El nombramiento por decreto de dos jueces en la Corte Suprema de Justicia causó una fuerte polémica con opiniones cruzadas entre referentes de la primera línea de la política que apoyan la decisión del presidente Mauricio Macri y afirman que "se ajusta a la Constitución" y otros que sostienen que es ilegal y atenta contra las instituciones.
El gobierno oficializó la designación de Carlos Fernando Rosenkrantz y Horacio Daniel Rosatti para completar las vacantes de Raúl Zaffaroni y Carlos Fayt en el máximo tribunal mediante la publicación del decreto 83/2015 en el Boletín Oficial, medida que se enmarcó en el artículo 99 de la Constitución.
Tras esa publicación, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, aseguró que la designación por decreto de jueces por parte del Poder Ejecutivo responde a un planteo de la Corte y consideró que la forma "es legal y constitucional".
"Con esta decisión, que está prevista en la Constitución nacional, el presidente está respondiendo a un pedido de la Corte, que se encuentra en una situación de emergencia porque no puede funcionar normalmente con tres integrantes", señaló.
La medida produjo una catarata de críticas de la oposición y de dirigentes del mismo frente Cambiemos, tras lo cual el presidente de la Cámara de Diputados, el macrista Emilio Monzó, salió a defender las designaciones de Rosenkrantz y Rosatti. Ambos fueron nombrados en comisión, lo que supone ponerlos directamente en funciones hasta que sus pliegos sean tratados por el Senado, con vencimiento de esta situación provisoria el 30 de noviembre de 2016, cuando finaliza el período de sesiones ordinarias del Congreso.
"No es un atropello a las instituciones, es algo bien fundamentado, con dos personas con antecedentes impecables", argumentó Monzó en relación con Rosenkratz, rector de la Universidad de San Andrés, y Rosatti, ex ministro de Justicia de Néstor Kirchner en 2004, año en que justamente fue nombrado en la Corte Suprema el actual presidente del cuerpo, Ricardo Lorenzetti.
Precisamente, Lorenzetti afirmó que son "bienvenidos" los dos nuevos integrantes de ese cuerpo, pero eludió brindar una opinión sobre la manera en que fueron nombrados y aclaró que el gobierno no consultó al Tribunal sobre esa medida. La vicepresidenta Gabriela Michetti, por su parte, aseguró que la decisión de Macri "está ajustada a la Constitución", pero aclaró que integrarán definitivamente el tribunal "solo si el Parlamento así lo decide".
"Todos sabemos que la Corte no puede funcionar con tres miembros si hay un desacuerdo", señaló Michetti en un comunicado y afirmó que "no es verdad que Mauricio Macri esté eludiendo al Parlamento" porque "todo esto entra en discusión cuando comience el trabajo de sesiones ordinarias en el Senado".
También salió a defender a Macri uno de sus dos principales aliados políticos de la coalición Cambiemos, el radical Ernesto Sanz, quien señaló que el decreto es "legitimo, legal y constitucional" y que tiene como "objetivo garantizar la gobernabilidad".
En cambio, no se pronunció la otra socia de Cambiemos, la diputada y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, aunque sí lo hizo su colega de bloque Fernando Sánchez, quien se distanció de la decisión de Macri. Sánchez sostuvo que los jueces de la Corte deben ser designados "por la vía ordinaria establecida por la Constitución y el decreto establecido por Néstor Kirchner que da transparencia".
En contra también se manifestaron dirigentes del radicalismo, como el senador Julio Cobos, el constitucionalista y ex diputado radical Ricardo Gil Lavedra, y el diputado nacional Ricardo Alfonsín. "Me sorprendió. Entiendo la decisión en términos políticos, pero en lo que toca al Estado de Derecho es insostenible. Tienen buenos antecedentes pero no serán jueces independientes", expresó Gil Lavedra.
En el Frente para la Victoria, la diputada Juliana Di Tullio criticó con dureza las designaciones y dijo que se trata de "un decisión propia de un dictador", mientras el presidente de la bancada kirchnerista de la Cámara baja, Héctor Recalde, afirmó que el decreto "lesiona la independencia de la Justicia".
A su turno, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, cuestionó la forma en que fueron designados Rosenkrantz y Rosatti, a la que consideró "horrible", y le pidió al presidente que "corrija el error".
El ex ministro de la Corte Raúl Zaffaroni aseguró que el nombramiento en "comisión amenaza a todo el Poder Judicial" y advirtió que "está crujiendo" el estado de derecho.
La despedida
El ex juez de la Corte Suprema de Justicia Carlos Fayt se despidió del máximo tribunal tras 32 años en el cargo y pidió que “celebren un país libre. La Argentina va seguir viviendo en ustedes. No hay palabras para expresar la actitud a todo lo que yo personalmente siento para ustedes. Un gran abrazo”, sostuvo el ex magistrado.