La directora de la Escuela Provincial Nº 550 Cooperación Escolar, de Granadero Baigorria, Claudia P., y la mayor parte de la cúpula directiva de ese establecimiento del barrio Los Paraísos fueron finalmente desplazados ayer de sus cargos por parte de las autoridades educativas provinciales. La medida se tomó luego de que se recibiera en los últimos días una serie de denuncias por presuntos abusos contra alumnos y alumnas por parte de la máxima responsable de la escuela, y en el marco de numerosos reclamos por otras irregularidades por las que también se apartó a personal subalterno.
La cartera educativa dispuso que un grupo de entre tres y cinco supervisoras se haga cargo desde hoy y transitoriamente de la conducción del establecimiento, ubicado en calle Catamarca 1093 del barrio Los Paraísos, y vecino a la ciudad deportiva de Rosario Central.
Los hechos trascendieron luego de que la semana pasada, tras una serie de consultas hechas por padres de algunos alumnos, el abogado de una de las familias, Javier Minetti, efectuara las correspondientes denuncias ante la seccional policial 24ª de la localidad. Allí, la máxima autoridad del colegio fue denunciada penalmente por un presunto caso de abuso sexual ejercido sobre un niño de 8 años.
Según trascendió, la mujer además es investigada por el Ministerio de Educación por otras irregularidades, como maltrato y discriminación a los alumnos y tras los hechos se dio intervención al Centro de Orientación a la Víctima, dependiente de la Defensoría del Pueblo de Rosario.
Según Minetti "los hechos se iniciaron cuando se percibió que la docente en cuestión, Claudia P., retiraba alumnas de sus clases y las llevaba a su despacho para pedirles que la peinaran y le acariciaran el cuero cabelludo, siempre con música de fondo".
Los primeros testimonios de personas allegadas a los hechos señalaban que "en principio, la cosa no pasaba de allí", pero según Minetti, el jueves pasado una mamá llegó a su estudio jurídico y le informó que "su hijo hacía un mes que no quería ir a la escuela, que el pequeño lloraba cuando lo llevaban y que, tras preguntarle varias veces, el niño finalmente contó que le tenía miedo a la directora porque lo tocaba", explicó el letrado en declaraciones a FM Horizonte.
Decisión. La Capital intentó sin éxito ayer hablar con la titular de la Región VI de la cartera educativa provincial, Marta Díaz. No obstante, la funcionaria sostuvo en diálogo con LT8 que la noticia sobre las denuncias fue recibida en esa dependencia el pasado viernes, y que ya en la noche de esa misma jornada las autoridades educativas se reunieron con los padres. Según Díaz, "les comunicamos la decisión de poner a la escuela en lo que denominamos estado de reorganización. Y al día siguiente el equipo directivo no estaba más en el establecimiento".
Al explicar los pasos a seguir, la delegada regional de Educación señaló que desde la dependencia educativa "no se juzga, sino que se realiza una investigación y se toman testimonios entre los que cuentan los de otros docentes de la escuela. El pasado sábado también se dio intervención al Centro de Asistencia a la Víctima, que inició una serie de pericias psicológicas para determinar lo que pasó y preservar la salud del chico".
A su vez, Rubén, padre de una alumna que sin ser víctima de los hechos dio testimonio de lo que ocurría, confirmó en declaraciones a este diario que los casos que han salido a la luz son sólo los recientemente denunciados, pero que han sido "muchos más a lo largo de los tres años que esta docente está al frente de la escuela". También consideró que el Ministerio de Educación provincial "minimizó en su momento" la situación.
Según este padre, la directora impulsaba un juego consistente en encerrarse en la oficina de la dirección con música de fondo. "Nuestros hijos se callaban, pero uno ve cuando están nerviosos y ocultan algo. Por eso comenzamos las consultas", remató.