>> Leer más: Juan Rodó sobre "Los Miserables": "Es una partitura hermosa que te conquista"
Un desafío personal
Juan Rodó es una de las figuras indiscutibles del teatro musical argentino, su trayectoria alcanza un nivel que pocos pueden igualar. Con 37 años de carrera, participó en las obras más importantes del país, interpretando los roles protagónicos de clásicos del teatro musical.
En este sentido, en diálogo con este medio, el cantante contó que ya había interpretado al Fantasma en 2015, pero en la versión americana de Maury Gieston. Esta versión le permitió encarnar al personaje de Eric y profundizar en todos los matices de su mundo. Sin embargo, confesó: “Siempre soñé con hacer esta versión de Weber, que es la versión inglesa, e interpretar toda esta música maravillosa”.
En este sentido, a pesar de su larga trayectoria, esta puesta en concierto representa para él un nuevo hito en su carrera. “Después de todos los que he cosechado, es una fortuna poner mis cuerdas vocales y mi actuación al servicio de esta obra y esta partitura tan hermosa”, detalló el actor.
Interpretar un rol de esta magnitud requiere años de disciplina y entrega: estudio vocal, dominio del registro operístico y capacidad de transmitir emociones. Cada gesto, cada nota y cada respiración forman parte de un conjunto que convierte la obra en una experiencia única, tanto para el intérprete como para el público.
Por ello, Rodó aprovechó para invitar al público a disfrutar de la experiencia y para que “tengan la oportunidad de disfrutar de esta música que es tan importante y tan relevante como obra dentro del repertorio del teatro musical, siendo la segunda obra más longeva en la historia del teatro musical mundial". Así, aseguro que "el disfrute va a ser compartido”.
>> Leer más: El Fantasma de la Ópera llega al Teatro El Círculo con tres funciones
Un desafío en versión concierto
Ahora bien, la versión que llega a Rosario este fin de semana de El Fantasma de la Ópera en formato concierto representa un desafío no solo para los intérpretes, sino también para la puesta en escena.
Este formato pone el foco en las voces y en la orquesta, permitiendo al público la capacidad de apreciar cada matiz vocal y cada partitura. Sin embargo, como explicó Juan Rodó, estas virtudes vienen acompañadas de una gran dificultad: la orquesta ocupa casi todo el espacio del escenario, lo que limita la puesta escénica tradicional.
“El hecho de que la versión del fantasma de la ópera sea en concierto… impide la posibilidad de hacer una puesta en escena. Pero lo que no impide es la posibilidad de que el actor interprete y actúe desde el personaje”, señaló.
Para sortear esta limitación, el proscenio se convierte en un recurso clave que permite acercar al público a los intérpretes y potenciar la intensidad de la experiencia. “Allí va a desarrollar toda la acción dramática de la obra. Yo creo que tiene una ventaja, y es que el público tiene al actor, al cantante, mucho más cercanamente, y esto permite disfrutar más de cerca lo que está viviendo el personaje”, destacó Rodó.
El actor también reflexionó sobre la naturaleza del teatro musical, donde cada función implica riesgos y la posibilidad de errores forma parte del espectáculo en vivo. “Toda arte escénica, especialmente en lo que nos referimos al teatro musical, supone un riesgo. Todo lo que sucede, sucede en el momento, y el riesgo es también el error, la falla, la indisponibilidad”, comentó.
En este sentido, El Fantasma de la Ópera se presenta como uno de los musicales más complejos y operísticos del repertorio. La obra exige a la vez precisión vocal y dominio técnico sumado a la capacidad de transmitir emoción y narrativa en cada gesto y cada nota.
“Yo creo que la obra es una obra difícil, una obra desafiante, una partitura compleja desde lo musical y desde la exigencia del registro para todos los cantantes. Diría que es el musical más operístico de todos. De hecho, en las audiciones originales para la obra, la exigencia de la producción es que todos los cantantes sepan cantar ópera”, destacó el actor. Y sumó: “No basta solo con que puedan cantar comedia musical, sino que tienen que saber cantar ópera y tienen que tener formación lírica. Es diferente a la mayoría de los musicales que tienen quizás un estilo más melódico, más popular”.
Sueños cumplidos y pendientes
A lo largo de sus 37 años en el mundo del teatro musical, Juan Rodó fue parte de los títulos más emblemáticos. Desde "Drácula" hasta "Las mil y una noches", "Dorian Grey", pasando por clásicos como "La Bella y la Bestia" y "Los Miserables", el actor exploró una gran variedad de personajes y formatos.
Repasando su trayectoria, Rodó comentó: “Me gustaría decir que he cumplido muchos sueños, porque está bueno mirar al futuro, pero está bueno valorar el pasado. Me gustaría decir los sueños que yo cumplí, porque Drácula no fue un sueño porque nunca lo soñé. Si soñé ser la bestia en "La belleza y la bestia", si soñé ser "Jekyll y Hyde"… Y también la obra "Los Miserables" también fue un sueño cumplido”.
En diálogo con este medio, reconoció que, pese a todos estos logros, siempre quedan “deudas” con ciertos personajes y obras. Consultado sobre nuevos desafíos, confesó que todavía hay muchos musicales que le quedan por abordar. “Siempre fui amante del musical "Nine", también del autor Maury Gieston. Hay muchas obras más que en algún momento las voy a hacer. Pero si vos me preguntás de los sueños, yo de los sueños estoy bastante satisfecho".
>> Leer más: Un argentino hizo historia en Broadway: Diego Kolankowsky ganó dos premios Tony
El recuerdo de Ángel Mahler
Este 5 de mayo, el teatro musical argentino amaneció con una triste noticia para los artistas y espectadores: la muerte de Ángel Mahler, compositor, productor y director de orquesta, a los 65 años, tras enfrentar un melanoma metastásico.
Aquel día, el cantante compartió en redes una imagen abrazado a Mahler de espaldas al público donde expresó sus condolencias: “Hasta siempre mi amigo hermano. Te voy a extrañar muchísimo. Fuiste fundamental. Buena gira. Mis condolencias a toda esa gran familia”, escribió el actor en su cuenta de Instagram.
Cabe recordar que la música de Mahler fue la banda sonora de "Drácula", la comedia musical protagonizada por Juan Rodó y que se convirtió en uno de los sucesos teatrales más importantes de Argentina.
"El deceso de Ángel Mahler para mí fue un golpe duro, inesperado. Creo que nadie se lo esperaba, no sabíamos que estaba enfermo, ni él lo sabía", confesó el actor.
En este sentido, recordó con emoción la influencia de Mahler en su carrera y destacó cómo el productor valoraba su trabajo y su lugar dentro del teatro musical argentino. “Decía, vos sos el Messi del teatro musical, el número uno, y te merecés tener un lugar indiscutido más allá de las obras, como cantante, como la voz del musical”, comentó Rodó.
También recordó uno de los proyectos más grandes que Mahler impulsó: "Juan Rodó, la voz del musical", en el Luna Park, concebido con una orquesta gigante. Según explicó, gracias al respaldo y la idea de Mahler pudo asumir un desafío que de otro modo habría parecido inalcanzable.
>> Leer más: Murió Ángel Mahler, el alma sinfónica de Drácula y los grandes musicales argentinos
"Uno siempre se tira abajo y piensa que no se merece todo lo que tiene, pero bueno, a veces uno tiene al lado a personas que valoran el arte y Ángel era uno de ellos. Y sobre todo, un impulsador de proyectos”, recordó Juan.