Zelenski a la hora de reclamar medidas contra Moscú y su órbita empresarial y política.
Zelenski precisó en Twitter que invitó a la política ultraconservadora que asumió el gobierno británico —a la que muchos analistas comparan con Margaret Thatcher— a visitar Ucrania y le agradeció la ayuda brindada por el Reino Unido, tanto militar como económica. Incluso, consideró que “es importante que esté dispuesta a aumentarla”.
El gobernante abogó por seguir presionando a Rusia hasta lograr “el fin de la agresión” y llevar a sus responsables ante la Justicia.
En este sentido, reclamó que se catalogue a Rusia como un “Estado terrorista”, medida que Biden descartó de plano al sostener que perjudicaría tanto a los ciudadanos ucranianos como al mundo entero.
Truss incluyó entre sus alabanzas a Johnson la política seguida durante estos últimos meses en relación a Ucrania y decidió mantener como ministro de Defensa a Ben Wallace, figura clave en esta estrategia.
Se conoció más tarde que por la noche Truss también habló con Biden, con quien coincidió en la necesidad de reforzar las relaciones entre ambos países.
“Los líderes han reforzado su compromiso por fortalecer la libertad global, abordando los riesgos que plantean las autocracias y garantizando el fracaso de Putin en Ucrania”, reveló un vocero de Downing Street.
Y aseveró: “La primera ministra espera trabajar conjuntamente con el presidente Biden como líderes de democracias libres para abordar desafíos comunes, en particular los problemas económicos extremos desatados por la guerra de Putin”.
Los dos mandatarios acordaron construir a partir de esa unión, incluyendo el fomento de sus alianzas de defensas a través de la Otan y la Aukus, la alianza formada por Reino Unido, Estados Unidos y Australia.