Aquel mes fue, al mismo tiempo, el preludio de la crisis cambiaria y de deuda que desató con la explosión del programa económico de Cambiemos. Desde allí, el declive fue profundo. Para octubre había 6.194.000 de asalariados privados registrados, 89 mil menos que en el mismo mes de 2015. En los últimos doce meses, en tanto, se perdieron 160 mil puestos en este sector.
Por lejos, la actividad que expulsó mayor cantidad de empleados en relación de dependencia fue la industria manufacturera: 167.400 trabajadores, un 13,3% menos que la plantilla de hace cuatro años. La construcción le siguió con 38.600 puestos, una caída de 8,4%. En transporte y comunicaciones se perdió el 4,5% del empleo asalariado privado registrado y el comercio y reparaciones 3,1%, es decir 33.500 trabajos menos.
Hubo actividades que sumaron asalariados en los úlitmos cuatro años, aunque con menor impacto en el empleo total. Es el caso, por ejemplo, del sector de suministro de agua, electricidad y gas, que repuntó 6,8%, aunque en términos absolutos esa cifra implique 4.800 trabajadores más. Efecto algo mayor tuvieron, en cambio, las actividades de enseñanza, con aumentos de 6,2% y 24.400 trabajadores, y servicios sociales y de salud,con 7% y 21.300, respectivamente.
En cuatro años, Tierra del Fuego fue la provincia que más sufrió la caída del empleo asalariado privado registrado. El derrumbe fue del 24,2%, y está asociado a los cambios que el gobierno nacional realizó a la política de promoción industrial y a la crisis de las ensambladoras electrónicas instaladas allí. Le siguieron San Luis y Formosa, con retracciones de 16,4% y 16,3%, respectivamente.
Dentro del lote en el que la destrucción de empleo privado se realizó a tasas de dos dígitos figuran también Catamarca (12,7%) y La Rioja (-11,3%), provincias golpeadas por el cierre de plantas de indumentaria, y santa Cruz (-11,8%), afectada por los traspiés de la producción petrolera convencional.
En un segundo lote se ubican provincias como Misiones (-9,1%), Río Negro (-7,5%), Chubut (-6,8%), Chaco (-5,8%), San Juan (-5,3%), Entre Ríos (-5%), Buenos Aires (-4,5%) y La Pampa (-3,7%).
Entre las provincias que menos empleo asalariado privado perdieron figuran Corrientes (-0,7%), Mendoza (-1%), Salta (-1,7%), Santa Fe (-2%), Santiago del Estero (.2,2%), Córdoba (-2,6%) y ciudad de Buenos Aires (-2,9%). Neuquén, donde yace Vaca Muerta, Tucumán y jujuy son las únicas que presentaron registros positivos: 6,1%, 3,8% y 3,7%, respectivamente.
Igual, las cifras absolutas adquieren otra dimensión. Así, mientras que en Neuquén, la provincia que más sumó empleo, la suba fue de 6.900 puestos, en la provincia de Buenos Aires se perdieron 88.900 empleos, en Córdoba 12.900 y en Santa Fe 10.200.
Esta pérdida de empleo fue acompañada por una caída de doce puntos en el índice que mide la evolución de la remuneración real de los asalariados del sector privado registrados, de 12 puntos entre octubre de 2015 y octubre de 2019.
En el universo de asalariados que suman 9.749.500, la retracción en los últimos cuatro años se ajustó al 0,6%, por el efecto compensador de los trabajadores en el sector público, que reúne a 3.216.500 y del personal de casas particulares, unos 499.300. En cuatro años de furia antiestatista, el empleo estatal creció 3,7%. En el caso del empleo doméstico, la suba fue de 12,1%.
El trabajo registrado total, que incluye asalariados y no asalariados, creció apenas 0,8% en los cuatro años, hasta llegar a 12.126.800 empleos. Estos 100.580 puestos más, un incremento menor al crecimiento poblacional, disfrazan la brutal caída del trabajo asalariado privado, con el aumento del empleo público y de monotributistas.
Aunque con poco éxito, los trabajadores no asalariados, unos 2.377.300, fueron al auxilio de las estadísticas laborales. Subieron 7%, impulsados por un crecimiento de 11,6% (156.205) en los monotributistas, que ya suman 1.624.300. En cambio, la cantidad de trabajadores autónomos bajó 3,2% mientras que la de monotributistas sociales se mantuvo estable (0,1%).
En el último año, los números son negativos en la mayoría de los sentidos. Se perdieron 61.600 trabajos registrados (-0,5%). Hubo 110.200 asalariados menos (-1,1%) y 160.900 asalariados privados menos (-2,6%).
Geografía del desempleo industrial
La caída del empleo asalariado registrado en la industria afectó a la casi totalidad del país el año pasado, con excepción de las provincias de Neuquén y Santa Cruz, según un análisis realizado por la Unión Industrial Argentina (UIA) a partir de los últimos datos oficiales disponibles, correspondientes al mes de octubre.
El estudio destaca en particular el caso de Neuquén, con un incremento interanual de 4.400 puestos de trabajo, impulsado por Vaca Muerta. Tierra del Fuego, con una retracción de 10,3% interanual, está en el otro extremo. En tanto, la provincia de Buenos Aires fue hasta octubre pasado la más afectada por la caída en absolutos. Perdió 52,8 mil empleso.
Laprovincia de Buenos Aires explica la mitad de la caída interanual del empleo industrial, en línea con su participación sobre el total nacional, de 41,5%.