Cuando el general Agustín P. Justo dejó de ser presidente de la Nación, no se dedicó precisamente al ostracismo. Elegido para la primera magistratura en 1932, le dejó en 1938 la banda presidencial a Roberto Marcelino Ortiz mientras la historia argentina surcaba la Década Infame. Enfermo, Ortiz solicitó una licencia en julio de 1940 y fue reemplazado por su vice el catamarqueño Ramón Castillo. Y si bien la sucesión se hizo como dictaba la Constitución, pareció más un autogolpe. Castillo estaba furioso por la intervención a su provincia natal y asumió con un gabinete que en parte respondía a Justo.
La política exterior argentina se vio en una encrucijada cuando en septiembre de 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial. El presidente Ortiz decretó rápidamente la neutralidad del país, mientras en el gobierno y en los cuarteles la división de aguas era cada vez más latente. Anglófilos y germanófilos tomaron posiciones casi irreconciliables. Las numerosas e influyentes colectividades italiana y alemana en Argentina por un lado, y la presión de Estados Unidos y el Reino Unido y de los medios de prensa, por el otro, dificultaron más aún las decisiones.
Un no tan inesperado acontecimiento pateó el tablero político argentino en 1942. Ortiz, enfermo y ciego, renunció en junio a la presidencia (morirá un mes después). Con poco prestigio, Castillo asumió oficialmente como Jefe de Estado e intentó domar el potro, pero sus adversarios lo enfrentaron y abrieron los interrogantes sobre la sucesión presidencial.
Justo candidato
Según la prensa de la época, Justo se había retirado a la vida privada, era coleccionador de libros, y como gran lector, preparaba unos escritos sobre Bartolomé Mitre. Pero en realidad no era tan así.
El ex presidente había sido ministro de Guerra del presidente Marcelo T. de Alvear, apoyó el golpe al radical Hipólito Yrigoyen y al gobierno de facto de José Félix Uriburu hasta que promovió las elecciones para reemplazarlo. El candidato a presidente conservador era él mismo. El "fraude patriótico" consumó su apetencia y la de su linaje. También concibió la candidatura de Ortiz.
Justo era abiertamente anglófilo y le había pedido públicamente al gobierno que le declare la guerra al Eje (conformado por Alemania, Italia y Japón), pero cuando era presidente había sabido lidiar con un generalato germanófilo. De allí que Justo apareciera como una prenda de unión entre ambos sectores.
Además, el entrerriano mantenía aceitados contactos con altos dirigentes de la Unión Cívica Radical y del Partido Socialista. Ambas agrupaciones hasta lo habían propuesto para encabezar una fórmula presidencial.
En Rosario
Justo ya había estado en Rosario el 27 de diciembre de 1936 y el 4 de junio de 1937 para darle impulso y luego inaugurar, como presidente de la Nación, la ruta a Córdoba. En este último viaje fue agasajado con un comida en el Country Club del Jockey Club local sito en el barrio de Fisherton.
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El presidente Justo corta las cintas de la inauguración de la ruta entre Rosario y Córdoba en junio de 1937.
Diario El Litoral
El jueves 13 de agosto de 1942 Justo arribó a Rosario por unos días. Según informa el Diario La Capital, llegó junto a su esposa, Ana Bernal, para permanecer “varios días” en la ciudad con el fin de atender “varios asuntos de carácter personal”. Lo hizo procedente de Buenos Aires en tren y fue recibido en la Estación Rosario Norte por el intendente de Rosario Agustín Repetto, el jefe de Policía Ángel del Frade y otros funcionarios. “Numeroso público” se dio además cita para recibir al ex presidente.
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Justo sonríe en la cabecera de la mesa que compartió en el Country del Jockey Club por el Día del Cerealista.
Archivo Histórico Diario La Capital
El viernes 14 Justo fue el invitado especial de una cena que sirvió en el Country Club del Jockey Club para conmemorar el Día del Cerealista. Estaban presentes el intendente, otras autoridades y Eduardo Bruera, quien fue el único orador en representación de la entidad convocante. Junto a Justo conformaron la cabecera de la mesa.
El domingo 16 de agosto el ex presidente Justo hizo una visita al Diario La Capital. Fue recibido por su director Joaquín Lagos y personal jerárquico de la casa editorial. Según el propio matutino, “el distinguido visitante recorrió las diversas dependencias, interesándose por los distintos aspectos de la organización que requiere la diaria labor periodística”. Más tarde, Justo fue convidado a un “cocktail” (las comillas son del texto alertando sobre el neologismo) que se sirvió en la casa de Lagos.
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El Diario La Capital anoticia sobre la visita, fuera de todo protocolo, del ex presidente Justo a su casa.
Archivo Histórico Diario La Capital
Fue su última visita a la ciudad, ya que Justo murió inesperadamente apenas comenzó 1943, el 11 de enero, desatando una carrera por la presidencia que terminó mal. Los hechos se aceleraron. Tras la sorpresiva muerte de Justo, Castillo se quedó sin candidato y propuso al salteño Robustiano Patrón Costas. El ejército dudó de sus intenciones sobre la neutralidad frente a la guerra, y se negó a seguir amparando el fraude electoral y las políticas conservadoras. El golpe estaba en marcha y en junio de 1943 Castillo fue derrocado. Primero asumió el general Arturo Rawson y luego el general Pedro Pablo Ramírez, y concluyó así la Década Infame.