Marcela Morelo desempolvó aquellos hits que la invitaron a iniciarse en la
música y decidió tomarlos por asalto. Ese momento, que fue la génesis de “Otro plan”,
representa este saludable presente de la cantante y compositora que decidió ponerse el atuendo de
intérprete. “Canto lo que me gusta, no importa el género, no tengo prejuicios”, le dijo
Morelo a La Capital, que subirá a escena hoy, a las 22.30, en City Center (bulevar Oroño y
avenida Circunvalación).
Morelo anda liviana por la vida, y esa es la llave para su carrera
artística. Se le nota en cada una de sus canciones, en su forma de expresarse, en la forma en que
aborda un tema con tinte folclórico, en el carisma que le pone al juntarse con gente de otro palo
como Bahiano o Daniela Mercury. Y con el mismo aire con el que se animó a cantar desde una canción
de Mike Olfield hasta otra de Stephen Bishop o incluso de Boyz II Men.
—¿Los temas de “Otro plan” forman parte de la banda de
sonido de tu vida?
—Así es, fue una idea que se tiró en la mesa, la empezamos a
trabajar, era un riesgo muy grande que corrimos, y a unos siete meses que salió el disco, ya estoy
cada vez más relacionada con las canciones, ya parecen mías, no las siento tan ajenas, cada vez son
más mías, me adueñé.
—¿Es complicado insertarse en el mercado al no pertenecer a un
género bien marcado como el folclore, el tango o el rock?
—La verdad es que no lo sé, yo tengo la suerte de poder hacer con
el canto y la música realmente lo que quiero, canto lo que me gusta y no importa el género. Escucho
toda la música y no tengo prejuicios, y eso me permite disfrutar de lo que significa cantar y
después elegir esas canciones y cantar lo que me sale. A algunas personas les gusta lo que hago y
eso está buenísimo para mí.
—¿Ya estás componiendo canciones nuevas para tu próximo material?
—Sí, ya estoy de vuelta componiendo, eso está en mí. Estoy en mi
casa y compongo canciones, no lo puedo evitar. De todos modos, quizá este disco “Otro
plan” pueda tener una continuidad, pero todavía no lo tengo claro.
—¿El amor sigue siendo la temática central en tus temas?
—Sí, el amor en el marco de un paisaje urbano, porque estamos
todos en la calle y viéndonos, uno se roza con otro y eso que pasa te da la inspiración para
componer. Mi voz puede no contar todo de mí, pero cierta parte de lo que escribo es parte de lo que
yo entiendo de lo que significa vivir con amor, en la calle, en mi casa y en donde sea.
—¿La crítica social y la realidad política influye en tus
canciones?
—No, influye digamos en lo cotidiano, cuando vas a hacer algo que
tenga que ver con tus actividades cotidianas, que vas a un banco, a hacer un trámite, a firmar una
escritura, eso me influye. Pero a la hora de componer yo vuelo, vuelo con el amor, que me encanta,
vuelo por ese lado y no me importa el contratiempo que haya tenido, cantar una canción de amor es
sanadora.
—¿Y cuando te ves de aquí a diez años, qué proyectás como artista?
—En verdad me cuesta mucho visualizar el futuro, pero digamos que
el hoy es el futuro. Yo espero poder seguir cantando, me encantaría poder parar y enseñar o
transmitir todo lo que estoy aprendiendo en esta vida, relacionado con la música. Y más que nada
transmitir en todos estos años que me faltan lo lindo que es y lo bien que hace dedicarle el tiempo
a un buen momento, a cantar, o a algo que tenga que ver con el arte. Sembrar esa semilla de amor
hacia el arte creo que va a ser en el futuro mi tarea.