Mientras la guerra interna en Siria suma víctimas, aumentan los indicios de que la dictadura del presidente Bashar Assad ha utilizado armas químicas contra los rebeldes y la población civil. La oposición armada denuncia que desde fines del año pasado el ejército sirio ha recurrido a proyectiles cargados con diversas armas químicas, como gas sarín y agentes nerviosos. Se han reunido pruebas sobre casi medida docena de casos, incluidos testimonios y videos de víctimas.
La última denuncia, tomada por medios de información de Medio Oriente, proviene de un general sirio que desertó del ejército de Assad. El alto mando, que se unió a las fuerzas rebeldes, aseguró que recibió órdenes de usar armas químicas en el sur del país. El general Zahir Al Sakit afirma que le ordenaron usar armas químicas contra rebeldes y civiles en la zona de Busra al Harir, unos 90 km al sur de Damasco, en la provincia de Deraa, en el sur del país. Al Sakit, quien fue entrevistado por el canal Al Arabiya, dijo que ordenó a sus soldados utilizar una sustancia inocua en lugar de las armas químicas. Luego desertó al bando rebelde el pasado 15 de marzo. En esa ocasión filmó un video con su hijo, también oficial del ejército sirio, pero entonces no se refirió al uso de armas químicas, según el diario israelí Haaretz. El diario resalta este punto, junto con el dato de que la denuncia llegue a través de un mediol anti-Assad, plantea dudas sobre la veracidad de la denuncia.
Pero para probar estas denuncias equipos de científicos deberían ingresar al país y tomar muestras —de sangre y tejidos de las víctimas, así como del terreno afectado— para determinar con certeza si existe o no uso de armas químicas. Y el régimen de Assad no permite de ninguna manera esa clase de inspección, como ninguna otra de hecho.
En tanto, la Coalición Nacional Siria, la mayor formación opositora del país, denunció que las fuerzas de Assad lanzaron "misiles con armas químicas" en cercanías de Damasco el jueves y viernes. Según la organización, el uso de gases afectó a 42 personas, con diversos síntomas característicos, como reacciones alérgicas y vómitos. El régimen volvió a desmentir estas denuncias.
El régimen incluso denunció a los rebeldes del incidente verificado el 19 de marzo pasado en la localidad de Khan El Asal, cerca de Aleppo. Testigos hablaron de un gas que provocó dificultades respiratorias. La acusación gubernamental contra los rebeldes sin embargo es muy débil: según todos los servicios de inteligencia, los arsenales de armas químicas sirios están bajo estricto control del ejército. Se estima que Siria posee armas químicas desde los años 70. Hoy tendría unas mil toneladas de gas sarín, gas mostaza y agente nervioso XV distribuidos en unos 15 depósitos diferentes. El uso de armas químicas es considerado delito de guerra, pero Siria nunca firmó el tratado internacional que las prohibe.
En tanto, varios misiles sirios cayeron en territorio de Jordania. Según testigos y autoridades, no hubo víctimas. El bombardeo se dio mientras del otro lado de la frontera se intensifican los combates entre rebeldes y el ejército sirio. El sábado también se había verificado la caída de misiles sirios en suelo jordano. En la zona fronteriza de la ciudad jordana de Mafraq residen al menos medio millón de refugiados sirios.
En tanto, dos generales de la aviación siria se sumaron a los desertores. Ambos habrían llegado a Jordania piloteando aviones MIG-21, pese a que el país negó que los cazas hayan volado hasta su territorio. Jordania ha dado asilo a por lo menos 50 pilotos sirios y unos seis mil soldados desde que comenzó el conflicto dos años atrás