Buenos Aires.- La presidenta Cristina Fernández será sometida mañana a una intervención quirúrgica programada por un carcinoma en la tiroides y para su recuperación tomará veinte días de licencia en los que el Poder Ejecutivo quedará a cargo del vice Amado Boudou.
Según se supo, la jefa del Estado que se encontraba esta tarde muy tranquila, arribará mañana a las 7 al Hospital Universitario Austral del partido de Pilar donde la operación está programada para las 8.
Fernández de Kirchner, que ayer retornó a esta ciudad desde Santa Cruz donde pasó las fiestas de fin de año, permaneció durante esta jornada en la residencia de Olivos donde fue visitada por el doctor Pedro Saco, el cirujano y oncólogo que se encargará de la intervención.
Según trascendió, el facultativo, en consulta con otros colegas, habría decidido extirpar totalmente la glándula tiroides para mayor seguridad, aunque ratificó que el carcinoma no había afectado los ganglios linfáticos ni había señales de metástasis, según especificó el comunicado oficial del martes pasado.
Aunque no hubo información, se supo que otro de los visitantes de esta tarde en la residencia presidencial fue Amado Boudou a fin de dar el último repaso a los temas de la agenda del gobierno durante el tiempo que dure la licencia de la mandataria.
Boudou quedará a partir de mañana en ejercicio del gobierno según el artículo 88 de la Constitución Nacional que determina que “en caso de enfermedad, ausencia de la Capital, muerte, renuncia o destitución del presidente, el Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepresidente de la Nación”.
Según expertos en la materia, el único trámite necesario para este traspaso es un acta donde el Escribano General del Gobierno deje asentada la circunstancia por la cual el vice se hace cargo del Ejecutivo Nacional.
Por otra parte, trascendió que la visita del docto Saco a Olivos fue simplemente la habitual entrevista que mantiene el médico con su paciente y la familia previo a la intervención quirúrgica.
En el Hospital Austral se encuentran desde ayer militantes de La Cámpora acampando en una vigilia por la salud de la presidenta.
La jefa del Estado permaneció esta mañana en Olivos sin actividad oficial, y se negó que, como se había difundido, se le hayan realizado nuevos exámenes previos a la operación ya que el prequirúrgico fue realizado días atrás, horas antes de difundirse públicamente la enfermedad.
Lo único pendiente por hacer son los preparativos previos a toda intervención quirúrgica.
En medio del hermetismo que mantiene el gobierno sobre si la jefa del Estado quedará internada esta noche o mañana por la mañana, DyN supo que se reforzaron las medidas de seguridad en el Hospital Austral y se analiza el mecanismo para informar a partir de mañana sobre la evolución de la salud de la mandataria.
El jefe de la Casa Militar, coronel Agustín Rodríguez, estuvo en las primeras horas de la noche en esa clínica con una gran cantidad de personal de Seguridad de la Presidencia que ubicó vallas en distintos puntos del predio.
Tras la operación y las 72 horas de internación que se prevén y unos días de descanso en Olivos, Cristina Fernández tenía la intención de viajar en días subsiguientes hacia la villa turística de El Calafate.
Sin embargo, esta decisión está supeditada a lo que determine el cirujano en consulta con el equipo médico presidencial que encabeza Luis Buonomo.
Igualmente, se adelantó que en este tipo de intervenciones, la paciente debe permanecer dos días sin hablar, aunque, en ese lapso, quizás pueda escuchar desde su habitación los cánticos de los distintos movimientos que desde ayer se encuentran en el predio del Hospital Austral, ubicado en el kilómetro 50 de la ruta Panamericana.
Tal como se informó oficialmente el martes último, Cristina Fernández será operada de un carcinoma papilar en el lóbulo derecho de la tiroides por el cirujano Pedro Saco, jefe del Servicio de Cabeza y Cuello el Instituto Angel H. Roffo, la más importante institución en oncología del país. (DyN)