Al menos 41 muertos, entre ellos dos niños, podría ser el balance del accidente sufrido ayer en el aeropuerto moscovita de Sheremétievo por un avión de línea Sujoi Superjet-100 de la compañía rusa Aeroflot en el momento del aterrizaje. Hay además seis personas hospitalizadas, dos de ellas en estado grave, y se desconoce el paradero de un número indeterminado de pasajeros, informaron la agencia Reuters y la web del diario español ABC.
El aparato despegó del mismo aeropuerto con destino a la ciudad norteña de Múrmansk con 78 personas a bordo, pero regresó 28 minutos después. Era el vuelo SU-1492. El aterrizaje, considerado de emergencia, fue muy brusco y provocó que el Superjet-100, con los depósitos completamente llenos de combustible, se incendiara de inmediato.
Las imágenes ofrecidas por las televisiones rusas no podían ser más espectaculares, ya que por la pista rodó una verdadera bola de fuego.
El Sujoi SSJ100, operado por la aerolínea nacional Aeroflot, también llevaba cinco tripulantes cuando tocó tierra y se desplazó por la pista en llamas.
Tomas de video mostraron a pasajeros desesperados saltando desde la nave por un tobogán inflable y luego corriendo por la pista, algunos de ellos con equipaje.
Una de las versiones que se maneja es que el avión fue alcanzado por un rayo que, al parecer, provocó un leve incendio en uno de los motores. Había tormenta en la capital rusa. Las llamas terminaron envolviendo a la turbina y el impacto con la pista causó la explosión que extendió el fuego.
Durante largo tiempo no se facilitó información sobre las víctimas habidas. Es más, se llegó a hablar de cuatro o cinco damnificados sin especificar si eran muertos o heridos. Informaciones de la torre de control sostienen que los pilotos informaron de la aparición de problemas, sin especificar de qué naturaleza, y solicitaron un aterrizaje de emergencia.
Una fuente del operativo de salvamento aseguró a la agencia rusa Interfax que la aeronave efectuó un primer intento fallido de tomar tierra y, al segundo intento, la violencia del choque del tren de aterrizaje con el asfalto hizo que el morro golpease la pista tres veces, momento en el que se declaró el incendio.
Otra de las hipótesis es que el tren de aterrizaje saltó en pedazos y algunos de los fragmentos penetraron en los motores causando así las llamas.
Incendio de un avión en Moscú
Los controladores habían perdido contacto con la tripulación minutos antes del aterrizaje.
El Comité de Instrucción se ha hecho cargo de la investigación del accidente. Precisamente fue su portavoz, Svetlana Petrenko, la primera que dio información sobre la muerte de los 13 ocupantes del aparato, incluidos dos niños.
"Los investigadores pronto comenzarán a interrogar a las víctimas, a los testigos, al personal del aeropuerto y de la aerolínea, así como a otras personas responsables de la operación del avión", dijo Svetlana Petrenko, portavoz de la comisión.
Mientras, el presidente ruso, Vladímir Putin, expresaba sus condolencias a los familiares de la víctimas y ordenó, según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, "prestar toda la asistencia necesaria". Como consecuencia del siniestro, más de un centenar de vuelos fueron cancelados ayer en Sheremétievo y los aviones que llegaban fueron desviados a otros aeropuertos de la capital.
El Superjet-100 es el primer avión de pasajeros desarrollado en Rusia tras la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Se trata de un bimotor con capacidad para 98 pasajeros y con una autonomía de vuelo de hasta 4.600 kilómetros. Lo fabrica el consorcio Sujói, el mismo que produce los aviones de combate, con participación de diversas empresas extranjeras, especialmente de Francia y Estados Unidos. Sin embargo, este avión ha sufrido ya cinco incidentes graves sin víctimas y un accidente con 45 muertos en 2012 en Yakarta (Indonesia).
Aparte de Aeroflot y alguna de vuelos regionales dentro de Rusia, son muy pocas las compañías aéreas mundiales que cuentan con este aparato. El SSJ100, también conocido como Superjet, es un bimotor regional que comenzó a operar en el 2011 entre grandes vítores como señal de que la atribulada industria aeroespacial rusa estaba repuntando. En gran medida este avión se usa en Rusia como reemplazo de aeronaves anticuadas de la era soviética, pero también lo utilizan aerolíneas de otros países, como Armenia y México. Es el segundo accidente mortal de uno de estos aviones. En 2012, un vuelo de prueba con 45 personas a bordo chocó contra una montaña en Indonesia sin dejar supervivientes.
Los encargos se habían ya ralentizado en los últimos años. En declaraciones a la radio Eco de Moscú, el piloto de pruebas ruso, Magomed Tolbóyev, considera "poco fiable" el Superjet-100. Sin embargo, no cree que las compañías rusas vayan a dejar de explotarle, ya que "se han invertido muchos recursos en su creación".