La comunidad salesiana de Rosario, del Colegio San José, María Auxiliadora, ex alumnos y fieles comunica el paso a la eternidad el 17 de septiembre pasado del profesor y sacerdote salesiano Antonio Nazareno Tiberi de 91 años en la ciudad de Córdoba.
La comunidad salesiana de Rosario, del Colegio San José, María Auxiliadora, ex alumnos y fieles comunica el paso a la eternidad el 17 de septiembre pasado del profesor y sacerdote salesiano Antonio Nazareno Tiberi de 91 años en la ciudad de Córdoba.
A través de su larga existencia desarrolló su vocación docente y religiosa en las aulas y en las parroquias con su testimonio cristiano según el carisma de San Juan Bosco. El padre Antonio había nacido en Ascensión, provincia de Buenos Aires, el 20 de enero de 1931, hijo de Felipe Tiberi y de Palmira Rinaldi.
Ingresó a los 11 años en la Escuela Agrícola Salesiana de Ferré, junto con sus hermanos Luis y Francisco. Inició el aspirantado en Ramos Mejías, en 1942; cursó el noviciado en Los Cóndores, en 1948, provincia de Córdoba; hizo los 4 años de estudios teológicos en el Instituto Clemente Villada, entre 1954 y 1957: fue ordenado sacerdote en la misma ciudad en noviembre de 1957.
Su actividad salesiana, docente y sacerdocio ministerial los inició en Rosario, en el Colegio San José, continuó en Santa Fe, Resistencia, Formosa, Curuzú Cuatiá, Paraná y ciudad de Corrientes.
El padre Antonio brilló también por sus cualidades de escritor, participó en numerosos encuentros literarios, conocido por el seudónimo “Adolfo Arenales”. Autor de numerosos libros, en la Universidad de Toronto (Canadá) se encuentra la obra inédita: “Poemas del agua y la tierra”, de Adolfo Arenales, con audio, archivada en la biblioteca para aprendizaje del idioma castellano según las características del Litoral de la Mesopotamia Argentina.
Ya jubilado pasó sus últimos años en la Casa Salesiana Artémides Zatti, Córdoba, desde el 2017, donde entregó su alma al Señor en paz. El Centro de Ex Alumnos del San José pide elevar una oración en su memoria.
Luis Angel Maggi
Por Florencia O’Keeffe