Nicolás Cabré se corrió del personaje de joven rebelde y se pasó para el equipo
de los padres (o hermanos) responsables. Basta con ver a su personaje Federico, de "Papá por un
día", para entenderlo todo. El filme, que se estrena esta semana en Rosario, lo mostrará como a un
técnico de hockey a punto de casarse que es capaz de cambiar su vida para hacerse cargo de una
hermana de 8 años, a quien no conocía. "Nosotros hablamos de lo simple de las cosas chiquitas, que
termina siendo lo más importante de la vida", dijo Cabré a La Capital.
La película, dirigida por Raúl Rodríguez Peilá, está protagonizada por Cabré, Luisana
Lopilato, Gimena Accardi, y un elenco en el que se destacan Miguel Angel Rodríguez, Julieta Poggio,
Gustavo Garzón, Patricia Sosa y la rosarina Inés Palombo.
La historia narra el conflicto de Federico (Nicolás Cabré), entrenador del equipo de hockey
femenino de un club de altísimo nivel, que está a punto de casarse con Cecilia (Gimena Accardi) una
de sus jugadoras y la hija del presidente del club.
El papá de Federico a quien no ve desde hace diez años, sufre un infarto, y antes de morir, le
pide encarecidamente a su hijo que se haga cargo de Tini (Julieta Poggio), su hermanita de 8 años,
a quien no conoce.
De la noche a la mañana a Federico le cambia la vida, como si fuera poco conoce a Julieta
(Luisana Lopilato), la capitana del equipo de hockey que entrenaba su padre, y comprende que tiene
que seguir el camino que le indica el corazón.
—¿Qué representa para vos protagonizar "Papá para un
día"?
—Principalmente es un desafío nuevo, es una alegría poder tener esta
posibilidad, y más en este proyecto que me permitió conocer a gente que no conocía, a Carlos
(Mentasti, el productor), a Raúl (Rodríguez Peilá, el director) y formar parte de este proyecto
desde un principio. Porque me dieron opinión y pude puntualizar cosas que me gustaban o quería que
se cuenten, o tomar algún tipo de decisiones, que es algo que por lo general no se da, porque te
dan el guión y lo hacés y punto. Pero ellos me dieron la posibilidad de formar parte de la creación
y es un privilegio que hayan prestado su tiempo para escucharme, me da una alegría enorme. Esta
película es algo que ya me lo llevo como un gran recuerdo adentro mío, fue una experiencia
inolvidable.
—Fuiste protagonista en "Fuga de cerebros", en 1997, en tu debut
en ese rol, ¿qué diferencia hubo con este protagónico?
—Sí, ese fue mi debut como protagonista, pero también trabajé en "La ciudad del sol",
"Yepeto", "Déjala correr". Pero la experiencia de esas películas no significa que esta sea más
relajada. Uno va aprendiendo y va tratando de mejorar cosas que hiciste mal, y tenés que estar con
los ojos y las orejas bien abiertas, porque se aprende mucho, y además estoy rodeado de gente que
se abre y mucho.
—¿Cómo te sentiste con este personaje, que acentúa tu rol de comediante?
—En verdad la historia no está enfatizada en la comedia, aunque sí le
pasan situaciones de comedia, pero no está llena de gags. La historia es la que pesa y hace que
termine bien y pasen a ser cómicas. Yo estoy feliz con interpretar el personaje de Federico, pero
más que nada con la historia, no siempre tenés la posibilidad de hacer una película sana, en donde
se habla del amor, del amor a la pareja y a los hermanos, y se subraya lo simple que es todo a
veces, y cómo uno va complicando las cosas.
—¿A qué te referís con que se subraya lo simple?
— Es una película simple y que habla de la simpleza y a veces se toma para otro lado. Está
buenísimo que pudimos contar lo que queríamos contar y hablar de la simpleza. El amor y las
situaciones que uno vive por lo general son simples. El amor debería ser simple y no pasa
normalmente y uno se va embarullando en cosas y toma responsabilidades. Y como antes pasaste por
determinadas situaciones de tu vida, hace que lo simple que es el amor sea más complicado de lo que
es, y tratas de escaparle a esa simpleza. Entonces nosotros hablamos de lo simple de las cosas
chiquitas, que termina siendo lo más importante de la vida.
—¿En el cine actual se tiende a marcar una franja entre el cine independiente y
transgresor contra el cine más popular y comercial. Sentís que hay tanta diferencia entre uno y
otro o a veces es parte de una misma cosa?
—Yo creo que es lo mismo. La situación del país impide que se dividan en franjas, aunque
incluso también está esa discusión del teatro y el cine comercial contra el teatro y el cine off. A
mí me es lo mismo desde mi lado de actor, me parece bárbaro que se quiera transgredir o contar
algunas cosas. A lo mejor es un prejuicio o tiende a ser despectivo cuando hablan de cine
comercial. Pero para mí, hoy por hoy, es un privilegio el hecho de tener la posibilidad de hacer
cine y de poder contar una historia. Si es comercial o es off, que sea lo lo que sea, hacer lo que
te gusta y disfrutarlo es más que un privilegio, yo no lo separo. Es trabajo. Algún día ojalá me
toque hacer algo que no sea comercial y yo le pondré la misma energía. Lo que me fijo y priorizo
siempre es que yo esté de acuerdo con la historia que se quiera contar, y si es comercial o no, de
última no depende de mí.
—¿Qué pasó que este año no se te vio en la televisión?
—Casi siempre lo manejo así, por lo general hago una
tira y al otro año no hago nada. Antes de hacer "Por amor a vos" hacía casi dos años que no hacía
nada en televisión. Por la exposición, más que nada, no está bueno estar todo el tiempo en la casa
con la gente. Llega un momento en que terminás aburriendo y te terminás aburriendo.
—¿La ficción, desde la creación de Pol-Ka, mantiene un nivel
importante en cuanto a calidad?
—Sí, podría haber más, pero volvemos siempre a lo
mismo: la situación del país año tras año se va modificando y eso repercute inmediatamente en las
ficciones. Igualmente, con crisis o sin crisis, con o sin problemas, la televisión tiene una buena
calidad y se supera año tras año, desde la técnica y desde los contenidos. Yo tuve la posibilidad
de ver televisión en otros países y la verdad es que lo que se hace acá, con un presupuesto
bastante inferior de lo que se hace en otros lugares, es para sacarse la galera.