Arroyo Seco.- Los esfuerzos siguieron sin resultados positivos para rescatar el buque liberiano encallado en el Paraná desde hace una semana a la altura de esta ciudad, en el kilómetro 390. La embarcación continúa siendo un obstáculo para el paso de los grandes barcos transportadores de granos y otras mercaderías y ayer se estimaba que sumaban unas cien las naves que aguardaban para cargar y descargar en los 25 puertos ubicados a ambos lados del sector obstruido. Sólo los de pequeño porte pueden circular.
Las tareas de remolque de la nave, a cargo de cuatro embarcaciones privadas, se encuentran bajo la coordinación de Prefectura Naval Argentina y del Centro de Control de Tráfico Rosario para la regulación de la navegación, según comunicó el Ministerio de Seguridad de la Nación. Si bien en un principio sólo se utilizaron tres remolcadores contratados por la fuerza de seguridad, anteayer se consideró necesario agregar uno más para reforzar el desplazamiento paulatino del gigante africano Aristeas P, que tiene 189,94 metros de eslora (largo), 28,45 de manga (ancho), 15 de puntal (alto), y 9,96 metros de caladura.
La embarcación, que contiene 30.516 toneladas de subproductos de soja, es originaria de Liberia. El martes 17, luego de cargar en Puerto San Martín, emprendió el retorno con destino a Gran Bretaña, pero se topó con un gran banco de arena y barro, quedando atrapada. La consistencia arcillosa del suelo obraría como una "ventosa" y de allí la dificultad de los remolcadores para remover el barco.
LaCapital dialogó ayer y anteayer con referentes de Prefectura, el Ministerio de Seguridad de la Nación y del Centro de Control de Tráfico de Rosario. Salvo el envío de una gacetilla oficial de la cartera nacional, ninguno de estos organismos precisó datos sobre cómo fue posible que encallara la nave y quedara varada en forma perpendicular a la vía navegable ni cuándo se logrará finalmente removerla.
Demorados. Sólo las naves de hasta 160 metros de eslora pueden bordear el Aristeas P y navegar por afuera del canal, por lo que ayer casi cien barcos permanecían demorados, lo que impide cargar granos y derivados en el área portuaria de Rosario, una de las mayores terminales agrícolas del mundo. Incluso algunas terminales anunciaron la suspensión en el otorgamiento de cupos para la recepción de maíz y trigo con destino a embarque.
"Hoy el barco está obstruyendo totalmente la navegación", dijo Guillermo Wade, gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas, quien estimó que al menos 80 buques están esperando para cargar en los puertos de San Lorenzo, San Martín y Timbúes, en el área de Rosario, mientras que más de 15 barcos con carga están detenidos sobre el río Paraná porque no pueden pasar.
En tanto, según el sitio web oficial de la Prefectura Naval, la altura del río en Rosario se situó ayer en 1,66 metro y con una tendencia descendiente por lo que el trajinar de los graneleros que en esta época surcan el Paraná en busca de la cosecha podría comenzar a complicarse más aún, descontando que el buque africano se retire en breve.