Anotaciones en un cuaderno tras una docena de allanamientos que tocaron Ybarlucea, una localidad de 5 mil habitantes a 10 kilómetros al noroeste de Rosario. Una banda trasnacional que movía cocaína boliviana y marihuana paraguaya por vía aérea hacia las provincias de Santa Fe y Córdoba, para posteriormente transportarla por tierra y distribuirla a distintos grupos criminales. Un jefe narco prófugo identificado como Jorge Adalid G.R. que tiene contactos con uno de los alfiles del Primer Comando Capital (PCC), la organización criminal más grande de Brasil y una de las bandas más temidas del Cono Sur. Un rosarino que actuaba como gerente de ese narco, Fabián Gustavo “Calavera” Pelozo y que se movía como pez en el agua en la región montando logística para la distribución de droga. Un eslabón de esa cadena, Maximiliano Iván Giménez, que terminó como una de las víctimas del triple crimen a la salida de un casamiento la madrugada del 29 de enero pasado sobre la ruta 34S en Ybarlucea. Una investigación federal originada en Salta que sirvió para aportar detalles del narcomenudeo local. Y una certeza: si el Equipo Conjunto de Investigación (ECI) conformado por fiscales provinciales y federales no hace pie es imposible que las investigaciones hagan mella en las bandas que pululan en la región central del país.
Las últimas causas ligadas a la narcocriminalidad local están terminando de delinear un nuevo axioma: si una banda que trafica droga a cualquier escala se mantiene alejada de la violencia extrema difícilmente ingrese en los radares investigativos de la justicia provincial. Las bandas serán monitoreadas por alguna investigación federal con sede en algún punto del país y se dependerá de la buena voluntad de los fiscales federales y provinciales para compartir la información que posean. Ante la necesidad de unificar el abordaje de este tipo de casos tanto el Procurador General de la nación, Eduardo Ezequiel Casal, y la jefa de fiscales de Rosario, María Eugenia Iribarren, emitieron resoluciones para favorecer la asistencia mutua. Casal con la resolución MP 14/22 e Iribarren con la 01/2022, emitida la semana posterior al triple crimen de Maximiliano Iván Giménez, Erica Romero y su pequeña hija Elena, ocurrido pasadas las 4.30 del 29 de enero pasado a la salida del casamiento de los prófugos de la Justicia federal Esteban “Pinky” Rocha con Brisa Leguizamón en un salón de eventos ubicado sobre la ruta 34S en jurisdicción de Ybarlucea.
La caída en desgracia de Adelaida "Reina Titi" Castillo y parte del clan de Valdemar Loza mientras transportaban 389 kilogramos de clorhidrato de cocaína en jurisdicción de la localidad bonaerense de Ramallo el 24 de septiembre de 2020 hizo que el Juzgado Federal 1 de Salta comenzará a recopilar información de al menos media docena de causas. Así aparecieron viejos peces gordos buscados en el noroeste argentino como el caso de Jorge Adalid G.R. y nuevos nexos como es “Calavera” Pelozo. De G.R. se sabía que era uno de los abastecedores de Esteban Lindor Alvarado, hoy en juicio por una serie de asociación ilícita desde la cual se cometieron distintos delitos como homicidios, balaceras y lavado de activos. En su foja de servicios se lo tenía, según un informe del 18 de noviembre del año 2020 de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), que estaba bajo investigación por el envío de 925 gramos de cocaína líquida desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) hacia Madrid (España) en 2006.
Más que un simple narco
Pero G.R. era bastante más que eso. De acuerdo a una extensa investigación de la Policía Federal de Brasil, la DEA y el Servicio Nacional de Investigación Criminal de la Policía de Mozambique (SERNIC), el 13 de abril pasado se logró la captura de Gilberto Aparecido "Fuminho" Dos Santos, uno de los principales referentes y hombre de confianza de Marcos Williams "Marcola" Herbas Camacho, líder del PCC, detenido en un presidio federal de Porto Velho en el estado brasilero de Rondônia. Durante 21 años Fuminho se manejó con nombres falsos, pero como Dos Santos ingresó a Argentina al menos dos veces. El 28 de abril de 2016 llegó desde Perú y el 20 de junio del mismo año salió con destino a Bolivia. Y el 27 de diciembre de 2017 entró desde Bolivia para emigrar hacia Alemania el 19 de marzo de 2018. En ambas ocasiones suministró como domicilio válido en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el mismo que había declarado el sindicado narco G.R..
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Pampa al 7300. Una de las viviendas allanadas en viernes en Rosario.
Foto: Francisco Guillén.
Para los investigadores G.R. era la cabeza de la organización de transporte y distribución a nivel nacional como internacional. En la línea de órdenes le seguían “Calavera” Pelozo e Ignacio Quintana, ambos detenidos en una saga de allanamientos realizados el pasado martes por Gendarmería Nacional y otras fuerzas federales y provinciales en Santa Fe y Córdoba. Por el servicio de traslado o "taxi" de la droga cobraban una comisión de aproximadamente unos 300 mil dólares, y para esto solicitaban un adelanto a excepción de personas como Adelaida Castillo que era una cliente de confianza y habitual.
