“Hay que declarar la emergencia cambiaria y recomponer las reservas del Banco Central”. Para el economista Alejandro Barrios, docente de las universidades nacionales de Moreno y Buenos Aires, el pecado original de la delicada situación económica actual es no haber retenido el superávit comercial de u$s 30 mil millones que se registró en los últimos dos años. No lo atribuye a un festival de importaciones, que entiende que no existe, sino al pago de la deuda externa privada, principalmente. En ese sentido, consideró que el gobierno debería declarar la emergencia cambiaria con el objetivo de cuidar hasta el último dólar del Central, una herramienta que entiende clave para contener las presiones inflacionarias. Opinó que el gobierno debe avanzar en la convocatoria a un acuerdo social. Barrios, referente económico de la militancia peronista, ex subsecretario de Política y Gestión Comercial Externa del Ministerio de Desarrollo Productivo, habló la semana pasada a sala llena en la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario (AEC).
_Vivimos horas complicadas en materia cambiaria y con el gobierno a la defensiva. ¿Cómo llegamos a esto?
_Llegamos a esto por una falta de mirada sobre la historia económica argentina de los funcionarios que tuvieron a su cargo la administración de las reservas del Banco Central. Porque en 2020 y 2021 el pueblo argentino hizo un esfuerzo muy grande para tener superávit comercial. Ese superávit implica que a veces pague precios un poco mayores que los internacionales para determinados satisfactores de necesidades. Pero lo hace porque permite cuidar a la industria nacional e implica generación de puestos de trabajo. Ese esfuerzo que hizo el pueblo para tener un saldo neto de casi u$s 30.000 millones en estos tres años no está en las reservas del Banco Central. Y cada vez que el Banco Central tiene un stock de reserva con tendencia decreciente y en niveles tan bajos, la economía argentina tiene este tipo de situaciones como que la estamos viviendo hoy. No es extraño. Era una cosa previsible y no se tomaron las acciones que se hubiesen requerido en el 2020 y en el 2021.
_ Se habló en un momento de festival de importaciones. No es una afirmación con la que estás de acuerdo.
_ No existe tal nivel de festival. Las cantidades importadas son muy similares al 2013. Entonces si en el 2013 no había festival de importaciones, ¿por qué habría festival ahora, ocho años después? No se toma en cuenta que Argentina está importando energía con nuevos precios y con nuevas cantidades. Los niveles de importación de energía se han más que duplicado respecto al 2021 y la composición de las importaciones argentinas son mucho más económicamente justificadas que la del 2013. Las importaciones de bienes de capital, intermedios y piezas y accesorios para bienes de capital son, en la composición, mucho mayores que las del 2013. De todo lo que importamos, la mayoría está relacionad con inversiones productivas. Hay poco para apagar la música de ese festival. Poco menos de 15% son bienes de consumo para achicar ese nivel de importaciones.
_¿Por dónde se fueron los dólares y por dónde se puede frenar su salida?
_Los dólares se fueron por pagos de deuda privada externa. Se permitió que las empresas no refinanciaran esas deudas y se las habilitó a recurrir a las reservas del pueblo argentino para pagarlas. Se permitió que muchas remesas se concretaran. Recién ahora se tiene una política un poco más restrictiva sobre el dólar turista. O sea, se manejó la situación de las reservas con un nivel de libertad ajena a la situación a la que se enfrenta cada vez que asume un gobierno popular, que no recurre al endeudamiento externo para financiar. Los gobiernos populares no refinancian esos gastos corrientes del sector privado con deuda, lo financian con superávit comercial. Pero ese superávit debe estar destinado a la producción. Cuando salgamos de la emergencia va a estar todo bien y volveremos a lo niveles de 2007, cuando no había cepo. No es un problema ideológico. En 2007 la gente que quería viajar viajaba, la que quería ahorrar en dólares ahorraba, y no había ningún problema. Pero teníamos las divisas y hoy no las tenemos.
_¿Es posible decretar la emergencia cambiaria?
_Ojalá se reimponga ese decreto de 1964, a través del que se daba cuenta de una realidad, que es la emergencia cambiaria que tiene esta economía. En 2019 tuvimos emergencia social, emergencia productiva emergencia de empleo y no declaramos la emergencia cambiaria. Y sabemos que en este país la única mercancía escasa que hay es el dólar. Con lo cual deberíamos vivir por un tiempo en emergencia cambiaria, hasta que lleguemos a ese escenario de mediano plazo que va a ser un boom exportador.
