Como caso insólito acontecido en Argentina, en cuanto a la diferencia con otros países, se produce un hecho que debería ser registrado en el libro record Guiness. Más de 115 notas con la misma finalidad fueron publicadas en La Capital, en la sección cartas de lectores, todas relacionadas con la disconformidad de diversos jubilados considerados aportantes, quienes religiosamente contribuyeron con sus correspondientes aportes a la caja con la cantidad de años o más de los establecidos. Semanas tras semanas, manifiestan con sus escritos sus amarguras y las injusticias de las medidas y disposiciones de las que fueron víctimas, por la cuales le redujeron el sueldo a menos de la mitad, denegándole años tras año el 82 por ciento móvil de su sueldo real. En la mayoría de los casos sus sueldos son pagados con el resultante del nombrado "haber mínimo", migajas de dinero que en épocas anteriores eran llamadas "pensión a la vejez" o jubilación a los que jamás aportaron. Los jubilados, en cierta forma, están de acuerdo que los que nunca aportaron cobren una jubilación. Pero no que el dinero para ese fin provenga de los despilfarros que se efectúan en el país. Respecto al citado libro es para que quede registrada la inusitada e importante cantidad de notas publicadas sobre el tema. En un deseo imaginario de todos, también sería importante que en una asamblea de jubilados estén presentes titulares y responsables de esas injusticias, entre ellos Amado Boudou y Diego Bossio y se los obligue a leer cada uno de esos escritos y posteriormente a que ellos publiquen también en estas columnas el descargo a las afirmaciones sobre las cuales, los aportantes llaman "fechorías orquestadas".