Claudio D. es un antiguo vecino del Fonavi Parque Field 2, en la zona norte y conoce los movimientos del barrio. Por eso cuando la tarde del 17 de septiembre estaba sentado en un banco del playón de avenida Casiano Casas y Ghiraldo no le llamó la atención el control de rutina que realizaban, alrededor de las 18.30, unos diez gendarmes sobre la avenida. Pero un hecho particular lo impulsó a grabar y registrar la escena. En medio del operativo un gendarme fue atropellado accidentalmente por Matías, un vecino de 19 años que vive en el barrio y en ese momento sus camaradas se abalanzaron sobre el chico, lo golpearon fuerte y lo subieron al colectivo que usaban como apoyo y transporte.
Según lo planteado intentaron que varios testigos aseguraran que Matías había evadido un control y luego lo trasladaron a la seccional 10ª, lugar en el que se le armó una causa por “resistencia a la autoridad”. Todo fue grabado y denunciado por Claudio quien a partir del 25 de septiembre recibió llamadas intimidatorias y dos personas, a las que no conoce, fueron a buscarlo a su casa y preguntaron por él. El día del hecho fue amenazado por un gendarme y hoy teme por lo que pueda sucederle.
En la denuncia realizada el 20 de septiembre en un Centro Territorial de Denuncias Claudio, como el testigo indiscreto que fue, volcó su relato. “Los gendarmes estaban en la esquina y pararon una moto grande. Arriba venía una pareja y los hicieron bajar. Los revisaron varias veces y al muchacho le hicieron sacar las zapatillas. Lo llevaron a la ochava y lo volvieron a revisar, lo tuvieron como una hora así. A mi me llamó la atención y con mi celular iba grabando.
En un momento uno de los gendarmes cruzó la calle y un pibe que es del barrio venía con su moto por Casiano Casas, intentó esquivarlo pero lo atropelló. El chico paró y se bajó para ayudar al gendarme pero en ese momento todos los otros gendarmes se le fueron encima al chico y le dieron patadas y culatazos, lo dejaron esposado y de rodillas por unas cuatro horas, lo subieron al colectivo y lo desnudaron”, aseguró Claudio a La Capital.
En tanto, la situación de la pareja a la que habían requisado en un principio se modificó bastante: “A la piba le dijeron que se fuera y al chico un gendarme le dijo «esta te la perdono, pero tenés que salir de testigo”. Ya se había hecho de noche cuando llamaron a la policía”.
La denuncia
Según consta en la denuncia, a la que este medio tuvo acceso, todo ocurrió el domingo 17 de septiembre alrededor de las 18.30 en Casiano Casas al 1800 bis, esquina Ghiraldo. Que en medio de un operativo de Gendarmería ordenan detener una moto en la que circulaban dos personas. Unos diez gendarmes los retuvieron aproximadamente una hora. Mientras esto ocurría un gendarme cruzó la calle y fue chocado por una moto. El conductor del rodado paró para asistirlo pero fue atacado a golpes en la cabeza por los otros compañeros. Como el denunciante tomó fotos y lo vieron los gendarmes y le pidieron su celular. también le pidieron que borrara las fotos y que saliera como testigo. Bajo la amenaza de “sino querés que te fondiemos” le pidieron que dijera que “Gendarmería hizo señas para ordenar a la moto en la que iba esta persona que frene, no lo hizo y que luego de dar la voz de alto hizo caso omiso, se dio a la fuga y embistió al gendarme”.
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En los primeros momentos Claudio grabó la escena y según él contó un gendarme lo vio y lo increpó: “Me encaró y me dijo «¿que sos canchero?, ahora vas a tener que salir de testigo» y lo obligó a que borarra los registros de su móvil . Pasaron como cuatro horas, el pibe del barrio, que se llama Matías, estaba de rodillas y el gendarme me dijo lo que tenía que yo tenía que decir cuando viniera lo policía era la versión de él de lo sucedido. Cuando vinieron los policías de la 30ª el gendarme se mantuvo al lado mío y dijo que Matías se había resistido a un control. Me preguntaron y yo asentía. Pero después le dije a una policía que no era verdad eso, le conté lo que pasó. Los policías se fueron al ratito y el gendarme me miró y dijo «¿Vos querés que te fondeemos?». Después averigüé y me dicen que fondearte es cuando te tiran al río”.
Claudio, además de grabar la escena, registró lo sucedido en su precisa memoria. “Ya como a las 0 todavía estábamos todos ahí y pasaron dos pibes en moto, los pararon y les dijeron que tenían que ser testigos y les contaron lo que tenían que declarar, pero los pibes les dijeron a los gendarmes que ellos no habían visto nada y que no iban a declarar nada, y los dejaron ir. En eso llegó la madre de Matías y, pobrecito, le dio un bofetón, pero el chico no tenía la culpa de nada. Después lo llevaron a la seccional 10ª.”
La madre de Matías, Sandra, aseguró que su hijo no tenía ningún tipo de antecedentes penales hasta ese 17 de septiembre y contó lo que sucedió con él en la seccional 10ª “El me contó que cuando llegó un gendarme le dijo a un policía «metelo adentro que éste atropelló a un compañero», lo ficharon y le hicieron una causa por resistencia a la autoridad. Estaba bastante golpeado pero no lo llevaron al hospital ni lo revisó un médico. Estuvo desde las 3 de la mañana hasta las 8 más o menos y le decían que lo iban a dejar preso y que no salía mas”.
Matías no le contó a su madre lo que pasó en la seccional, pero desde finales de septiembre el muchacho solo sale de su casa para hacer algunas changas para sobrevivir: “Compra y vende cocinas desarmadas y tiró cv por todos lados. Su idea era entrar a trabajar a una fábrica donde ya trabaja su otro hermano, pero resulta que ahora tiene antecedentes por algo que no hizo. ¿Quien lo va a tomar?, se pregunta angustiada la mujer.
En la 10ª
La familia de Matías fue a hacer la denuncia al Centro de Justicia Penal y a reclamar la moto, una Honda Wave, que había quedado secuestrada en la seccional 10ª. Primero me dijeron que tenía que esperar y después me la dieron, pero no me entregaron la tarjeta azul de Matías, si tengo la mía, pero a él, que cuando paso esto tenía toda la documentación, le sacaron la tarjeta y no sabemos donde está”, aseguró. Solo espera que se aclare la situación. “Mi hijo está marcado por algo que nunca hizo”, expresó.
En cuanto a Claudio, un comerciante independiente, se muestra muy asustado. “La denuncia la hice el 20 de septiembre y esperé hasta ahora para hacerlo público por que vinieron dos personas a buscarme y recibó tres llamados con la característica de la provincia de Entre Ríos. Esa noche, cuando terminó todo, el gendarme me miró y me dijo que tenía mis datos y a Matías tengo entendido que le sugirieron que no hiciera la denuncia. Además un policía le dijo a Sandra que al chico le querían poner un arma en la moto. Es todo muy preocupante y la verdad me da miedo”, dijo Claudio.
Los vecinos del Fonavi Parque Field 2 cuentan que estas situaciones son cotidianas y que a veces son víctimas de estos abusos o malos tratos de parte de los uniformados, algo que ni siquiera denuncian.