El titular del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, anticipó ayer que a
fines de febrero se formalizará la conformación de un interbloque oficialista, integrado por al
menos 150 legisladores entre propios y aliados de otras fuerzas, encabezadas por los radicales K.
Adelantó que el interbloque de la Concertación, conformado por el
oficialista y otras fuerzas aliadas como los radicales K, el Frente Cívico de Catamarca, el Frente
de Todos de Corrientes y Encuentro Popular de Ariel Basteiro, quedará formalizado en febrero.
Una vez conformado este interbloque, el oficialismo contará con al menos
150 diputados, es decir 21 legisladores más que los necesarios para obtener quórum, lo que
garantizará la sanción de leyes clave para el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
El santafesino sostuvo que “este año tendremos que transpirar un poco
menos”, aunque estimó que esa amplia mayoría “no va a cambiar ni modificar el
funcionamiento del bloque”. “En general no hemos tenido problemas con la composición
anterior, pero en aquellos temas que vemos que, si flexibilizamos la posición creamos mayores
consensos, vamos a impulsar los acuerdos”, dijo.
Sin embargo, subsiste un debate sobre las formas de aglutinar a
justicialistas y aliados, donde aparecen, en principio, dos posturas divergentes. El diputado José
María Díaz Bancalari (FPV) dejó en claro su opinión a favor de “crear una estructura
parlamentaria sólida” en el oficialismo, para así “evitar el desmembramiento” del
bloque kirchnerista, integrado por peronistas, radicales e independientes.
Frente al reclamo por una mayor integración, otras voces marcaron
diferencias frente a la forma de trabajar en conjunto dentro del kirchnerismo. “Me parece que
no importa la forma como se integran al bloque del Frente para la Victoria, sino que acompañen el
proyecto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, afirmó el diputado kirchnerista
Luis Cigogna, de La Matanza, quien quitó urgencia a la necesidad de aumentar la homogeneidad de la
bancada.
Los partidarios de forzar una mayor integración aluden a la última
sesión de 2007, cuando se frustró el intento del kirchnerismo de tratar “sobre tablas”
el proyecto de reordenamiento ferroviario, impulsado por el ministro Julio De Vido y el secretario
de Transporte, Ricardo Jaime. l