Luciano Pereyra sonríe con la chispa de siempre, aunque parece haber un brillo adicional en su tono de voz al hablar del camino recorrido. Con apenas 42 años, acumula veinticinco construyendo una de las carreras más sólidas de la música nacional: grabó once discos de estudio, cantó para Maradona y para el Papa, y colaboró con artistas destacados de todo el mundo. Sobre todo, se ganó el amor incondicional y masivo de un público que lo acompaña a cada paso. En esta etapa, y con la seguridad de la experiencia, se asienta en sus raíces a la vez que se anima a “seguir creciendo” a través de colaboraciones con colegas de distintos géneros.
“Estoy más que contento. No es poca cosa celebrar veinticinco años con la música. Es un cuarto de siglo y parece un montón más”, dijo Pereyra en diálogo con Sociedad. Es que Luciano parece haber vivido mil vidas en una, y el camino inició mucho antes de lo que marca la línea de tiempo discográfica: si bien lanzó su álbum debut “Amaneciendo” en 1998, a los nueve años ya había hecho sus primeras apariciones televisivas, sorprendiendo a la audiencia con su aptitud para el canto.
Luciano Pereyra - Hasta El Alma
Entre sus méritos, sobresale el no haberse quedado en los lugares seguros y cómodos. Tras sus inicios claramente emplazados en el folclore, se animó a habitar nuevos sonidos volcando su repertorio hacia el universo del pop, y en los últimos años incorporó distintas expresiones de la música urbana latinoamericana.
Una clara muestra de esta experimentación es su anterior disco “De hoy en adelante”, publicado en 2022. Allí contó con la participación de artistas como la colombiana Greeicy, los mexicanos Los Angeles Azules y el venezolano Nacho (del dueto Chino y Nacho), junto a quienes interpretó canciones completamente bailables, con ritmos de cumbia y hasta beats reggaetoneros. Por otra parte, reafirmó su fortaleza como cantautor de baladas en compañía de Alejandro Fernández o del virtuoso pianista chino Lang Lang.
Para Pereyra, este trabajo fue especial no sólo por el elenco estelar de invitados sino porque “fue creado antes, durante y después de una pandemia, con todo lo que eso conlleva”. Este período de reclusión y pausa global generó que tuvieran que transcurrir cinco años para que el artista pudiera dar forma a ese material, a su vez que habilitó un proceso artesanal con resultados exitosos.
Desde y hasta el alma
En esta carrera que no parece tener horizontes ni fronteras, Luciano celebra este aniversario especial con música nueva: el pasado 21 de septiembre lanzó “Hasta el alma”, su undécimo álbum de estudio, y este fin de semana inició en Buenos Aires (con dos Movistar Arena repletos) una gira con el mismo nombre que lo llevará por distintos lugares del país y Latinoamérica. Pasará por Perú, Paraguay y Uruguay antes de llegar a Rosario el próximo 2 y 3 de noviembre al Metropolitano.
“Este disco también me tiene muy feliz porque, a diferencia de otros, la realización fue un concepto de principio a fin. Nos encerramos en el estudio a componerlo, grabarlo, y maquetarlo”, relató Pereyra. El álbum se grabó en Miami durante los primeros meses de este año, y fue producido por Andrés Castro, el colombiano ganador de múltiples premios Grammy con quien Pereyra trabaja mano a mano hace tiempo.
De ese período de producción intensa surgieron las doce canciones que conforman “Hasta el alma”, donde nuevamente aparece una mixtura entre lo romántico y lo bailable. Además, también da cuenta de colaboraciones notables con artistas de peso: el puertorriqueño Pedro Capó está en el single “Sin haber dormido”, el también boricua Luis Fonsi en “La siesta” y la rapera andaluza La Mala Rodríguez en “Estás conmigo”.
Al público rosarino siempre le voy a estar agradecido por el cariño que me han dado desde el primer día, y no tengo mejor manera de agradecer que cantando Al público rosarino siempre le voy a estar agradecido por el cariño que me han dado desde el primer día, y no tengo mejor manera de agradecer que cantando
Sobre el proceso de selección de los invitados y el establecimiento de un vínculo creativo con cada uno, Pereyra afirmó: “Las colaboraciones se fueron dando de manera muy fluida y orgánica. No hay otra forma. Uno trabaja con la gente con la que se siente cómodo y feliz, con quienes se puede disfrutar y con quienes vibrás más o menos en la misma sintonía. Para este disco, tan importante para mí, es maravilloso que me acompañen estos tres grandes artistas”.
