José María Pachu Peña asomó la cabeza a la política y se espantó. No alcanzó a caminar dos metros con su mentada candidatura a diputado nacional (promovida por un grupo de dirigentes santafesinos ligados a Daniel Scioli) que tuvo que volver sobre sus pasos y desistir definitivamente de la idea. ¿Qué pasó entre el domingo y lunes pasado, cuando todos daban por segura su postulación y él mismo la había alentado con declaraciones a los medios? Una catarata de imprecaciones sobre su figura desparramadas en las redes sociales lo pusieron en alerta de que algo más grande se le podía venir encima si decidía incursionar en política. No pudo soportar esa presión y se bajó sin siquiera subirse. Sin embargo, una cuestión más honda terminó de inclinar el plano hacia la negativa: el convencimiento de que para ser legislador por su provincia hace falta algo más que ser un personaje conocido de la TV. "Creo que hay muchas personas mejores preparadas que yo para ser diputado", admitió Pachu en una entrevista con LaCapital.
Peña no desdeña a la política, pero asegura que prefiere colaborar, como desde hace años, con eventos solidarios de la Fundación Banco Provincia, que dirige Karina Rabolini, la esposa del gobernador bonaerense y precandidato a presidente del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, a quien seguirá apoyando en su misión para llegar a la primera magistratura. Sin venir de una familia peronista, dice sentirse identificado con algunas de las políticas del actual gobierno. También le desea lo mejor a Miguel Del Sel en su carrera por alcanzar la Gobernación santafesina de la mano del PRO, pero tiene su corazón puesto en María Eugenia Bielsa. "Es la gran candidata y espero que finalmente se postule", se ilusionó.
¿Qué fue lo que ocurrió que te hizo desistir de ser candidato en Santa Fe?
—Todo fue muy rápido. Esto comenzó con la visita de Karina Rabolini a Rosario, donde la acompañé en un par de actos solidarios en comedores. Ahí nació todo. A raíz de un almuerzo que fue organizado por la senadora Roxana Latorre, un grupo de diputados y gente del PJ santafesino empezaron a sacar fotos, uno lo subió a Facebook y ahí nació lo de "Pachu gobernador" para que vaya contra (Miguel) Del Sel. Ni loco me metía en una cosa así. Luego surgió lo de la candidatura a diputado provincial, me junté con un grupo de trabajo y la idea me sedujo un poco. Pero por miedo a lastimar a alguien diciendo "no", a veces tengo el "sí" fácil. Después lo pensé bien y creo que hay gente que está más capacitada que yo para hacer este tipo de tareas. Yo quiero seguir colaborando con la Fundación del Banco Provincia como lo vengo haciendo, o ayudando en Rosario y Santa Fe con lo que sea, pero por el lado solidario. En eso pueden contar conmigo para lo que quieran. Quiero apartar de todo esto a Daniel Scioli, persona que quiero mucho y admiro. La idea de la candidatura no vino por su lado.
Dijiste que temías meterte en política para que la gente no te diga chorro. ¿Eso pesó?
—Hubo mucha repercusión en las redes sociales y me chocó bastante. Esto es así, estés con quien estés. Lo mismo iban a decir si me candidateaba por el PRO, el Frente Renovador o el Frente para la Victoria. El partido que me pusiera en alguna acción política, la imagen iba a ser: "Este viene para currar". Yo estoy para ayudar y colaborar. Le agradezco al PJ santafesino, a este grupo de diputados por la iniciativa de quererme volcar a la política. Los voy a acompañar en lo que pueda, pero en ésta no me sumo, no me interesa.
¿Te acobardaron los comentarios negativos que recibiste por Twitter?
—No le tengo temor a nada. Yo no abandono. Puedo caminar por las brasas, no soy cagón para nada, pero no me gusta. Sé que la política es así: pegar y recibir. Sinceramente no me hace falta entrar en ese territorio sin comerla ni beberla.
Hay que tener el cuero duro...
—Así dicen, pero yo me banco cualquier cosa. También por Twitter son todos guapos y después cara a cara los quisiera ver. Tampoco quería que mis hijos estuvieran leyendo las cosas que decían de mí.
¿Hubo una conversación familiar que hizo que diera marcha atrás con la candidatura?
—No, fue una decisión mía. Estaba solo en el hotel, en Santiago del Estero, cuando empecé a ver la catarata de comentarios en las redes sociales. Entonces me puse a pensar en lo bueno y lo malo de todo esto.
¿Le cerrás definitivamente la puerta a la política?
—Sí, es una etapa que quiero cerrar. Hasta aquí llegué. Pero insisto: seguiré colaborando en tareas solidarias.
¿Venís de una familia peronista?
—No, para nada. En mi casa no estaban identificados con ningún partido político. Tampoco fui militante de algún partido. Lo mío viene solamente por el costado solidario. Lo he hecho con otros gobiernos, en la época de (Carlos) Ruckauf cuando fue gobernador de Buenos Aires. Y todo lo hice sin pedir nada a cambio. Hacer esas cosas solidarias te acerca muchísimo a la gente, estar del lado de los más necesitados. Por ese lado viene mi acercamiento a la política.
En algún lado escuché que aprobabas ciertas cosas del actual gobierno. ¿Es así?
—Destaco lo bueno que han hecho. Y espero que si a Daniel (Scioli) le toca ser presidente corrija algunos errores, sobre todo en la parte económica y en materia de seguridad, pero que continué con las cosas buenas que se han hecho.
¿Tenés, entonces, una valoración positiva del kirchnerismo?
—Sí, más en la etapa donde Néstor fue el presidente. Cristina la tuvo y la tiene más complicada. Pero no consideró que la suya sea una conducción negativa para el país.
Con Scioli sí tenés una identificación plena.
—Sí, obviamente. Por Scioli tengo una admiración desde hace tiempo, mucho antes de que sea candidato. Y eso no lo voy a cambiar. Para mí Scioli es el mejor candidato que hay para elegir actualmente.
En esas recorridas por Santa Fe, cuando estabas elaborando tu candidatura, ¿qué pudiste ver de la realidad de la provincia y de Rosario en particular?
—El tema de la inseguridad y el narcotráfico abarca a toda la provincia, pero puntualmente me preocupa mucho lo de Rosario.
Son amigos con Del Sel?
—Lo conozco de habernos cruzado un montón de veces cuando estábamos en VideoMatch. Con Miguel está todo bien.
Se habló que no querías entrar en política para no tener que pelearte con él en una campaña
—Eso no daba. Miguel está metido de lleno en esto y tengo respeto por la gente que está trabajando en política. También me bajo en parte por eso. Hay mucha gente más capacitada que yo para ser diputado. A Miguel le deseo lo mejor, pero mis cartas están echadas con María Eugenia Bielsa. Es la gran candidata y espero que finalmente se postule. Que cuente con mi apoyo, no sólo a ella, sino a Marcelo en Francia y a Rafael en Aeropuertos 2000.
¿Tuviste algún desencuentro con el grupo del PJ santafesino que promovía tu candidatura?
—No, no tuve problemas. Fue todo muy reciente y rápido. No estoy en contacto con el puterío político, ni de lo que se habla a espalda de las personas.