A horas del paro de actividades y movilización organizado por la CGT, la presidenta Cristina Fernández aseguró que en el país "hay actitudes que cuestan entenderlas desde la lógica gremial o política" porque los "beneficiarios" del modelo que conduce "están tratando de pinchar el bote con la lógica del escorpión".
"El mundo está al borde del Titanic, y éste bote en el que está la Argentina lo hemos construido nosotros", planteó la mandataria, un día antes del inicio del paro nacional al que convocó el líder de la CGT, Hugo Moyano, en reclamo de la modificación del monto mínimo no imponible a partir del cual se paga el Impuesto a las ganancias. Parece que "los principales beneficiarios de este proyecto están tratando de pinchar el bote con la lógica del escorpión, salvo que haya más que cuestiones políticas".
Cristina realizó también una fuerte defensa del impuesto a las ganancias en rechazo a ese gravamen al asegurar que "existe en todas partes del mundo" y que sólo afecta "al 19 por ciento" de los trabajadores. Aseveró que "no podemos caer en otra inequidad" y apuntó que se trata de "un impuesto a los altos ingresos que existe en todas parte del mundo". Precisó que "de los 9.159.000 trabajadores" que cuenta el país "el 19 por ciento paga impuestos a ganancias" por lo que "el 81 por ciento no llega al mínimo imponible" y que los trabajadores "están todos subsidiados en transporte, luz, agua, gas y combustible".
En la ocasión, criticó sin nombrarlo a Moyano al destacar que "sería muy interesante comenzar a discutir esto de hacer socialismo con la plata de los demás pero con la tuya convertirse en el liberal más acérrimo, sobre todo si te querés seguir llamando peronista. Con este grado que han alcanzando nuestros trabajadores, lo único que me queda suponer es que evidentemente no hay brujas, pero que las hay, las hay".
En otro orden, anunció que las fuerzas de seguridad no custodiarán la marcha, y que le impartió instrucciones al secretario de Seguridad (Sergio Berni) y a la ministra de Seguridad (Nilda Garré) "para que no haya personal de seguridad durante el tránsito de personas" que asistan a la Plaza de Mayo. La jefa del Estado detalló que sólo estará "custodiada la Casa Rosada", al remarcar que "no es justo tampoco que los trabajadores (de las fuerzas) tengan que ser insultados, escupidos o empujados" por los manifestantes, al hacer referencia a los incidentes con camioneros registrados la semana pasada.
Dijo querer "llevar tranquilidad a todos los argentinos y decirles que no habrá extorsión, amenaza, insulto ni agravio que me aparten del camino, porque éste es un compromiso con la patria, como mi compañero (en alusión al ex presidente Néstor Kirchner) y con muchos que ya no están". En esa línea, pidió que "esperen sentados" los que aguardan que ella responda "los agravios, insultos y descalificaciones", en supuesta referencia a Moyano, quien en los últimos días realizó duras críticas a la jefa del Estado y comparó a su gestión con una dictadura.
"Hoy nos encontramos con una Argentina en que se dice que es una injusticia (por el impuesto a la ganancias) contribuir para sostener la obra pública, a los jubilados y los subsidios", indicó la mandataria.
Anoche, dirigentes de la oposición criticaron la decisión de la presidenta de retirar a las fuerzas de seguridad durante la movilización y la acusaron por "infringir la ley de seguridad interior" con esa orden.
"La presidenta incumple sus deberes claudicando de sus competencias. Es el Estado el que debe garantizar la seguridad", afirmó la diputada del PRO Laura Alonso, quien además advirtió que "si hay incidentes, la única responsable por no haberlos prevenido con la presencia policial requerida en estos casos, será Cristina Kirchner".