Meryl Streep, a sus 71 años, desmiente aquello de que en Hollywood no hay personajes para cierta edad. No sólo eso, sino que además lo demuestra en estos días con dos películas dirigidas por dos de los directores más reconocidos de la industria: el musical “El baile”, de Ryan Murphy, estrenada por Netflix, y “Let Them All Talk” (Déjalos hablar), de Steven Soderbergh, lanzada por HBO Max y grabada en el contexto de la pandemia.
En la primera, su personaje es una irritante diva de Broadway venida a menos que junto al elenco de un show fallido, encuentra la forma de contrarrestar la mala prensa que recibió su último trabajo ayudando a una chica lesbiana. En la segunda encarna a una escritora un tanto extravagante que sólo acepta viajar de Estados Unidos a Reino Unido a recibir un premio si lo hace en un crucero junto a su sobrino.
El baile | Tráiler oficial | Netflix
En “El baile” Streep canta, baila y despliega con gracia, elegancia e ironía las facetas menos elogiables de su personaje, Dee Dee Allen, una estrella arrogante y narcisista, que muestra sus premios para recibir la atención privilegiada que cree merecer. “Fue genial interpretar a alguien tan vanidoso y tan exagerado, alguien tan narcisista. No sé de dónde saqué esa personalidad... Me encantó interpretar ese personaje. Probablemente soy todas esas cosas, pero no soy una diva, y eso fue un gran reto para mí”, aseguró Streep.
“Me encanta interpretar a alguien que llega a un lugar y piensa que es el centro de atención. Por supuesto que no lo es, pero adoro ese tipo de diversión. Todo el mundo se enoja con ella todo el tiempo, y eso también fue muy divertido”, explicó sobre este trabajo en el que la acompaña Nicole Kidman, como una cantante de Broadway relegada eternamente a la última fila del coro, y James Corden, en el personaje de su compañero de elenco en “Eleanor”, el fallido musical de ficción inspirado en la vida de Eleanor, la esposa del expresidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, que baja el telón el mismo día de su estreno cuando las críticas resultan demoledoras para la obra y sobre todo para sus protagonistas.
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Meryl Streep encarna a Dee Dee Allen, un ícono de Broadway que intenta contener los daños de un fracaso estrepitoso.
Fue genial interpretar a alguien tan vanidoso y tan exagerado, alguien tan narcisista, pero la verdad es que no soy una diva Fue genial interpretar a alguien tan vanidoso y tan exagerado, alguien tan narcisista, pero la verdad es que no soy una diva
Ante esa situación devastadora para sus egos, buscan la forma de reparar el daño a su reputación y se enfocan en una acción impactante que llame la atención de los medios. La oportunidad llega desde un pequeño pueblo de Indiana donde la estudiante de secundaria Emma Nolan (Jo Ellen Pellman) está experimentando un tipo de angustia muy diferente. La jefa de la Asociación de Padres y Maestros (Kerry Washington) le prohibió asistir al baile de graduación con su novia Alyssa (Ariana DeBose). Dee Dee y Barry se unen a otro par de actores, Trent (Andrew Rannells) y Angie (Nicole Kidman), y deciden que la situación de Emma es la causa perfecta para ayudar a resucitar su imagen pública.
Meryl Streep llamó la atención del público por primera vez en algunos proyectos de alto nivel: en 1977, “Julia”, dirigida por Fred Zinnemann y, en 1978, “Holocausto” y “El francotirador”, donde obtuvo sus primeras nominaciones al Emmy y al Oscar, respectivamente. No había partes pequeñas en películas o programas de televisión antes de esa fecha: ella parecía haber nacido para hacerlo. Pero, de hecho, había pagado sus cuotas durante años en escenarios de Broadway en producciones de prestigio.
Con los años se posicionó como una intérprete dúctil cuya carrera le valió tres Oscar. El primero en 1979 como mejor actriz de reparto por “Kramer vs. Kramer”, de Robert Benton y junto a Dustin Hoffman; el segundo, en 1982, como mejor actriz protagónica por su trabajo en “La decisión de Sophie”, de Alan Pakula, y el último en 2011 como mejor actriz protagónica por su interpretación de la exprimera ministra británica Margareth Thatcher en “La Dama de Hierro”, de Phyllida Lloyd.
