Hoy, a las 10, se firmará el acuerdo para que los trabajadores de Cotar pueden hacerse cargo de la planta y quedar al frente de las operaciones de la tradicional firma láctea rosarina. Se trata del primer paso para recuperar la fábrica que se encuentra atravesando una grave crisis desde hace varios años. El paso siguiente es lograr la personería jurídica que se tramita en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) para formar una cooperativa y, según anticiparon autoridades, podría salir en 10 días.
El acuerdo que se rubricará entre Cristian Esquivel en representación de los trabajadores y como referentes del Consejo de Administración de Cotar, Bernardo Arocena, presidente, y Omar Manoni, secretario, será por el uso de las instalaciones y la planta por 90 días, un contrato prorrogable por 90 días más.
Durante este tiempo es probable que finalmente Cotar admita que no puede hacer frente a sus compromisos y presente su quiebra. Si eso ocurre se buscará que los trabajadores reciban como parte de pago por sus indemnizaciones la maquinaria y planta para hacerse cargo cien por ciento de la láctea y convertirse así en una empresa recuperada.
Cotar aproximadamente debe 1.200 millones de pesos, unos 540 millones son de Afip y 660 millones corresponden a salarios, proveedores, servicios y clientes. Una cifra más que abultada.
La Cooperativa de Tamberos de Rosario se presentó en concurso preventivo de acreedores en el 2000 y, aunque este proceso está cerrado no está homologado. Tenía al frente hasta hace dos meses a Comas SRL, una administradora que tampoco pudo remontar las deudas, por el contrario, también sumó pasivos.
Los trabajadores denunciaron que de un día para el otro la administradora desapareció y por eso se pusieron al frente de la láctea. Cotar tiene 141 trabajadores, se sumarían todos a la cooperativa, menos unos 10 ó 12 que están pronto a jubilarse.
Aunque Comas SRL tiene un contrato para explotar la marca y un usufructo de la comercialización de los productos hasta junio, ya dejó la gestión de la firma. “Desde el 11 de marzo que esta gente nos abandonó. Un viernes no cobramos, nos pagaban por semana, no se presentaron en la planta, no trajeron materia prima ni insumos para procesar. Entonces fuimos con unos pocos compañeros y agarramos el timón de la empresa porque quedamos acéfalos. Con una autogestión conseguimos un poco de leche para procesarla, venderla para hacer la rueda financiera. Estamos siendo una cooperativa de trabajo de hecho y por eso nos animamos a pensar en formar realmente una cooperativa”, relató Esquivel a este diario.
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A partir de la firma del contrato de hoy los trabajadores esperan que pueda cambiar el rumbo de Cotar y como cooperativa recuperar la confianza de los tamberos y ganar mercado dentro de la ciudad, para escalar nuevamente en otras regiones como en la época de esplendor de la láctea. De a poco, la tradicional marca rosarina fue quedando fuera del mercado y hoy casi que trabajaba a fasón, para terceros, ya que no podía hacerse de la materia prima por falta de efectivo. La leche es un insumo que se paga con plata en mano, o por haber generado redes de mucha confianza y los tamberos ya no financiaban más las compras de Cotar dado que sabían que no cobrarían.
José Abelli, asesor del ministro de Desarrollo Productivo de la Nación Matías Kulfas y referente local del movimiento cooperativo, adelantó que cuando esté la personería jurídica de la cooperativa se la podrá ayudar con fondos para hacerse de la materia prima y producir.