Un preso que había sido contratado por un policía para matar a su novia en un camino rural de Casilda fue condenado en un juicio abreviado a 5 años y medio de prisión, la misma pena que en mayo pasado recibió el efectivo en un acuerdo similar entre las partes. Con esta medida, consentida por el acusado, se cierra el trámite penal por el ataque cometido en enero de 2010 y por el que la víctima quedó con múltiples secuelas tras reponerse de 17 puñaladas.
Juan Carlos Valentini, de 49 años, estaba en libertad condicional cuando cometió el brutal ataque contra Silvana Giménez en las primeras horas de 2010. El preso fue acusado de irrumpir en un camino rural donde la chica de 26 años estaba con su novio policía en un auto, para simular un robo y aplicarle 17 puñaladas que la dejaron agonizante en la zanja de un camino rural, en la madrugada de ese Año Nuevo.
Abreviado. Valentini fue acusado de actuar por encargo de Raúl Jesús Vitar, quien habría ordenado el ataque porque la relación secreta que mantenía con Silvana ponía en riesgo su vínculo formal con su otra novia. En agosto pasado el policía fue condenado a 5 años y medio de prisión en un juicio abreviado, es decir, un acuerdo entre sus abogados y la fiscal de la causa, Graciela Argüelles.
El policía había reclamado ser sometido a un juicio oral pero finalmente aceptó esa pena. Para someterse al acuerdo, debió reconocer su participación en el delito y no podrá acercarse a la casa de la chica. A cambio, la calificación legal del delito se atenuó y recibió una pena más baja.
Bajo idénticas condiciones ahora suscribió un acuerdo Valentini, ejecutor del ataque, quien recibió la misma pena. En su caso, contaba con una condena anterior a 4 años y medio de prisión, la misma que estaba cumpliendo en libertad condicional cuando ocurrió el intento de homicidio de la joven. La nueva pena fue unificada con la anterior, lo declararon reincidente y deberá cumplir una única condena a 9 años de cárcel.
El juicio abreviado se cerró entre Valentini, la fiscal Argüelles y la defensora general Nº 7, Claudia Torielli. Para suscribirlo, el preso admitió haber cometido el delito. Había sido enviado a juicio por intento de homicidio calificado —por ser a cambio de dinero— pero la calificación se bajó a homicidio simple. A esto se le sumó la figura de robo agravado por el uso de un arma de fuego, ya que a la víctima le robaron dinero y el celular.
Tras la firma del convenio Valentini se presentó ante el juez de Sentencia Julio Kesuani y manifestó que estaba de acuerdo con la pena. Tras declarar la admisibilidad formal del convenio, en los próximos días será homologado por el magistrado. Así, el caso se cerró sin un juicio ordinario pero con la confesión de los dos imputados. Sigue en trámite un reclamo civil de la chica para ser indemnizada por las lesiones sufridas.
Simulacros. Al momento de ser apuñalada, Silvana salía desde hacía tres meses con Vitar, que mantenía con ella una relación paralela a su noviazgo formal. A la 1.30 del 1º de enero de 2010 el policía pasó a buscarla en auto por una casa que ella cuidaba.
Minutos después, en un viejo camino a Fuentes que lleva a la casa de Silvana, Vitar se detuvo y entonces irrumpió en escena un hombre robusto, de pelo enrulado, que la amenazó con un arma en el simulacro de un asalto.
Mientras Vitar permanecía inmóvil en su asiento, la chica fue arrojada al piso por el atacante que la hizo arrodillar, le sacó los zapatos, le pegó y le aplicó 17 puñaladas. El ataque fue tan cruel que la joven, a su vez, simuló estar muerta para que dejaran de torturarla. Entonces, luego de patearla y creer que yacía sin vida, los agresores se fueron.
Completamente ensangrentada, ella le hizo señas a un auto que pasó por el lugar y la trasladaron al hospital, donde comenzó la lenta recuperación de las heridas en el tórax que le provocaron una insuficiencia respiratoria, disminución en sus órganos y el acortamiento de un dedo.
Desde un primer momento ella culpó a su novio por el ataque. Tras la detención de Vitar se detectaron en su celular mensajes en los que ofrecía 500 y mil pesos a Valentini para eliminar a la chica porque comprometía la relación formal con su novia.