Luciano insiste con firmeza en estos encuentros con colegas que propician la incorporación de nuevos matices a sus canciones y elige este rumbo con la convicción de seguir ampliando su campo de influencia. “Hoy en día por suerte ya no se habla de que si hacés un género no podés hacer otro. Eso permite fusionar una raíz folclórica con diferentes ritmos, que hoy en día sea más moneda corriente poder colaborar con artistas diferentes. Está bárbaro que suceda. Lo lindo es proponer cosas nuevas”, aseguró.
“Es una manera de seguir creciendo, de seguir aprendiendo, de no limitarme y saber que en la música podemos convivir plenamente. Eso es fantástico. Que esto me haya sucedido a mí también es parte del crecimiento artístico y musical del cual estoy más que feliz”, sumó Pereyra, genuinamente entusiasmado por la potencia de estas colaboraciones.
Antes y después
Aunque al repasar su trayectoria se acumulan los éxitos, no todo fue color de rosas en el camino de Luciano. En 2015, transitó un difícil cuadro de salud que lo llevó a un estado de gravedad crítica. Haber pasado por esa situación, haber literalmente sobrevivido, hizo que todo lo que vino antes y después de ese momento tenga aún más valor. Y que desde este hito que son los veinticinco años, los logros de todas las épocas cobren otra dimensión.
“Las cosas se dan en el tiempo que se tienen que dar. Siempre digo que los tiempos de Dios son perfectos”, aseveró el artista oriundo de la localidad bonaerense de Luján. Es así que una mirada hacia atrás permite vislumbrar con facilidad algunos momentos clave recordados incluso por quienes no sigan la carrera musical de Pereyra: en el 2000, con diecinueve años, fue el representante de Latinoamérica en el Jubileo y cantó “Sólo le pido a Dios” frente al Papa Juan Pablo II y otras dos millones de personas en la Ciudad del Vaticano. Una escena inolvidable como músico pero también como creyente.
Al año siguiente, en 2001, fue el elegido para interpretar el Himno Nacional Argentino durante el partido homenaje de despedida a Diego Maradona en La Bombonera. Por sobre lo evidentemente especial de este hecho, tuvo una incidencia particular para Luciano, que es un reconocido futbolero e hincha de Boca, que hasta pasó por las inferiores del club en su juventud.
En lo que siguió, Pereyra hizo duetos con los artistas más destacados de cada género y cada generación: Rodrigo Bueno, Soledad Pastorutti, Mercedes Sosa, Horacio Guarany, Peteco Carabajal y Chango Spasiuk, son apenas algunos nombres de una lista interminable de colegas de todo el mundo con los que Luciano cantó.
En presente
Con semejante carrera a sus espaldas, la preparación del concierto que Pereyra llevará por Sudamérica en el Tour “Hasta el alma” no es tarea sencilla. No sólo tiene una batería de clásicos que el público ansía escuchar, sino que también cuenta con todo el material nuevo que implicó estrenar dos discos en los últimos dos años.
“Es un poco difícil armar la lista de temas. Porque decís «esta canción no puede quedar afuera» y cuando empezás a anotar, terminaría cantando un show de seis horas. Ahí digo «no, va a ser un poco largo el concierto, no voy a llegar»”, compartió Luciano, entre risas, aunque de fondo pareciera tener el deseo de realmente poder estar seis horas frente a su público cada noche.
En torno a esto, adelantó que si bien la idea es hacer sonar lo más reciente, también habrá lugar para todos esos clásicos casi obligatorios: “La linda excusa de juntarnos es «Hasta el alma» y presentar las canciones de este disco. Pero el resto obviamente es celebrar estos veinticinco años con la música, donde hay canciones que no pueden faltar como «Aún te amo», «Como tú», «Perdóname», que son parte de mi historia musical y que van a ser parte de este festejo”.
Finalmente, Luciano habló sobre su vínculo con el público local. A lo largo de su carrera, pasó por diversos escenarios de la ciudad, y del otro lado siempre hubo miles de rosarinos y rosarinas que respondieron con fidelidad a la presencia del artista. “Estoy más que agradecido que a lo largo de estos años el vínculo con el público, y en especial con Rosario, siempre ha ido creciendo de manera muy cálida”, aseguró.
A modo de cierre, compartió su gratitud con sus seguidores y adelantó que los shows del próximo 2 y 3 de noviembre serán una verdadera fiesta compartida. “Cada visita a Rosario es de gozarla de principio a fin, porque son muchos años de conocernos, de cantarnos, de encontrarnos en cada recital, cada disco y cada canción. Y celebro que eso suceda. Al público rosarino siempre le voy a estar agradecido por el cariño que me han dado desde el primer día, y no tengo mejor manera de agradecer que cantando así que vamos a tirar el Metropolitano por la ventana esos días”, concluyó Pereyra.