_¿A partir de Vaca Muerta?
_De eso y más. Toyota va a exportar casi toda su producción desde Argentina. Está la electromovilidad. Va a haber más exportación de energía y minería. Hay una probabilidad concreta de que lleguemos a 2030 con u$s 170 mil millones de exportaciones y eso no los libere de esta restricción histórica. Y en ese escenario sí tener un escenario más normal, en el que la clase media y media alta pueda acceder a la divisa.
_Hablás de estas proyecciones y de situaciones presentes, como el nivel de inversión, que se apoyan en el crecimiento de la economía. Ahora, incluso dentro del Frente de Todos hay sectores que le bajan el precio a ese crecimiento
_Los datos son los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos que está a cargo de Marco Lavagna. Nadie puede dudar de que haya alguna tergiversación. Y dicen que el motor de crecimiento del 2021 no fue el consumo sino la inversión. La utilización de la capacidad instalada de la industria sigue aumentando. O sea la economía real no está mal. Lo que está mal es el frente financiero. Estamos atravesando un escenario complejo financiero de difícil resolución.
_¿No falta un poco de relato dentro del mismo oficialismo sobre esto?
_Sí, uno de nuestros déficit es la comunicación. Y eso se vio agravado en estos últimos días. Personas salen a anunciar anuncios, no salen a decir que se está estudiando. Los funcionarios no hablan, declaran. Por lo tanto, dicen: a partir de ahora rige tal o cual medida. Algunos funcionarios han caído en esta confusión según la cual parece que llevar tranquilidad, es anticipar anuncios y la verdad que eso lleva más inestabilidad. Los actores económicos no son malos. Hay que darles estímulos de la política pública y los estimula la política. Y estos estímulos no se anuncian.
_¿Cuánto influye la crisis política en lo que está pasando en el mercado cambiario?
_ Mucho. Porque el mercado cambiario paralelo es, en términos cuantitativos, escaso. Pero en términos de señales es importante. No se puede decir que los precios no se manejan con el dólar blue. Es pecar de inocente. Los formadores de precios y hasta el último kiosco del barrio escuchan la televisión. No se puede ser tan simplista. ¿Es un mercado chico? Sí, pero es un mercado que se mueve por rumores, discursos, ataques especulativos. Hay que ser cuidadoso con lo que se declara y con lo que se le muestra al mercado. Y si se le muestra el mercado un gobierno con tanta disputa interna no ayuda a llevar tranquilidad. Lo que más necesita la economía son anclas nominales. Que el tipo de cambio va a ser tal, que la tarifa va a ser esta. Para recuperar algún grado de tranquilidad.
_Hay economistas que plantean la necesidad de un congelamiento de precios para frenar esta inercia inflacionaria.
_Más que un congelamiento unidireccional habría que hacer un acuerdo de precios con la CGT, los empresarios, un gran acuerdo social de salida de esta crisis y anclar expectativas nominales de salarios y de precios. Ese sería un escenario ideal. Y sería muy beneficioso para todos que la sociedad vea que se está yendo en ese sentido. Lamentablemente la oposición no va a participar de esa mesa, pero eso es así desde siempre. Pero a los actores económicos reales y concretos sí se los puede convocar.
_¿Fortaleciendo el nivel de reservas tenés medio partido ganado con el tema de inflación?
_Sí, sin dudas. En Argentina, que el mercado sepa que si viene por el peso va a tener un actor con mucho poder de fuego con el Banco Central, sirve. Reponer el estado de las reservas es fundamental. Por eso haber perdido u$s 30.000 millones de dólares de superávit de estos dos años es un pecado.
_¿Y es posible a esta altura del año recomponer algún nivel mínimo de reserva como para aguantar esta corrida?
_Sí. Se están haciendo cosas en el fondo de la olla para detener algún tipo de demanda. Es necesario el acuerdo con el sector agroexportador para que liquiden. Más allá de que en ese acuerdo uno deba arriar alguna bandera, la emergencia obliga a reponer las reservas, tranquilizar los precios y salir de esta situación coyuntural. Y en el mediano plazo, volvemos a nuestras a nuestros viejos programas de gobierno.