Nairobi.— El presidente de Kenia, Mwai Kibaki, invitó ayer a su principal opositor a la
residencia oficial para sostener negociaciones, con el objetivo de poner fin a la violencia
política y étnica que ya ha dejado en el país unos 500 muertos. La crisis explotó el 27 de
diciembre, cuando Kibaki fue declarado ganador de los comicios nacionales, después de un conteo de
votos que según la oposición y los observadores internacionales fue defectuoso.
Horas antes de la invitación, el líder opositor Raila Odinga canceló las
protestas nacionales previstas para hoy, en medio de temores de que se pueda reavivar la violencia.
Odinga dijo que quería dar una oportunidad a la mediación, y realizó el anuncio en una conferencia
de prensa luego de reunirse con la enviada estadounidense Jendayi Frazer.
Frazer, por su parte, confirmó que hubo un fraude electoral en los
recientes comicios nacionales, pero agregó que los dos principales partidos rivales pudieron estar
involucrados. “Sí, hubo manipulación de resultados. Es decir, que hubo problemas con el
proceso del conteo de votos. Ambos partidos pudieron haber manipulado los resultados”,
señaló.
Sin embargo, las señales de una suavización en las posturas de ambas
partes se da en momentos en que los líderes sostienen conversaciones con Frazer, la diplomática
estadounidense de más alto nivel para Africa.
Asimismo, el presidente de Ghana, John Kufuor, quien preside actualmente
la Unión Africana, iniciará sus labores de mediación mañana. El viaje de Kufuor ha sido aplazado en
varias ocasiones debido a la negativa del gobierno keniano a la mediación extranjera.