Ya entrando en el último mes del otoño, el Congreso de la nación acelera finalmente la conformación de las comisiones y todo va quedando dispuesto para su normal funcionamiento. Salvo la batalla aislada de fin de diciembre pasado, cuando toda la oposición unida (de la extrema derecha hasta el trotskismo) voltearon el proyecto de ley de Presupuesto 2022 que envió el Ejecutivo nacional, el Palacio tuvo su parate en el verano por la imposibilidad de acuerdo entre el Frente de Todos (FdT) y Juntos por el Cambio (JxC) en la composición de las comisiones. Salvo temas puntuales que llegaron a tratarse, recién desde ahora la caja de resonancia de disputas políticas tendrá una amplia variedad de temas.
Un campo de batalla de enorme importancia política donde el peronismo kirchnerista se mete desde el Congreso, es el campo económico: ya hubo un movimiento muy sonoro, el impulso de un grupo de diputados gremiales del FdT, y con Máximo Kirchner como referencia principal, del adelantamiento en los aumentos del Salario Mínimo Vital y Móvil, que se cobrará con todos los aumentos programas en julio próximo y no en enero 2023, como fuera acordado en marzo pasado. Tan pronto como el proyecto de ley con la firma de Máximo atravesó la puerta de entrada en Diputados, la Casa Rosada resolvió en el mismo sentido, y por decreto. El viernes pasado, Máximo le “agradeció” al presidente por acompañar, a la vez que volvió con dureza contra el ministro Martín Guzmán, por la supuesta falta de apoyo político que estaría sufriendo su plan económico. “Tenés el apoyo de FMI, de la CGT, del presidente y de Clarín, ¿qué más apoyo querés?”, disparó el ex jefe de bloque del FdT en Diputados.
Desde la muy activa usina política del Senado, a su vez, avanza un proyecto de ley para extender las moratorias previsionales, que, en principio, vencerían en el próximo mes de julio. Sólo una de cada 10 mujeres (y 3 de cada 10 hombres) en condiciones de jubilarse por la edad, tendrían la trayectoria de aportes completa – 30 años-. Según el ministro Guzmán, la propuesta con origen en el FdT del Senado, “está en estudio”.
En el el campo temático de la Justicia, sigue pendiente el tratamiento de la media sanción sobre una ley para la conformación del Consejo de la Magistratura (CdM) que impulsó el oficialismo en el Senado (obtuvo los votos necesarios) y que ahora será tratado en Diputados, la cámara más debil del oficialismo.
Mientras tanto, rige el fallo de la Corte Suprema que con 16 años de atraso declaró inconstitucional la ley que ordenó el CdM hasta hace algunas semanas, y que repuso la anterior conformación de 20 miembros, y con el propio número uno de la Corte, también a la cabeza del CdM. El tema trajo un gran agite político (y judicial, por nominación de los consejeros) y todo indica la tensión política continuará.
Siempre en el rubro “Justicia”, a su vez, el oficialismo en el Senado continúa analizando un puñado de proyectos de ley para modificar la composición de la Corte Suprema. Desde ya, para la oposición que impugnó desde el primer día este recorrido que intenta el peronismo kirchnerista, se trata de una movida política inconducente e innecesaria, que buscará bloquear con todas las armas disponibles. Pero el FdT avanzó la semana que terminó con un nuevo plenario con expositores externos donde se lucieron el ex miembro de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni y León Arslanian, entre otros muchos cargos, miembro del tribunal que juzgó a la junta militar en 1985.
Zaffaroni propuso en el Senado una reforma audaz: aumentar al menos a 24 miembros la Corte Suprema (más los cuatro miembros actuales). El mecanismo que propone Zaffaroni es que cada gobernador le proponga al presidente dos miembros (de cada provincia) y que el titular del Ejecutivo elija uno de cada dupla. El presidente debería auto excluirse de proponer nombres, y por un decreto establecer quienes son los 24 nombres incorporados (a propuesta de los gobernadores). Luego, proceder con divisiones por salas temáticas. Para el ex miembro de la Corte, el tribunal Supremo en la actualidad es una entidad completamente inviable tanto en el plano funcional como conceptual. Y requiere de una urgente reforma y ampliación en su número de miembros.
Las movidas en torno a la justicia que impulsa el oficialismo desde la Cámara que preside Cristina Kirchner, son observadas sin mayores comentarios desde Balcarce 50.
Un tercer campo de disputa política de enorme gravitación que también tiene el Congreso como centro de gravedad es la arremetida opositora por cambiar el sistema electoral nacional, introduciendo la boleta única de papel. Es la oposición política multi ideológica la que se unificó, consiguió quorum y una votación con mayoría absoluta en el recinto de Diputados, y condicionó al FdT a discutir una veintena de proyectos presentados con ese objetivo: quitar a los partidos políticos la potestad sobre su “voto”, su propia boleta, y disponer una boleta única divida en decenas de pequeños casilleros con la cara y el nombre del primer candidato de cada fuerza política para que el elector marque un nombre.
El sistema ya se usa en algunas provincias como Córdoba y Santa Fe. Desde el próximo martes comenzarán los plenarios de comisiones en la Cámara baja. Para JxC y otros bloques asociados en esa estrategia, se trata del tema central del año: cambiar el sistema electoral. Desde ya el peronismo irá por el rechazo de una propuesta que siente lo perjudica, en especial entre los votantes menos politizados, y más sensibles a la aparición de rostros de “famosos” ajenos a la política que terminan escalando con mayor facilidad con el sistema de boleta única.
Con todo, JxC y los bloques menores asociados que lo acompañan, tienen chance de atravesar airosos la prueba de la mayoría absoluta de Diputados (129 votos se requieren por tratarse de una reforma electoral), siempre que pueden previamente acordad un dictamen de mayoría en común. Pero, en el caso de concretarse esa hipótesis (podría incluso realizarse la sesión en la Cámara baja en las próximas semanas), el revitalizado “Grupo A” opositor, que como en 2010 dominó transitoriamente el recinto sin ningún acuerdo con el oficialismo, no podría pasar la barrera del Senado.
En la Cámara alta, la boleta única con la que sueña JxC necesita 37 votos, y no los tiene. Sobre todo, luego del dato clave que deslizó el último jueves (sesión en el Senado) la senadora por La Rioja María Clara del Valle Vega que con su monobloque viene acercando posiciones con el oficialismo. Si bien el tema en tratamiento era la conformación de un fondo con dólares fugados para pagarle al FMI, Vega anticipó su rechazo a la boleta única.
De este modo, con el “poroteo” actual, la coalición opositora alcanzaría unos 34 /35votos, mientras que el oficialismo lo rechaza con 37.
Finalmente, otro tema parlamentario con que la oposición se entusiasmó en el inicio del año, la reforma a la ley de alquileres -obtuvo dictamen de mayoría acordado al interior del FdT, y otros dos de minorias-, tampoco tiene buenas chances de concretar el final buscado por JxC. Sin bien el recinto en Diputados (con ley de alquileres tiene un final abierto), en el caso de pasar al Senado, el muro de contención que construyeron Cristina Kirchner y José Mayans, entre otros, es demasiado alto para lo pueda saltar la actual oposición.