El gobierno de EEUU anunció un acuerdo comercial con la Argentina, en el que alcanzó amplias ventajas comerciales y de inversiones a cambio de la apertura de ciertos mercados a productos agroindustriales. El entendimiento, que será elevado a firma una vez finalizado el texto definitivo, reformatea la relación entre ambos países, al influjo de la creciente dependencia política y financiera que el gobierno de Javier Milei desarrolló con la administración de Donald Trump. Esa vinculación se verificó en el endeudamiento con el FMI y con el reciente rescate del Departamento del Tesoro estadounidense al programa económico de Luis Caputo.
El acuerdo establece que Argentina otorgará preferencias arancelarias a exportaciones estadounidenses como medicamentos, químicos, maquinaria, tecnología, dispositivos médicos, vehículos y productos agrícolas. EEUU eliminará aranceles para ciertos recursos naturales no disponibles en su país y para artículos no patentados para uso farmacéutico. Por otra parte, ambos países mejorarán el acceso bilateral en carne vacuna.
El impacto en Santa Fe
Como socio comercial de Argentina, Estados Unidos corre detrás de China y Brasil. Pero en el acumulado de 2025 es uno de los pocos con el que se alcanza superávit.
En el caso de Santa Fe, las exportaciones a Norteamérica no figuran en el top 10. Representan apenas el 1,9% del valor vendido al exterior en los primeros nueve meses de 2025. Para tomar dimensión, el 15,9% corresponde a India, el 8.7% a Brasil y el 8,3% a China.
En cambio, Estados Unidos rankea más alto cuando se analiza el origen de las importaciones. Según el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec), con datos de ocho meses del año el país que gobierna Donald Trump fue el cuarto proveedor en ingresar bienes por las aduanas locales, con el 5,6% del valor ingresado, y detrás de Paraguay, Brasil y China.
Las concesiones
El gobierno argentino se comprometió también a continuar desmontando trabas al comercio, entre ellas licencias de importación y requisitos consulares. Además, eliminará gradualmente la tasa estadística aplicada a bienes estadounidenses.
Uno de los puntos más relevantes para la industria es la decisión argentina de aceptar productos que cumplan con estándares estadounidenses o internacionales, sin requerir evaluaciones adicionales. Esto incluye a vehículos y a los dispositivos médicos y fármacos. En este último caso, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aceptará certificados de la FDA estadounidense.
En materia de propiedad intelectual, el gobierno de Milei se comprometió a abordar reclamos planteados por Washington respecto de los criterios de patentabilidad, demoras en el otorgamiento de patentes y regulaciones sobre indicaciones geográficas.
Pollos, cerdos y lácteos
El capítulo agrícola avanza en varias direcciones. Argentina abrió su mercado a ganado vivo de EEUU y permitirá el ingreso de carne aviar en el plazo de un año. No impondrá restricciones al uso de ciertos términos queseros y cárnicos. También se simplificarán trámites para carne vacuna, productos cárnicos, menudencias y carne de cerdo. Y no exigirá la inscripción de plantas estadounidenses para importar lácteos.
En una concesión que no marida con los proyectos de reforma laboral, el gobierno de Milei ratificó la protección de derechos laborales reconocidos internacionalmente.
En el terreno ambiental, el gobierno tuvo que poner en stand by su negacionismo. Argentina se comprometió a combatir tala ilegal, promover eficiencia de recursos , incluidos minerales críticos, y cumplir con el acuerdo de la OMC sobre subsidios a la pesca.
El entendimiento incluye cooperación sobre controles a la exportación, seguridad de inversiones, evasión de derechos aduaneros y políticas de competencia frente a terceros países.
Transferencia de datos
Argentina también reconocerá a EEUU como jurisdicción adecuada para transferencias de datos, habilitando mayor comercio digital, y aceptará firmas electrónicas estadounidenses. En paralelo, ambos gobiernos impulsarán “inversiones y articulación estratégica en minerales críticos, un sector clave” para el país norteamericano.
Los equipos de ambos países trabajarán para cerrar el texto final, firmarlo y avanzar en los procesos de aprobación internos.