El equipo está hoy al servicio del propio equipo. Con un Marco Ruben, goleador del torneo, en medio de una sequía de dos partidos, Central mantiene el invicto, lo que no lo baja del lote de vanguardia. Y mantener un invicto se puede lograr sin goles, pero si hay un sello distintivo con el que cuenta el Canalla es su capacidad para marcar. Lo hizo en los diez partidos que disputó. Pero el análisis pasa por otro lado. Por el hecho de entender de qué forma cuando a su máximo artillero se le moja la pólvora hay quienes salen en respaldo del equipo. Puede tomarse como un lunar que se trate de apenas sólo dos jugadores (Franco Cervi y Alejandro Donatti) los que aparecieron para convertir. Y hasta cabría el razonamiento de que la mayoría de los volantes ofensivos, los que suelen contar con una mínima cuota de gol, están convirtiendo poco. Pero, se insiste, los triunfos y las buenas campañas se sostienen a fuerza de goles y hoy Central está dando pasos firmes en ese sentido.
El primer dato fuerte, al que se torna imposible de soslayar, es que Central convirtió en todos los partidos que jugó. A veces alcanzándole para rasguñar un empate, como viene de suceder el pasado viernes en La Plata ante Estudiantes. Otras para ponerle la rúbrica a la superioridad futbolística. Y a partir de eso todo camino puede tener un buen atajo. Después sí está el análisis más fino, que tiene que ver con los jugadores que van estampando su nombre en la tabla de goleadores.
Si hay algo de lo que hoy el Canalla puede hacer gala es de saber contrarrestar ese (por ahora corto) tránsito sin festejos por parte de su máximo exponente en lo que a goles se refiere. Es que Ruben, que lleva nada menos que ocho gritos en el campeonato, hace dos partidos que no puede convertir.
¿Qué es lo que hace que otros jugadores aparezcan en momentos de estas características? La forma de jugar, sin dudas. Contar con un equipo que priorice la búsqueda del arco rival es una excelente plataforma de despegue. Suele ocurrir que a partir de la movilidad y la dinámica las chances se presenten en una frecuencia mayor. Esto puede ocasionar la ya vieja y conocida descompensación de la mitad de cancha hacia atrás, pero por ahora no parece ser el caso de Central, amén de que forme parte de otro tipo de análisis.
Apareció Franco Cervi primero y Alejandro Donatti después en cancha de Defensa y Justicia, luego de que Ruben cumpliera con su parte. Dijeron presente otra vez el volante ofensivo y el defensor unos días después, en el Gigante de Arroyito, frente a San Martín de San Juan. Y ocurrió algo similar en el último encuentro, cuando el zaguero fue el encargado, otra vez de cabeza, para lograr que el equipo del Chacho no perdiera el invicto.
Desde ese punto de vista hay una actitud en la cual puede descansar el entrenador y su grupo de trabajo. ¿Alcanza? Por el momento sí, aunque parecen pocos los nombres que vienen traccionando. No sería ni injusto ni descabellado pretender más de futbolistas como César Delgado, José Luis Fernández, Barrientos, Jonás Aguirre, todos ellos ya con demasiado rodaje, pero sin festejo hasta aquí. Sólo Franco Niell tuvo una aparición (en dos partidos) tan fugaz como eficiente.
De la capacidad goleadora de Ruben llegaron los porotos gordos. Pero se siguió sumando (con triunfo incluido) con el centrodelantero perdiendo algo de eficacia. Lo que no es poco. Que hayan aparecido apenas dos jugadores levantando la bandera del gol es un detalle, a tener en cuenta, pero un detalle al fin. Mientras haya alguien con capacidad de definición a Central le será mucho más sencillo mantenerse en el lote de los que prometen dar pelea.