Estamos acostumbrados a creer que los políticos son los únicos que nos mienten, prometiendo lo que nosotros queremos escuchar, sabiendo que nunca lo van a cumplir. Pero mentir no es sólo privativo de estos. En mi barrio, Lisandro de la Torre, (ex Arroyito), hay una pareja de “vecinos” que se autotitulan “referentes barriales” y dicen pertenecer a una denominada “Nueva agrupación...”. En realidad no representan a nadie, sino a ellos mismos, y a sus propios intereses. Es frecuente como utilizan diferentes medios para tratar de hacernos creer que se preocupan por el prójimo, que trabajan para beneficio del vecino. Estos “figuretis”, que en la Argentina hay muchos, nos hablan de la independencia de todo color político, cuando en realidad ellos son dependientes de un partido político. Entre otras malas, se atribuyen logros de otros como propios, aprovechándose de la buena voluntad de los demás. Por eso es hora de desemmascarar a toda esta casta de oportunistas que sin ser políticos juegan a serlo.































