Al filo de iniciarse el demorado juicio oral a la banda que está acusado de liderar, Ariel "Guille" Cantero hizo un último intento por recuperar la libertad. Sus abogados cuestionaron el lapso mayor a cuatro años que el sindicado jefe de Los Monos lleva en prisión preventiva pero el juez de Cámara Daniel Acosta resolvió que siga detenido porque, "de brindarle la libertad se estaría afectando la realización del juicio" previsto para el 21 de noviembre próximo, además de recordar que el acusado también está preso por narcotráfico y por amenazas telefónicas a un juez.
Cantero fue trasladado ayer bajo reforzadas medidas de seguridad a los Tribunales provinciales de Balcarce 1651, con custodios encapuchados y portando armas largas que lo escoltaron incluso en la sala de audiencias. Dentro de once días, el recorrido será otro. "Guille" y otros 24 civiles y policías acusados de integrar una asociación ilícita dedicada a cometer una serie de delitos colmarán una sala del nuevo Centro de Justicia Penal, donde alguna vez funcionó el viejo Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, en Virasoro y Mitre.
Allí arrancará el juicio oral en el cual se ventilarán las actividades de la banda como asociación ilícita y, a partir de febrero del año que viene, cinco crímenes conexos. Pero antes de encarar la madre de las batallas, los defensores de "Guille" acudieron ayer a una audiencia de apelación donde cuestionaron el excesivo plazo que lleva su cliente en prisión preventiva desde que se entregara voluntariamente en la disuelta División Judiciales de Jefatura, en junio de 2013.
El debate discurrió sobre cuestiones técnicas. Los abogados Fausto Yrure y Carlos Edwards cuestionaron la prórroga de la prisión preventiva de "Guille" que había dispuesto a fines de octubre el juez de Sentencia Julio Kesuani, cuando extendió el plazo desde el 21 de ese mes hasta el 6 de noviembre, fecha en la que inicialmente estaba previsto el inicio del juicio. El viernes pasado la detención preventiva del procesado como jefe de la banda volvió a prolongarse.
Planteo de la defensa
Los defensores remarcaron que el plazo de la prisión preventiva (es decir, a la espera del trámite judicial y sin condena) tiene un máximo de dos años. Y que en casos excepcionales puede prorrogarse un año más. Pero en el caso de Ariel Máximo "Guille" Cantero, dijeron, ya se prorrogó cinco veces en "flagrante contradicción" con normas procesales. También cuestionaron el rechazo de un hábeas corpus por esta misma cuestión que habían presentado ante el magistrado al entender que el arresto preventivo de su cliente se había convertido en una detención ilegítima porque ese juez no estaba facultado a expedirse sobre el tema.
La réplica estuvo a cargo de la fiscal de Cámaras María Eugenia Iribarren, quien pidió que no se haga lugar al pedido de los defensores. Dijo que no están cuestionados los motivos por los que Guille sigue preso, "la peligrosidad procesal y la apariencia de responsabilidad". Y pidió que los abogados paguen costas por dilatar el trámite penal y "despilfarrar recursos del Estado en audiencias que son costosísimas" (citó 75 apelaciones en la causa de Los Monos), algo que no prosperó. "Es un caso complejo. Se ha destinado un nuevo edificio exclusivamente a los fines de este juicio y tres salas de audiencias", remarcó.
Luego de un breve cuarto intermedio para meditar su decisión, el camarista Daniel Acosta respaldó la continuidad de "Guille" en prisión preventiva. Entre una batería de argumentos técnicos y citas de jurisprudencia, indicó que los tiempos de una causa pueden extenderse según su complejidad y el comportamiento de los tribunales y los litigantes. "De brindar la libertad se estaría afectando la realización del juicio, que tiene fecha de inicio", razonó, además de validar la facultad que a su criterio tenía el juez Kesuani para dictar la prórroga.
El juez mencionó que "Guille", de todos modos, también está preso por otros expedientes. Uno se refiere a la causa federal por narcotráfico que tiene a 23 personas procesadas después de realizarse el operativo llamado "Los Patrones", en noviembre de 2014, y que lo tiene como jefe de una banda dedicada a la compraventa de estupefacientes. Otro es un legajo del nuevo sistema penal por amenazar al juez Edgardo Fertitta mediante un llamado telefónico realizado en agosto pasado desde la cárcel de Rawson, donde estaba alojado.
procesado. Máximo Ariel "Guille" Cantero sigue tras las rejas.