La rionegrina Lorena Villaverde, electa legisladora nacional por La Libertad Avanza (LLA) en los comicios del 26 de octubre pasado, renunció este jueves a asumir su banca en el Senado luego de que la oposición en la Cámara alta bloqueara su incorporación por sus presuntos vínculos con el kirchnerismo y por su situación judicial previa en Estados Unidos. De todos modos, seguirá ejerciendo su cargo de diputada nacional ya que le quedan dos años más de mandato.
La decisión fue comunicada a través de una carta enviada al presidente Javier Milei y publicada en la red social X. “Lo hago con la serenidad de quien sabe quién es, y con la certeza de que ningún cargo vale más que la oportunidad histórica de que la Argentina rompa definitivamente con el fracaso estructural”, escribió.
“No quiero ser usada como herramienta para dañar al gobierno”
En el texto, Villaverde argumentó que no quería convertirse en un factor de desgaste para el oficialismo: “Sé que dilatar decisiones solo beneficia a quienes quieren ver caer este proceso de transformación. Soy libre y voy a defender la libertad, incluso si eso implica dar un paso al costado”.
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Agregó que no deseaba ser utilizada como “herramienta para dañar al gobierno, a las reformas y al futuro de los argentinos”.
En los últimos días, Villaverde había perdido el apoyo de la conducción de La Libertad Avanza.
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Este martes, mientras su situación en el Senado era incierta, retiró la renuncia que semanas atrás había presentado a su banca de diputada nacional, cargo que ocupa desde 2023.
La maniobra mostró su decisión de conservar al menos un lugar en el Congreso, en medio de las crecientes presiones internas para que no asumiera como senadora.
Sus antecedentes judiciales en Estados Unidos
Villaverde había sido detenida y condenada por narcotráfico en Estados Unidos.
Según documentación judicial, fue enviada a una prisión federal, logró que se anulara su condena y que se fijara un nuevo juicio oral en su contra. También había obtenido la excarcelación antes de regresar a la Argentina, donde reside desde entonces.
La difusión reciente de esos antecedentes volvió a tensar la discusión sobre su ingreso al Senado, que finalmente no se concretó.
La renuncia de Villaverde dejó en suspenso la estrategia del oficialismo en la Cámara alta, en un escenario de mayor fragilidad política. La oposición había frenado su jura y el oficialismo evitó profundizar la tensión en un momento clave para la negociación de las primeras reformas que impulsa el Gobierno.