La cúpula dirigencial de Central trabaja en el diseño del prototipo canalla 2024. Hay una amplia gama de prioridades por resolver a la inmediatez. También hay puntos grises a la vista. El caso que tiene como protagonista a Walter Montoya está “cajoneado”. El aplazado llamado por parte de quienes deciden en el armado del plantel y la escasa actividad que le otorgó Miguel Russo posicionan al volante fuera del club una vez que el próximo domingo 31 caduque su contrato. Si bien es cierto que la intención del Chaqueño es quedarse un año más si realmente el entrenador lo tendrá en cuenta, también es verdadero que si aparece una oferta no vacilará porque desea tener continuidad.
Montoya tuvo un año con muchos altibajos. Debió pasar por el quirófano y estar durante un par de meses dedicado a la lenta recuperación de la cirugía ligamentaria de tobillo, como luego de un pequeño desgarro mientras intentaba ponerse a punto desde lo físico.
Un par de días antes del clásico que se jugó en septiembre recibió el alta. Parecía que Miguel Russo recuperaba a un soldado clave para el mediocampo. Pero no. El experimentado entrenador optó por otros apellidos antes de darle la chance al Chaqueño.
En cancha acopió muy pocos minutos, pese a que últimamente entrenó siempre a la par del grupo. Desde la lesión sufrida en el tobillo en mayo pasado le costó volver a ganarse la confianza del técnico. Nadie lo dirá abiertamente ni lo certificará en público, pero la relación entre el jugador y DT se quebró cuando se viralizó un video del volante haciendo un tenis-fútbol (lesionado) en el autódromo municipal Juan Manuel Fangio junto a Maxi Rodríguez y los pilotos Facundo Ardusso y Mariano Pernía.
Luego del llamado que tuvo ese mismo domingo Montoya con Russo, el futbolista brindó una entrevista a mediados de mayo y declaró a corazón abierto que “jugué 60 minutos con Platense y no quisieron hacer estudios” (ya estaba lesionado y tanto el DT como el médico no le sugirieron hacerse una ecografía o resonancia). Desde entonces, nada fue igual entre Miguel y Walter por más que las partes expresen lo contrario.
El cuatro de situación marca que uno de los temas que tiene muy ocupado a los máximos dirigentes es el caso de Jaminton Campaz, ya que la compra del 50 por ciento de los derechos a Gremio no se oficializó. Las gestiones, según detallan las partes, siguen su normal curso y aspiran a brindar el anuncio que espera todo el pueblo centralista antes de fin de año.
Pero hay dos ítems que ameritan ser tratados a la brevedad. Los dos están relacionados con la historia del club porque ambos son productos genuinos de la cantera. Uno está focalizado en la figura del capitán Jorge Broun. Y el otro en el también postergado Montoya.
El contrato del Chaqueño con Central caducará el próximo domingo 31. En un contexto normal ya debería haberse producido la charla entre el agente del jugador y los directivos. Todavía no sucedió. Y, por cómo pinta la mano, desde el lado del volante ya tienen pocas expectativas. Si se basan por lo hechos, tienen toda la razón para buscar nuevos horizontes.
Según constató Ovación, el mediocampista tiene intenciones de renovar por un nuevo año. También es cierto que antes deberá tener en claro si verdaderamente Russo lo tendrá en cuenta. El nacido en Machagai ve con cierto raciocinio entrenar y pelear por un lugar. Lo que no es negociable es seguir pintado.
Desde Central no se perciben intenciones de ponerle sobre la mesa una nueva propuesta. Los antecedentes así lo avalan porque cuando hubo que dialogar y consensuar las renovaciones de Carlos Quintana, Facundo Mallo e Ignacio Malcorra, la directiva de peso no dudó, llamó a quién correspondía y luego anunció prácticamente con bombos y platillos las extensiones de los respectivos vínculos. Con Montoya (y Fatura Broun) no sucedió.
Todavía restan un par de días como para enviar un mensaje y organizar una rápida reunión si hay deseos desde “la patronal”. La esperanza del lado del jugador decrece, pese a que por dentro quiere continuar en el club que lo moldeó y lanzó al profesionalismo. Sobre todo porque el club tendrá mucho fútbol en 2024: Copa de la Liga, Copa Libertadores, Copa Argentina y Liga Profesional.
No obstante, la realidad es contundente. Walter Montoya está hoy en día más afuera que adentro de Central. Incluso no sería extraño que termine jugando nuevamente en el exterior, pese a que recibió algunos sondeos del mercado grande nacional.