G.R. no realizaba el transporte personalmente sino que le encomendaba la tarea a un piloto de su confianza y al menos parte de la droga era recogida en la Paraguay. Fuentes ligadas a la investigación contaron que “esos aviones provenientes de Bolivia y Paraguay, de acuerdo a los indicios investigativos, bajaban la carga en la zona de la localidad cordobesa de Monte Maíz y desde allí se distribuía a través de vehículos con destino a distintos compradores”. Uno de los indicios los aportó el GPS de una aeronave utilizada para vuelos clandestinos que marcó un campo en inmediaciones de la mencionada localidad cordobesa en el marco de la "Operación Horizonte Boreal" a cargo de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay en julio de 2020.
De Salta con amor
Si bien Calavera Pelozo no es requerido en la investigación del Juzgado Federal 1 de Salta, desde esa provinca se remitió mucha información en su rol de "jefe ejecutivo" del prófugo Jorge Adalid G.R. y sus actividades en Ybarlucea y Rosario. Así se dio con dos domicilios en la vecina localidad: uno de avenida del Rosario al 1500, la casa de los suegros de Pelozo; y otro ubicado a unas 12 cuadras de allí, sobre 25 de Mayo al 200. Según la pesquisa, el primero se utilizaba para acopiar droga que luego era distribuida en puntos de venta de Rosario y su área de influencia. El segundo fue el lugar donde a Adelaida Castillo le entregaron los 389 kilos de cocaína con los que perdió en Ramallo en septiembre de 2020.
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Según los investigadores Maximiliano Iván Giménez, una de las víctimas del triple crimen operaba desde la casa avenida Rosario en Ybarlucea. "Pelozo resultó ser un personaje de especial relevancia en la distribución de estupefacientes a diferentes organizaciones criminales que operaban en esta ciudad durante los años 2020 y 2021”, se consigna en uno de los informes que nutren la pesquisa sobre la banda. Para eso se valió de Maximiliano Giménez, entre otros, según los informes mencionados.
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Residencia en provincia de Córdoba donde fue detenido “Calabera” Pelozo.
Foto: GNA.
Así, atravesando al figura de Pelozo pasan al menos media docena de contactos con bandas y gavillas de Rosario. ¿Las más significativas? La de "Los Tripi", con epicentro en los monoblocks del Parque Oeste y archirrivales de la banda de Walter “Dulce” Abregú, y de Leonardo "Leo Rey" Saravia, con base en Villa Banana. El primero de los clanes, para la investigación fue desbaratado por la Policía Federal en junio de 2021 tras una serie de 28 allanamientos. Abregú fue condenado por el Tribunal Oral Federal 3 en noviembre pasado a 8 años de prisión junto su madre y cinco hermanos. Leo Rey Saravia, en tanto, cayó el 25 de marzo de 2021 en una serie de allanamientos llevados adelante por Prefectura Naval. Además la dupla Pelozo/Giménez abastecía a una serie de puntos de venta en el oeste y sudoeste rosarino. Leo Rey, junto a un grupo de sus allegados fue procesado en abril de 2021.
También se hace referencia a la participación Pelozo “con el homicidio de Nahuel Fernández”, según la cita en los informes federales. El apellido Pelozo quedó plasmado en los cuadernos que Carlos Argüelles les aportó a los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra al momento de declarar once meses antes de ser asesinado a balazos. Argüelles era un mecánico que conocía a Alvarado desde que ambos tenían 19 años. En sus apuntes Argüelles menciona, a la hora de hablar de la suerte de Nahuel “Chino” Fernández desaparecido el 26 de agosto de 2018, a Pelozo como una de las tres personas que lo retuvieron en un campo de Ybarlucea, lo torturaron hasta la muerte y lo enterraron en un lugar aún no determinado.
El "Chino" Fernández era hermano de Ezequiel “Parásito” y José Horacio “Grasita” Fernández. Dos de las víctimas del triple crimen ocurrido el 16 de abril de 2018 frente a una vivienda de Liniers al 2000, en el barrio Martín Fierro de Granadero Baigorria. El tercer muerto de ese ataque fue Gerardo “Abuelo” Abregú. Alvarado habría ordenado el triple crimen cuando se enteró de que había un plan para asesinar a uno de sus hijos. Tal como adelantó La Capital en su edición del pasado 2 de marzo, Argüelles contó en su declaración que “lo secuestran y lo llevan a Ybarlucea, a lo de Fabián P., alias «Calavera». Lo esperan él y dos personas. Lo golpean y torturan. Después lo llevan a un pozo y lo entierran”. Nahuel Fernández nunca apareció, vivo ni muerto.