El presidente Alberto Fernández denunció que las tasas y sobrecargos que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le impone a los países endeudados “resultan abusivos”. Lo hizo este sábado al exponer ante la Cumbre Iberoamericana que se desarrolla en Santo Domingo, República Dominicana. También llamó a cambiar de manera drástica el sistema financiero y reclamó por la unidad de Iberoamérica en esa materia.
“Es necesario acrecentar la transparencia de las instituciones financieras internacionales y abogar por un mayor acceso a facilidades crediticias, a fin de impulsar el crecimiento y el desarrollo antes de que la especulación”, subrayó el mandatario argentino en su mensaje en la primera sesión de la cumbre que reúne a 14 presidentes de Iberoamérica.
En el Centro de Convenciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, denunció una vez más que “las tasas y sobrecargos que el FMI impone a países endeudados resultan abusivos”.
“Es necesario acrecentar la transparencia de las instituciones financieras internacionales y abogar por un mayor acceso a facilidades crediticias, a fin de impulsar el crecimiento y el desarrollo antes de que la especulación”, subrayó el mandatario.
Para ello, exhortó a “cambiar drásticamente al sistema financiero” al sostener que “la globalización está en crisis y se muestra frágil” y “el capitalismo financiero hace temblar la economía”.
“A esta altura de los acontecimientos, con tanta concentración financiera, con tanto juego especulativo, ya deberíamos entender que al sistema financiero actual no hay que socorrerlo más. Debemos cambiarlo drásticamente”, dijo el mandatario al hablar ante sus pares que participan de la cumbre.
En ese marco, el jefe de Estado hizo un llamado a la unidad de la región. “Si queremos una Iberoamérica justa y sostenible, el primer paso que debemos dar es restablecer la unidad. Una unidad que no permita que se prolonguen bloqueos económicos que afectan a pueblos de la región", propuso.
En ese sentido, explicó: "Una unidad necesaria para preservar intereses comunes en la que debemos respetar la diversidad ideológica en democracias fuertes donde los derechos humanos sean respetados”.
Para el mandatario argentino, “la unidad de la región es una necesidad política. Una condición necesaria para alcanzar nuestros sueños. La justicia social es un imperativo ético que la hora nos impone”, por lo que “debemos reconstruir la solidaridad en la región”.
Unir esfuerzos ante el odio
Al renovar su llamado a la unidad, dijo que “en un tiempo tan difícil como el que atravesamos, signado por un descontento social en el que encuentran eco los discursos del odio que castigan las democracias, estamos moralmente obligados a unir esfuerzos”.
“Somos todos pasajeros de un mismo barco. Tenemos pues un destino común que nos convoca. adie se salva solo nos diría Francisco”, afirmó e insistió: “Si la desigualdad mata, el individualismo y la falta de integración nos posterga y empobrece”.