La presidenta Cristina Fernández aseguró ayer que "en absoluto" cambiará la
relación de nuestro país con Chile por ser su gobierno de "otro signo" político, mientras que su
colega trasandino, Sebastián Piñera, habló de flexibilizar los controles aduaneros entre ambas
naciones.
La presidenta confirmó, además, que Piñera estará presente en los festejos del
Bicentenario del 25 de mayo, y que ella hará lo propio el 18 de septiembre, cuando se celebre el
bicentenario al vecino país, al hablar frente a la prensa luego del encuentro que ambos mandatarios
mantuvieron en la Casa Rosada.
En coincidencia con la visita de Piñera a la Argentina, en su primera gira
internacional desde que asumió en la Casa de la Moneda el mes pasado, el gobierno argentino otorgó
ayer el plácet al nuevo embajador trasandino, Miguel Otero, se informó oficialmente.
Fernández de Kirchner, quien recibió de su visitante un cuadro del prócer
chileno Bernardo O’Higgins, dijo sentirse "muy contenta" de que "en la primera visita al
exterior (Piñera) haya elegido como destino la República Argentina", lo que interpretó como "una
reafirmación del proceso de hermandad e integración" entre los dos países.
Ratificación. "Hemos mantenido una excelente reunión, en la cual pasamos
revista, primero a la situación que debió atravesar Chile" por el terremoto, informó la jefa del
Estado, quien dijo haber ratificado "una vez más nuestro aporte y todo lo que sea necesario" para
la reconstrucción de las zonas afectadas.
Además, dijo haber "repasado temas bilaterales, en cuanto a obras físicas, pasos
de fronteras, y la reunión de Washington por la actividad nuclear" del próximo lunes.
Por otra parte, advirtió: "Ante alguna aprensión por el hecho de que un gobierno
de un signo político no similar al de la Argentina podría afectar las relaciones, quiero garantizar
a todos, a los argentinos, a los chilenos, que en absoluto puede suceder una cosa así".
Se había especulado con un enfriamiento de la relación entre Argentina y Chile,
luego de que Piñera, de la centroderecha, sucediera a Michelle Bachelet, de la centroizquierda
chilena, con quien había mayor afinidad ideológica por parte del gobierno nacional.
"La primera voluntad de todo político es la de respetar la democracia por encima
de todo y la de respetar la expresión de los pueblos que eligen a sus gobiernos", aseveró la
mandataria, quien a su vez destacó "el grado de patriotismo y amor a su país que tiene el pueblo
chileno".
Temblor. A su turno, Piñera dijo querer "agradecer y disculparme" ante el
gobierno."Agradecer la ayuda generosa, fraterna y oportuna de la Argentina a nuestro país en tiempo
de catástrofe, y disculparme porque recibimos a la presidenta argentina, a la amiga Cristina, con
tres temblores", bromeó.
Igualmente, señaló que "la presidenta, con temple y coraje —yo la
observaba—, se quedó más tranquila que muchos de sus colegas varones" el pasado 11 de marzo,
cuando visitó Chile, tras el terremoto.
Piñera destacó que "compartimos una de las fronteras más extensas del mundo, y a
pesar de ello hemos sabido convivir en paz durante 200 años de vida independiente, y compartimos
una cultura desde los tiempos en que San Martín cruzó la frontera junto a Bernardo
O’Higgins".
El mandatario trasandino habló de "una integración en lo cultural pero también
en lo científico, en lo tecnológico" y abogó para que ambas naciones "podamos dar un gran salto
hacia adelante y consigamos dejar atrás la pobreza".
Piñera se mostró a favor de flexibilizar los pasos fronterizos comunes: "Me
parece tan absurdo que gastemos miles de millones de dólares en puentes y túneles que nos acercan,
para encontrarnos con una aduana que nos aleja. El tiempo que ahorramos usando los puentes y los
túneles, lo perdemos haciendo fila en las aduanas".