Cada vez más mujeres deciden viajar solas. Lejos de ser una tendencia pasajera, esta forma de explorar el mundo refleja una búsqueda de libertad, conexión interior y empoderamiento. Ya sea para descubrir nuevas culturas, superar desafíos personales o simplemente disfrutar del mundo sin intermediarios, las viajeras solitarias están redefiniendo el turismo.
Pero, como en toda aventura, la planificación y la prevención son claves para que la experiencia sea tan enriquecedora como segura. A continuación, una serie de consejos prácticos que pueden marcar la diferencia a la hora de emprender un viaje sola:
1. Investigar antes de partir
Conocer el destino elegido más allá de sus atractivos turísticos es fundamental. Informarse sobre la cultura local, las costumbres, las leyes, el rol de la mujer en la sociedad y aspectos como la vestimenta adecuada o los comportamientos aceptados puede evitar situaciones incómodas o hasta riesgos innecesarios. Sitios oficiales de turismo, foros de viajeras y blogs especializados son buenos puntos de partida.
2. Cuidar la documentación
Llevar copias físicas y digitales del pasaporte, el seguro médico, las reservas y los contactos de emergencia es una práctica que suma tranquilidad. Se recomienda almacenar esta información en la nube (como en Google Drive) o en una app de notas con acceso offline, además de compartir con alguien de confianza los detalles básicos del itinerario.
3. Contratar un seguro de viaje completo
Puede parecer un gasto innecesario, pero el seguro de viaje es un respaldo indispensable, sobre todo en destinos donde la atención médica es costosa o limitada. Es importante que cubra asistencia médica, repatriación, cancelaciones y robos. Algunas aseguradoras también incluyen asistencia 24/7 con atención en español, lo cual puede marcar una gran diferencia.
4. Elegir el alojamiento con criterio
Al hospedarse sola, conviene priorizar zonas céntricas o muy transitadas. Leer reseñas de otras mujeres puede dar pistas sobre la seguridad y la comodidad del lugar. También es útil que el alojamiento tenga recepción 24 horas, cerraduras seguras y buena conexión a internet. Avisar a familiares o amigos dónde se va a estar alojada sigue siendo una costumbre vigente y efectiva.
5. Traslados seguros
Usar aplicaciones de transporte con geolocalización es más recomendable que tomar un taxi al paso, especialmente en horarios nocturnos. Si el transporte público es seguro, puede ser una excelente manera de integrarse a la vida local. Aplicaciones como Maps.me o Google Maps —en modo offline permiten seguir el recorrido y detectar si hay desvíos sospechosos.
6. Manejar con cuidado la información personal
Es tentador compartir en redes sociales cada instante del viaje, pero publicar la ubicación en tiempo real puede ser riesgoso. Se aconseja postear fotos o historias con algo de demora y evitar mencionar que se está viajando sola. Del mismo modo, en conversaciones con desconocidos conviene mantener cierta reserva sobre los planes y alojamientos.
7. Sumarse a actividades organizadas
Una excelente manera de socializar, explorar con seguridad y descubrir rincones poco conocidos es participar en actividades grupales. Tours gastronómicos, salidas de senderismo, clases de cocina local o talleres culturales pueden ofrecer experiencias auténticas y, a la vez, seguras. Muchas mujeres que viajan solas coinciden en que estos espacios son ideales para hacer nuevas amistades o simplemente sentirse acompañadas por unas horas.
Viajar sola no significa estar sola. Cada destino puede ser una puerta hacia nuevas versiones de una misma, hacia la expansión personal y hacia relatos únicos que no siempre se escriben con compañía. Con planificación, confianza y algunos recaudos, la experiencia puede ser tan transformadora como inolvidable.