Basta con leer el diario la propuesta en materia de seguridad delictual, para que se decante cómo piensan y los conocimientos de nuestros representantes. Como un lego, puedo brevemente inferir que el motociclista, en su gran mayoría, no son ladrones, pueden cometer infracciones de tránsito pero son trabajadores que buscan la comodidad de la motocicleta para trasladarse, por razones de economía y agilidad, y que compró su moto para ese fin. Las minorías, los motochorros (acompañados o no), obtienen las motos de procedencia ilícita, en su mayoría con guarismo adulterado, sin dominio identificatorio, (en muchos casos tratan de personalizarla de manera tal que el dueño al que le fuera sustraída, no la reconozca), y queda aún dentro de esa minoría, el motochorro que usa el rodado de su propiedad, posee toda la documentación, y elementos de seguridad, el casco, qué mejor elemento legal para esconder su rostro. Pero volviendo al uso del chaleco, no logro entender cómo se les ocurre que con esa medida van a prevenir el delito en moto (como si una cámara de video impidiera un robo). Al que delinque (vaya en moto o no), se le debe aplicar una pena, y no portar en su expediente muchos antecedentes sin sanción (de hecho conocida es la frase: “entran por una puerta y salen por la otra”, algo de cierto puede haber, y salen por la misma puerta que entraron, siempre hay fallas en un sistema), pero el funcionamiento del sistema penal, sólo lo menciono (se cometen delitos muchísimos más graves sin moto, pero es un tema que merece otro debate). Una propuesta útil sería intensificar aún más los controles en ese segmento (también en los otros), de forma estratégica, periódica y simultánea, en áreas comerciales por ejemplo, en zona norte por avenida Alberdi, al oeste en Echesortu, por el sur en avenida San Martín , Ayacucho, entre otras; y también cubrir las zonas bancarias. Hay que apostar al profesionalismo y dotar de recursos en las áreas encargadas de inspección y seguridad, y de los controles se obtienen dos resultados importantes, por un lado es un aporte indiscutible en materia de seguridad vial, y por el otro lado, es una forma de prevenir el ilícito en moto, recuerden que en un control eficaz se abarca a todo el segmento (con la minoría incluida, el motochorro). Asimismo, fomentar el uso responsable, prudente de la motocicleta. Crear carriles o calles exclusivas para su circulación, o prohibirles el uso en lugares peligrosos como pendientes resbaladizas, con adoquinados, Y para concluir, espero que se mejore la intensidad de las luces en la Legislatura, que parecen estar tenues.