El informe del Mossad publicado por el The New York Times no sólo contradice la investigación llevada adelante por el fiscal Alberto Nisman, sino casi todo lo actuado desde el principio y apunta directamente a la organización terrorista Hezbolá como la autora material e intelectual de los atentados a la embajada de Israel y la sede de la Asociaciòn Mutual Israelita Argentina (Amia). Agustín Rossi, interventor de la Agencia Federal de Inteligencia, pidió prudencia a la hora de hablar del informe y aseguró que ahora tiene que seguir el camino judicial.
La publicación del The New York Times citó una investigación interna del Mossad, el servicio secreto de Israel, según la cual los atentados fueron llevados a cabo por una unidad secreta de Hezbolá, cuyos operativos no estaban vinculados a Irán y no tuvieron la colaboración de ciudadanos argentinos.
"Aunque el Mosad enfatiza que la inteligencia israelí aún cree que Irán, que respalda a Hezbolá, aprobó y financió los atentados y suministró el entrenamiento y el equipo, las averiguaciones refutan las afirmaciones sostenidas por mucho tiempo por Israel, Argentina y Estados Unidos de que Teherán tuvo un papel operativo. También rebaten las sospechas en Argentina de que funcionarios locales y ciudadanos habían sido cómplices de los ataques", dice el medio estadounidense.
“He leído con atención el informe del New York times por todo lo que significa y el impacto que podría llegar a tener en el caso de que la Justicia le de validez en el aspecto procesal”, dijo Rossi este domingo en declaraciones radiales y pidió "ser muy prudentes” al respecto.
En ese sentido, Rossi consideró que seguramente "el juez y el fiscal pedirán a Israel las pruebas que podrían aportar a estas causas”.
“Si Israel envía la información la justicia tendrá que determinar si esta información tiene validez judicial”, indicó, y dijo no contar con "ninguna otra información extra más de lo que se conoce en los medios". "Prefiero no realizar ninguna conjetura porque además es un tema muy sensible”, añadió.
El artículo menciona un estudio interno realizado por el Mossad que "ofrece un relato detallado del modo en el que se planearon los atentados", incluida "la forma en que el material para los explosivos se introdujo de contrabando a la Argentina en botellas de champú y cajas de chocolate".
"Aunque el Mossad enfatiza que la inteligencia israelí aún cree que Irán, que respalda a Hezbolá, aprobó y financió los atentados y suministró el entrenamiento y el equipo, las averiguaciones refutan las afirmaciones sostenidas por mucho tiempo por Israel, Argentina y Estados Unidos de que Teherán tuvo un papel operativo", afirma el texto publicado por el diario estadounidense.
El ataque a la embajada de Israel fue perpetrado en 1992 y provocó 22 fallecidos, mientras que el ataque a la Amia se produjo en 1994 y causó la muerte de 85 personas. Ambos atentados dejaron cientos de personas heridas.
Otro dato valioso fue aportado este sábado por Danny Carmon, diplomático israelí, sobreviviente del atentado contra la embajada. Entrevistado por la Agencia Judía de Noticias, Carmon confirmó la existencia del documento y además dijo que constituye “un cierre de la investigación del Mossad”. El diplomático ratificó que las conclusiones son las publicadas en NYT por el periodista israelí Ronen Bergman, un respetado especialista en cuestiones de seguridad e inteligencia.
Carmón reveló que “en diciembre de 2021 un equipo del Mossad concluyó la investigación, cuyo objetivo era determinar qué había pasado realmente en Argentina y, por primera vez, los documentos de la inteligencia israelí esclarecen lo que ocurrió allí”. El diplomático reiteró que los atentados "no contaron con la complicidad de ciudadanos argentinos ni con la ayuda de Irán sobre el terreno”.
Esto último es lo que sorprendió, porque hasta ahora se insistía en que el agregado cultural de la embajada de Irán en Buenos Aires, Mohsen Rabbani, tuvo el papel principal, al punto que el considerado coordinador, Salman El Reda o Salman Raouf, es familiar de quien era una secretaria de Rabbani. Además, se argumentaba que el agregado cultural supervisó el ataque desde las inmediaciones de la calle Pasteur y se comunicó con un teléfono de Hezbollah en El Líbano.
El informe -y ahora los dichos de Carmon- de ninguna manera le quitan responsabilidad a Irán porque el Mossad insiste en que aprobó y financió los atentados. Incluso se menciona que Teherán entrenó al comando, del que se mencionan tres nombres, incluyendo el del suicida, Muhammad Nur Al Din, que supuestamente vivía en Brasil desde los años 80. El texto difundido por NYT afirma que todo el comando estaba integrado por libaneses que se fueron de Argentina a Beirut dos días después del ataque.