"No hay inmoralidad más grande que desempeñar un oficio que no se sabe" (Napoleón). A mi juicio le cabe la misma sentencia a quien a sabiendas de que alguien es incompetente para una determinada tarea, igual se la adjudica. Más grave aún cuando además se trata de disponer, administrar, controlar el dinero de todos los argentinos para volcarlos al servicio de los que menos tienen. ¿Por qué se eligió este sistema en lugar de otorgar préstamos blandos a largo plazo para que cada ciudadano sea actor de su propia existencia? Porque se utilizó ese medio para doblegar, comprar voluntades y sembrar ideología. Ya se sabe: es sencillo comprar al que nada tiene.