Tras más de una década sin presentarse en el país, José Sacristán volvió a la Argentina, volvió a Rosario y fue aplaudido de pie en el Teatro Fundación Astengo, donde el pasado fin de semana presentó “Señora de rojo sobre fondo gris”, un relato que en la voz de Nicolás, su protagonista, pone sobre el escenario cuestiones fundamentales de la vida: el amor, la muerte y la ausencia. Y que así y todo, como afirmó el propio actor en una entrevista exclusiva con La Capital, logra abordar nada menos que la historia de un amor interrumpido por la muerte, con dejar de transmitir “algo esperanzador en la memoria del amor”. La pieza es una adaptación de la novela que en 1991 publicó el escritor Miguel Delibes, que no oculta a lo largo del libro los paralelismos que existen entre los personajes -Nicolás, un reconocido artista plástico de la escena española de los años 70 y su esposa Ana- y su propia historia de amor con Angeles, su mujer. Amigo de Delibes, Sacristán no sólo reconoce previamente la elección de la pieza a partir del vínculo personal con el autor, sino que además en el final de su interpretación le rinde sobre el escenario un sentido homenaje a Miguel y a Angeles. Ambientada en el estudio gris, Sacristán se pone durante más de una hora en la piel de Nicolás y relata en primera persona los últimos meses de vida, el proceso de enfermedad y la muerte de su esposa Ana en los tiempos del ocaso de la España franquista; la impotencia frente a la falta de inspiración que le producía pérdida de vitalidad de su compañera; los derroteros médicos y la sorpresa de la muerte. En síntesis, una reflexión sobre los pequeños y grandes gestos del amor; y su memoria