El Senado provincial le dio media sanción este jueves al Programa de uso sustentable de Biocombustibles, que promueve la utilización masiva de biocombustibles tanto en estado puro o en el mayor nivel posible de mezclas con combustibles fósiles en el transporte público, vehículos oficiales y actividades privadas, en todo el territorio provincial. Federico Pucciariello, de la Liga Bioenergética, destacó la importancia del proyecto al señalar que “Santa Fe siempre estuvo a la vanguardia en biocombustibles, siendo la primera provincia en tener una ley, y esta nueva iniciativa es muy relevante porque establece una política de Santa Fe y de alguna forma le marca la agenda a la Nación”. El empresario destacó además que la industria de los biocombustibles genera actualmente en la provincia 9 mil empleos directos y hasta 15 mil indirectos.
La iniciativa, impulsada por el sanlorencino Armando Traferri, integrante del bloque del Nuevo Espacio Santafesino (NES), con el acompañamiento de Felipe Michlig (San Cristóbal), Lisandro Enrico (General López) y Hugo Rasetto (Iriondo), y aprobada por unanimidad, procura fortalecer la producción de estos combustibles renovables, de los que Argentina es la primera exportadora a nivel mundial, concentrando en Santa Fe el 80 por ciento de esa generación. El proyecto que tiene media sanción de la Cámara Alta y ahora será tratado en Diputados estipula que deberá usarse biodiésel, bioetanol o los combustibles renovables que pudieran surgir en la actividad agrícola y ganadera, el transporte de cargas de productos agropecuarios, los espectáculos públicos, las empresas de logística, encomiendas, correos, los vehículos de la flota del gobierno provincial, municipal y de las empresas del Estado, las contrataciones de servicios y de obras públicas, las empresas de transporte de pasajeros, generación eléctrica y las operaciones de suministro de combustibles para buques amarrados en puertos situados en el ámbito de la provincia o en rada para ingresar, cargar o descargar en dichos puertos.
Para dar cumplimiento al programa se establecen una serie de criterios. Por ejemplo, el texto señala que en los pliegos de contratación de obras públicas y/o servicios se deberá incorporar la exigencia de uso de biodiésel al 100 por ciento (B100) en los equipos que se utilicen, en la medida que sea técnicamente viable y no se encuentre prohibido expresamente por el fabricante de los mismos o sus certificados de garantías estableciendo una proporción de acuerdo al tipo de la obra o del servicio. También se contemplan el otorgamiento de exenciones impositivas para aquellos privados que adopten las acciones necesarias para dar cumplimiento a esta iniciativa. Además, se explicita que todas las empresas de transporte público “que sean beneficiarias del subsidio provincial que se otorga a las mismas, o de cualquier otro subsidio a crearse en el futuro, deberán utilizar obligatoriamente combustible biodiésel al 100 por ciento”.
“Somos la única provincia del país que tiene los cuatro biocombustibles, bioetanol de caña, bioetanol de maíz, biodiésel pyme y biodiésel industrial. Hemos comprobado que con el uso de biodiésel en el transporte público bajamos las emisiones de contaminantes. El Senado en su conjunto ha decidido que hay que seguir apoyando a estas industrias, que son tan importantes para Santa Fe, también por la generación de empleo. Santa Fe tiene 3,5 de los cuatro millones de toneladas que se desarrollan en el país. En Santa Fe también tenemos la mayor cantidad de pymes, en numerosas localidades. Es una industria muy diversificada”.
Pucciariello evaluó, además, que Santa Fe es “una provincia energética” que produce “el 10 por ciento de los combustibles del país y no tiene regalías”. “No tenemos noción de nuestras propuestas potencialidades enormes. Además, somos el punto exportador más importante del país. Mucho de lo que se agrega de valor se aporta desde para una cantidad de pymes tremenda, de todo tipo, desde el sector alimenticio, el químico, la oleoindustria y la cosmética. Eso es lo que el senador Traferri vio al apoyar a esta industria. Y que el Senado lo sacó en una sesión relevante por lo histórico”.
El miembro de la Liga Bioenergética razonó, asimismo, que “el hecho de poder procesar la oleoginosa en Santa Fe genera una cantidad de regalías importantes. Porque no es lo mismo exportar una tonelada de soja, a valor commodities, fijado por China, que una tonelada de soja procesada en Argentina a valor subproducto. Hay quince productos que salen de una tonelada procesada. Por eso es muy importante evitar la primarización y avanzar en la industrialización de todo lo que procesamos”.
Por su parte, Traferri señaló: “Los biocombustibles son un importantísimo aporte al medioambiente y al cuidado de la salud porque son un producto renovable, biodegradable, no tóxico, libre de azufre y elementos cancerígenos, promoviendo la responsabilidad social de las empresas que lo elaboran y las sociedades que lo consumen”. Y agregó: “Haciendo una comparación con la producción de petróleo, la capacidad instalada de producción de biodiésel en Santa Fe equivale a 58.000 barriles por día, lo que es igual a la suma de la producción petrolera de varias provincias argentinas que explotan ese recurso mineral”.
Actualmente, según se destaca en el proyecto del programa de usos sustentable, la incorporación del biodiésel al consumo de combustibles fósiles interno permite al país el ahorro anual de 550 millones de dólares en divisas en importaciones de gasoil y aporta 270 millones de dólares en materia de recaudación fiscal. Además, se exportan 1.000.000 de toneladas, unos 700 millones dólares. Por otra parte, la adición del bioetanol al consumo de combustibles fósiles permite el ahorro de 450 millones de dólares en divisas en importaciones de naftas y aporta 225 millones de dólares en materia de recaudación fiscal.
“Argentina es el tercer exportador mundial de poroto de soja que es el producto primario, pero es el primer exportador mundial de aceite, harina y biodiésel de soja, superando ampliamente a Brasil y Estados Unidos, lo cual determina y expone claramente la capacidad y posicionamiento agroindustrial del país en el mundo”, concluyó, por su parte, Traferri.