No creo que haya un ciudadano contrario a la reimplantación del 82 por ciento móvil para los jubilados. Se considera uno de los actos de justicia más sensibles y esperados por toda la sociedad desde su arbitraria derogación. Convengamos además que en cada trabajador activo hay un futuro jubilado. La puesta en el plano de la disputa política tiene sin dudas un tono oportunista. Hay en la atmósfera una clara ansiedad electoral perentoria de parte de los candidatos para el 2011, varios de los cuales deberían sentir vergüenza por su complicidad a proyectos neoliberales del pasado reciente. Tanto a favor de la privatización del sistema previsional como sobre el congelamiento de haberes jubilatorios durante la década del 90, y posteriormente la rebaja del 13 por ciento decretada desde el gobierno de la Alianza. En el presente existen millones de ancianos incluidos de un modo u otro en el sistema. Centenares de miles de estos jubilados pleitean contra la Ansés por reajustes en medio de largas y tediosas demandas judiciales. A la vez sabemos que dicha entidad se hace cargo de planes laborales, pensiones no contributivas y de la Asignación Universal por Hijo. El flujo de dinero que reparte es colosal y por ello requiere una mesurada administración. No obstante y conforme a ciertas premisas esenciales sería factible rescatar este legítimo y digno derecho-beneficio para nuestros ancianos. Gobierno, más oposición, interpretando la necesidad tal cual y no como botín político-electoral tendrían la ocasión de consensuar una inquietud popular socialmente indivisible a partir de las siguientes normativas. a) Lograr índice cero de trabajo en negro, b) restitución de las alícuotas de aportes patronales al rango anterior de 1993, c) realizar una reforma tributaria acorde con los apremios de nuestra era, basados en el desarrollo permanente de todas las áreas constitutivas de una nación moderna; de manera que grandes fortunas y propietarios de considerables extensiones agrícolas hagan aporte a hombres y mujeres que a través del tiempo le dieron con su trabajo el nivel de riqueza que poseen. Solo así será justicia sin especulaciones.