"El desafío era presentar los hechos que envuelven la piratería de una forma honesta. Lo que hacés es no sentimentalizar lo que hacen, sos claro sobre su moralidad, aunque sea oscura y peligrosa, pero aún así encontrás la humanidad en eso", aseguró el director Paul Greengrass sobre su filme "Capitán Phillips" que se estrena hoy. Greengrass eligió a Tom Hanks como protagonista de esta película inspirada en la historia real de Richard Phillips, capitán de un barco mercante secuestrado por piratas somalíes.
El 8 de abril de 2009, el buque mercante Maersk Alabama, con bandera estadounidense, era secuestrado en el Indico a unas 400 millas de Mogadiscio. Tras una serie de negociaciones y forcejeos con los piratas somalíes que los habían capturado, el buque es liberado, pero su capitán, Richard Phillips, es retenido. Cuatro días después, el capitán Phillips era liberado por tropas estadounidenses. Fue el primer buque de Estados Unidos secuestrado en 200 años.
En el mar, Hanks había sufrido en "Náufrago", a las órdenes de Robert Zemeckis. Han pasado desde entonces trece años desde entonces pero el ganador del Oscar por dos años consecutivos -por "Philadelphia" y "Forrest Gump"- demuestra que todavía tiene ases con los que sorprender.
"Leí su biografía incluso antes de recibir el guión y hablé con él un par de veces. Le dije «diré cosas que probablemente nunca dijiste y estaré en sitios que nunca habrás pisado, pero si lo hacemos bien seremos muy fieles a la naturaleza de lo que le pasó y cómo»", reconoció Hanks en la presentación de la película en Nueva York.
Inmerso en un estilo documental realista que hace creíble las escenas más críticas, como el momento cuando a pesar de los esfuerzos -chorros de agua y otros recursos con los que se intenta repeler el ataque-, finalmente la escalera de los piratas se acopla a la nave. Buscando ese efecto, las tres cuartas partes del filme se rodaron en sesenta días en mar abierto a bordo de un carguero similar al Maersk Alabama que dirigía Philipps, un rodaje que Greengrass confiesa que ha sido "la experiencia más ardua" de su carrera.
El actor por su parte se tuvo que someter a un duro rodaje en el que el 75 por ciento de las escenas transcurren en alta mar y algunas dentro de un claustrofóbico bote salvavidas. "Cuando filmás en alta mar y la ola te hace caer más de tres metros de golpe, tu estómago se te la vuelta, te llega al cuello y tienes problemas", bromeó.
Pero no es el esfuerzo físico, sino la complejidad de contenido de la película la que convierte a su papel en una oportunidad para alguien que en el último año también se atrevió con el teatro con "Lucky Guy", por la que fue nominado al Tony. Con esa obra Hanks debutó en Broadway al tiempo que tuvo la responsabilidad de estrenar en teatro la obra póstuma de Nora Ephron.
Aunque el filme está basado en el libro del capitán Philipps junto a Stephan Talty "A Captain´s Duty: Somali Pirates, Navy Seals and Dangerous Days at Sea" (El deber de un capitán: piratas somalíes, Navy Seals y los días peligrosos en el mar), en el guión de Bill Ray se incluye también el punto de vista de los piratas somalíes para dar una mayor perspectiva a la historia y abordar en los problemas de la piratería.
"La piratería es un crimen, y la película no busca justificarla, pero creo que la gente tendrá compasión de Muse. Claro que es un criminal, pero también es una persona en un aprieto", explicó a medios internacionales el actor Barkhad Abdi, de origen somalí, que interpreta a Muse, el líder de los piratas captores, un actor que debuta ante un experimentado Tom Hanks.
Para el inglés Greengrass el compromiso con la verosimilitud es un elemento esencial en su trabajo, que mostró a partir de su primer largometraje y con el cual conoció la celebridad a nivel internacional: "Domingo sangriento", de 2002. Allí recreaba la lucha por los derechos civiles en Irlanda y el enfrentamiento de las tropas del gobierno inglés en 1972.
"DIFÍCIL Y COMPLEJA". Así fue como no sólo requirió del trabajo experto de los actores y técnicos, sino que contó con la colaboración tanto de la empresa mercante Maersk, propietaria del buque secuestrado, y de la Armada estadounidense, que participó con alguno de sus buques de guerra.
La escena del rescate de Phillips por parte de la Armada fue para Greengrass "la secuencia más difícil y compleja" de su carrera, en la que se combinaron secuencias nocturnas de alto impacto sin usar recursos digitales, además del uso de cámara al hombro.
Tampoco se usó la animación digital en la escena del abordaje del Alabama, para la que los cuatro actores novatos que dan vida a los piratas somalíes, Barkhad Abdi, Barkhad Abdirahman, Faysal Ahmed y Mahat M. Ali, se sometieron a un riguroso entrenamiento para ser ellos mismos los que ejecutaron la maniobra de abordaje a bordo de un pequeño bote.
"Paul nos dijo que no buscaba actores, quería que nos convirtiéramos en piratas", contó Abdi, que da vida a un pescador reconvertido en pirata. Siguiendo la forma de trabajar de Greengrass, los actores que daban vida a los piratas no se encontraron con los que interpretan a la tripulación del carguero hasta que rodaron la escena inmediatamente posterior al abordaje, en la que asaltan el puente de mando. "La verosimilitud fue enorme. Se nos puso la piel de gallina", aseguró Hanks y añadió sobre la interpretación de su compañero de reparto. "Para un joven actor primerizo en un papel tan complejo, el resultado es sorprendente. Transmite un nivel increíble de emociones y matices", comentó Hanks.
Greengrass explicó cuál fue el enfoque que buscó darle al filme. "El reto era presentar los hechos que envuelven la piratería de una forma honesta. Lo que hacés es no sentimentalizar lo que hacen, sos claro sobre su moralidad, aunque sea oscura y peligrosa, pero aún así encontrás la humanidad en eso", aseguró.
En efecto, el filme -con Hanks a la cabeza- habla de los códigos de honor del protagonista, todo un héroe discreto, pero crece en tensión al transparentar la improvisación de los secuestradores.
Greengrass explicó por qué se decantó por Tom Hanks a la hora de buscar al capitán del Maersk Alabama. "Es puro Tom Hanks", aseguró. Es que Hanks interpretó personajes de lo más diversos, entre los que encontramos un astronauta, un soldado, un carcelero o un náufrago, pero casi todos estuvieron del lado de los buenos y de la justicia.
Por eso, durante una reciente presentación de prensa, afirmó que una de superhéroes es su gran expectativa. "¡Haré lo que sea! Nunca me lo ofrecieron y yo lo seguiré intentando... Puedo hacerlo!. Déjenme interpretar a un chico malo, al mal tipo que se enfrenta a Batman. ¿Qué tengo que hacer? Dios, quiero lanzar un escudo o algo. Quiero hacer eso. No quiero interpretar al tipo de traje que le dice al superhéroe lo que está pasando, no quiero ser ese hombre. «Bueno, ya sabes Batman -o Capitán América, Iron Man o lo que sea- esto es lo que he descubierto». No quiero ser ese tipo. Quiero interpretar a Flash o algo así. Pero creo que nunca me darán una oportunidad", dijo con humor.