Las nominaciones no dejaron de sucederse a lo largo de los años por encarnar los más diversos personajes, del drama a la comedia. Así ocurrió con el drama biográfico “Los papeles del Pentágono” (2017), de Steven Spielberg, que relata el desempeño de Katharine Graham, la titular del diario The Washington Post, ante la revelación de documentos comprometedores del gobierno durante la Guerra de Vietnam, o la comedia “El diablo viste a la moda” (2006), de David Frankel, donde interpreta a la autoritaria editora de una revista de modas.
Streep, formada en el teatro de Nueva York donde interpretó mayormente a los clásicos contemporáneos, demostró tener un sutil registro actoral para encarar comedias como en el filme de Frankel y ahora en “El baile”, en dos personajes que tienen varios puntos de contacto. En el último caso, además, interpreta un rap en el tema de los créditos finales.
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Andrew Rannells, Meryl Streep, James Corden y Nicole Kidman.
Así ocurre en la canción original del filme “Wear Your Crown”. “Escribimos una canción que era triste, pero no encajaba con el tono de la película”, recordó Murphy. “Luego llegamos al final de la película con aquela secuencia de diseño del crédito final. Cuando vi eso pensé que necesitábamos una canción de crédito final sobre las mujeres. Se trata del poder femenino en la película. Le dije al equipo de compositores «Hagamos algo optimista, que podamos enviar a la gente en forma de celebración y que todas las actrices hagan las pistas vocales. Además, hagamos que Meryl rapee». Todos me miraron como «¿Qué?». Y les dije: «Quiero que ella rapee, necesito que lo haga!». Se rieron y escribieron la canción «Wear Your Crown», que es optimista y te hace sentir bien. Creo que no hay nada que Meryl no pueda hacer. Tiene un mensaje de lucha contra la intolerancia y de estar orgulloso de ser quien sos. Queríamos dejar a los jóvenes con ese sentimiento”, recordó sobre ese episodio.
Sin embargo, el combo que hace de “El baile” un musical dinámico, compacto y optimista, también fue responsabilidad del elenco, un grupo de actrices de distintas generaciones que van de Meryl Streep o Nicole Kidman a jóvenes referentes de Broadway como Ariana DeBose y la revelación que resultó Joe Ellen Pellman, ambas interpretando a la joven pareja que en la película lucha por su derecho a vivir su relación en libertad.
Meryl Streep - The Lady's Improving | The Prom 2020
Nicole Kidman aseguró, por su parte, que hacer “El baile” fue como ensayar para un show de Broadway. “Los bailarines de Broadway son increíbles, son muy sofisticados y yo pensé que nunca podría imitar cada pequeño detalle, cada gesto de las manos, cada movimiento... Pero tener a este equipo de personas animándome y haciéndome creer que podía hacerlo fue simplemente hermoso”, señaló Kidman.
“Por eso creo que ser bailarín y ser parte de una compañía es algo maravilloso, todos están allí ayudándose y animándose mutuamente. Ryan pudo crear eso para nosotros durante los ensayos, antes de filmar la película. Parecía que estábamos preparándonos para un espectáculo de Broadway”, afirmó la actriz.
La actriz revelación Joe Ellen Pellman se mete en la piel de la estudiante de secundaria Emma Nolan. Conseguir el papel en “El baile” fue todo un honor para esta joven intérprete. “Todavía no puedo creerlo. Ariana DeBose es un ícono de Broadway, alguien a quien he admirado durante toda mi vida y, de repente, la conozco en persona y comenzamos a hablar sobre nuestras vidas mientras nos preparábamos para hacer esta película juntas. Fue un placer conocerla y también conocer a Ryan Murphy”, confesó Pellman.
Para James Corden, ganador de un premio Tony y el actual anfitrión del programa televisivo estadounidense “The Late Late Show with James Corden”, trabajar con Ryan Murphy fue una experiencia magnífica. “Lo mejor de Ryan es que sabe exactamente lo que quiere, pero te da mucha libertad para que explores y encuentres cualquier cosa nueva que quieras hacer”, manifestó el intérprete y comediante británico.